jueves, 26 de septiembre de 2019

El exterminio de tres legiones romanas que sumió en la locura al emperador Augusto.2º ESO

ABC HISTORIA
Manuel P. Villatoro


En el año 9 d.C., los germanos al mando de Arminio acabaron con 15.000 soldados enemigos. La debacle fue de tales dimensiones que el emperador se negó a afeitarse y cortarse el pelo durante meses.



Zambullirse en la mente de un tipo que pisó la tierra hace más de dos mil años es una tarea ardua donde la haya. Si ya cuesta, a veces, empatizar con un interlocutor más molesto de lo habitual, parece inútil intentar hacer lo propio con un desquiciado Nerón o con un delirante Calígula. Misión (cuasi) imposible. Aunque, como sentencia un refrán ideado para justificar los errores, siempre existe alguna excepción que confirma la regla. La de hoy es la de Augusto, el emperador de Roma. No hay que estar dotado de una imaginación como la de Georges R. R. Martin (permitan a este redactor de historia este símil seriéfilo cuando apenas queda una semana para el fin de una de sus series predilectas) para entender qué diantres se le pasó por la cabeza cuando le informaron de que tres de sus legiones en Germania -al mando de Publio Quintilio Varo- habían sido reducidas a cenizas por los «bárbaros» en el 9 d.C.
Si no pueden palpar la desesperación de un emperador que jamás había visto una debacle tal, basta con replicar las palabras que dejó sobre blanco el historiador, cronista (y lo que se terciara) Gayo Suetonio. En su «Vida de los doce Césares» afirmó que, tras conocer la noticia de la destrucción de las tres legiones en octubre, el mandamás enloqueció y, durante meses, se negó a afeitarse cortarse el pelo; evitó personarse en cualquier acto público; se dio múltiples cabezazos contra las paredes y repitió a gritos, una y otra vez, la misma frase: «¡Quintilio Varo, devuélveme mis legiones!». Cuentan que lloró por los soldados como si hubieran sido hijos suyos. En definitiva, y según las palabras del historiador del siglo XVIII Edward Gibbon, «no recibió las melancólicas noticias con toda la templanza y firmeza que podría haberse esperado de su carácter». Un mal día.
Gibbon fue duro en exceso. Al fin y al cabo, y según narra Jesús Hernández en «¡Es la guerra! Las cien mejores anécdotas de la historia militar», el conocido como 'desastre de Varo' (la historia señaló así al general) fue el primero de tal severidad que sufrieron las míticas legiones romanas. Las mismas que se habían convertido en el terror de los pueblos bárbaros gracias a sus tácticas en batalla. Por ejemplo, la formación en «testudo», que ha llegado hasta nuestros días como la «tortuga» gracias a los populares Asterix y Obelix. Pero no nos desviemos del tema y hagamos la pregunta del millón de sestercios: ¿Por qué le escoció tanto aquella derrota? Más allá de la mera aniquilación de sus hombres (que ya es...) los germanos se cebaron con el derrotado. Después de engañar a sus enemigos para que se adentraran en un bosque tan espeso como peligroso, aniquilaron a la mayoría y, al resto, les quemaron vivos.


Varo contra Arminio

Empecemos por donde comienza toda buena historia: por el principio. Corría el siglo I d.C. en el nuevo y flamante Imperio romano. La calidez del orden parecía copar todas las regiones anexionadas a golpe de gladius. Desde la Galia hasta Ponto. No obstante, también existían lugares donde los vientos de la guerra soplaban con fuerza. Germania era uno de ellos. Narra Hernández que, por entonces, «los pueblos germánicos ocupaban las zonas fronterizas del imperio, al este del Rin y al norte del Danubio, y se veían obligados a pagar un tributo al emperador Augusto». Los impuesto, que no suelen agradar demasiado, soliviantaron los ánimos de aquellas tribus, por lo que el mandamás decidió enviar a uno de sus generales, Publio Quintilio Varo, hasta la región para asegurar el buen orden. A su mando se pusieron cinco legiones; según explica Stephen Dando-Collins en su magna «Legiones de Roma», dos en el Alto Rin y tres en el Bajo Rin.

Augusto
Augusto

Augusto quizá eligió a su general de forma errónea. Ya lo dejó escrito Veleyo Patérculo, uno de los oficiales romanos que conocieron en persona al propio Varo. Este definió al militar en sus textos como un hombre de unos sesenta años que había demostrado tener «buen carácter y buenas intenciones» durante su gobierno en Siria. Una persona «de talante tranquilo», en definitiva. Pero esas características no le dotaban, sin embargo, de las capacidades necesarias para dirigir una gran fuerza y enfrentarse a las versadas tribus germanas. De hecho, para el año 9 d.C., cuando llegó la hora del frío acero, se había «habituado más al ocio del campamento que al auténtico servicio de la guerra» y apostaba en exceso por la diplomacia y poco por la espada. Desde que arribó a Germania en el año 6 d.C. «llegó a considerarse a sí mismo como un pretor urbano que administraba justicia en el Foro y no como un general al mando de un ejército en el corazón de Germania».
Frente a él, Varo se encontró con su antítesis: un jefe local que -según dejó escrito el mismo Veleyo- se había cambiado el nombre de Hermann Arminio. Un hombre que el cronista definió en sus obras como un «joven de noble cuna», «valeroso en la acción», «de mente despierta» y que «mostraba en el rostro y en los ojos el fuego que ardía en su mente». Él, al igual que su hermano Flavo, conocía a la perfección la forma de combatir de las legiones romanas porque había luchado junto a ellas durante años. Incluso había recibido una infinidad de condecoraciones tras haber prestado servicio con Tiberio en el Rin. Según el historiador y senador de época Cornelio Tácito, este líder sirvió al emperador con un cargo equivalente al de prefecto y fue uno de los grandes amigos de Quintilio hasta el mismo año 9. «Era su eterno compañero y a menudo compartía su mesa a la hora de cenar», explica. Sin embargo (lo que son las cosas) la tierra le pudo más que la camaradería y, en secreto, orquestó junto a otros presuntos aliados de Roma un plan para destruir al opresor.

«Varo se había habituado más al ocio del campamento que al auténtico servicio de la guerra»

Veleyo no fue excesivamente duro en sus textos contra el traidor Arminio y sus generales (supuestos aliados de Augusto). Contra quien si se deshizo en improperios fue contra Varo. «Ese joven convirtió la negligencia del general en una oportunidad para la traición». Según explicó, «intuyendo sagazmente que nadie podía ser vencido más deprisa que el hombre que nada teme», se mostró amigable con el confiado oficial hasta que tuvo los suficientes apoyos como para organizar una revuelta de importancia contra Roma. Ese momento llegó en el año 9, cuando decidió dar una sorpresa terrible a sus enemigos. Aunque, eso sí, en un lugar en el que pudiera vencer, pues de tonto no tenía un pelo. «Atrajo a tres de las cinco legiones hasta un territorio que él conocía muy bien, el bosque de Teutoburgo, situado entre los ríos Ems Weser», añade Hernández. Lo hizo mediante otros tantos generales que convencieron al militar de que se había producido un levantamiento en el norte, y de que los rebeldes se hallaban en aquella arboleda.

Bosque maldito

Dando-Collins explica, de forma pormenorizada, las fuerzas de Varo en su obra:
«Se calcula que las tres legiones ascenderían a un total de unos diez mil hombres. La columna también incluía mil quinientos jinetes auxiliares y tres mil soldados de infantería auxiliares. Como en un ejemplo de libro, al estilo romano, esta fuerza de unos catorce mil quinientos hombres habría sido dirigida hacia las montañas Weser por la caballería y los auxiliares, guiada por germanos que habían sido enviados para llevar al ejército romano hacia la trampa de Arminio. Tras las tropas, venían las partidas de construcción de caminos de los romanos. En la vanguardia de la columna cabalgaba el propio comandante en jefe con su Estado Mayor y su guardia montada. Probablemente, les seguían dos legiones, precediendo la larga columna de bagaje de Varo».

Despedida de Arminio
Despedida de Arminio

Arminio, por su parte, se adentró tenso en el bosque con las tribus que se habían unido a él y eligió un lugar inmejorable para perpetrar su trampa: una zona de estrechos desfiladeros que impedían el avance de la caballería e imposibilitaban que los legionarios adoptaran sus formaciones de batalla. Por si fuera poco (nunca lo es) los dioses a los que veneraban les regalaron una llovizna que embarró el terreno y, además de colmar los ánimos de sus enemigos, hizo intransitables los caminos. Pintaban bastos para los de Quintilio Varo...
La emboscada comenzó cuando los romanos llegaron a este punto. De la nada, cientos de guerreros germanos se ubicaron a ambos lados del desfiladero y comenzaron a arrojar sobre las legiones una lluvia de piedrasproyectiles y -en definitiva- cualquier cosa que tuvieran a mano. Así lo dejó escrito Dión Casio. Les cazaron todavía con sus aperos a cuestas. Rápidamente, los de Varo tiraron al suelo sus efectos personales y levantaron el escudo. Acababa de empezar la peor fiesta de sus vidas. Según Hernández, trataron de adoptar la formación en «testudo» para protegerse, pero los germanos -como si de guerrilleros de los Montes de Toledo se tratasen- se retiraban a la velocidad del rayo para, acto seguido, atacar desde otra dirección. «Inferiores en número a sus asaltantes en todos los puntos de ataque, sufrieron terriblemente y no pudieron ofrecer resistencia», explicaba el mismo Casio.


Así continuó la contienda durante horas, hasta que la noche obligó a los soldados de Arminio a detener aquel acoso. Los sorprendidos romanos, por su parte, se limitaron a atrincherarse lo mejor que pudieron y pasar la noche allí. A la mañana siguiente el infierno continuó. Varo ordenó a sus hombres desperezarse pronto para seguir avanzando y salir de aquel bosque maldito. No sirvió de nada. Ni siquiera abandonar y quemar los carros de víveres que llevaban consigo para viajar más rápido les valió. Los germanos les siguieron acosando. No había respiro. Los proyectiles, el barro, la lluvia, el miedo... La desesperación por todo ello hizo que, con todo su pesar, el oficial ordenara la retirada.
La desesperación cundió y cada soldado se propuso escapar por sí mismo para poder salvarse. «Numorio Vala, el comandante de la caballería, abandonó al resto de la columna e intentó salir del bosque con sus jinetes, peor no lo consiguió. Los germanos le masacraron», añade Hernández. En medio de aquel desastre, Arminio ordenó un ataque masivo contra el corazón de las fuerzas romanas. La infantería cayó entonces víctima de la confusión. Durante dos días, las fuerzas se midieron en un combate a muerte. Varo, por su parte, fue herido y prefirió suicidarse. «¡Mátame ahora mismo!», le espetó a uno de sus subordinados.
Todo acabó poco después. Miles de soldados murieron, y los capturados fueron ejecutados o quemados vivos en grandes piras. Los germanos destrozaron los estandartes contrarios y escupieron sobre las sagradas águilas (una afrenta más dolorosa incluso que la derrota para un militar). Por ello, cuando la noticia llegó a Augusto, este enloqueció. «¡Quintilio Varo, devuélveme mis legiones!». Pero estas ya se habían perdido para siempre.
Pinchando en el enlace se accede al vídeo.

Extraño aumento de 'apetito' del agujero negro central de la Vía Láctea

EL DIARIO Montañés
EUROPA PRESS

Está devorando una comida inusualmente abundante de gas y polvo interestelar, y los investigadores aún no entienden por qué ya que no han visto algo así.

La Vía Láctea. / 
AFP


El enorme agujero negro en el centro de nuestra galaxia está devorando una comida inusualmente abundante de gas y polvo interestelar, y los investigadores aún no entienden por qué.
«Nunca hemos visto algo así en los 24 años que hemos estudiado el agujero negro supermasivo», dijo Andrea Ghez, profesora de física y astronomía de la UCLA y coautora principal de la investigación. «Por lo general, es un agujero negro bastante silencioso y con poco apetito. No sabemos qué está impulsando este gran banquete».
Un artículo sobre el estudio, dirigido por el Grupo del Centro Galáctico de la UCLA, que dirige Ghez, se publica ahora en Astrophysical Journal Letters.
Los investigadores analizaron más de 13.000 observaciones del agujero negro durante 133 noches desde 2003. Las imágenes fueron recopiladas por el Observatorio Keck en Hawai y el Very Large Telescope del Observatorio Europeo Austral en Chile. El equipo descubrió que el 13 de mayo, el área a las afueras del «punto de no retorno» del agujero negro (llamada así porque una vez que la materia entra, nunca puede escapar) era dos veces más brillante que la siguiente observación más brillante.
También observaron grandes cambios en otras dos noches este año; los tres cambios fueron «sin precedentes», dijo Ghez.
El brillo que observaron los científicos es causado por la radiación del gas y el polvo que cae en el agujero negro; los hallazgos los llevaron a preguntar si se trataba de un evento singular extraordinario o un precursor de una actividad significativamente mayor.
«La gran pregunta es si el agujero negro está entrando en una nueva fase, por ejemplo, si la espita se ha abierto y la tasa de gas que cae por el 'drenaje' del agujero negro ha aumentado durante un período prolongado, o si acabamos de ver los fuegos artificiales de unas pocas gotas inusuales de gas cayendo», dijo Mark Morris, profesor de física y astronomía de la UCLA y coautor principal del artículo.
El equipo ha continuado observando el área e intentará resolver esa pregunta basándose en lo que ven de las nuevas imágenes.
Los nuevos hallazgos se basan en observaciones del agujero negro, que se llama Sagitario A * o Sgr A *, durante cuatro noches en abril y mayo en el Observatorio Keck. El brillo que rodea el agujero negro siempre varía un poco, pero los científicos se sorprendieron por las variaciones extremas en el brillo durante ese período, incluidas sus observaciones el 13 de mayo.
«La primera imagen que vi esa noche, el agujero negro era tan brillante que inicialmente lo confundí con la estrella S0-2, porque nunca había visto a Sagitario A * tan brillante», dijo el científico investigador de la UCLA Tuan Do, autor principal del estudio. «Pero rápidamente se hizo evidente que la fuente tenía que ser el agujero negro, lo cual fue realmente emocionante».
Una hipótesis sobre el aumento de la actividad es que cuando una estrella llamada S0-2 hizo su aproximación más cercana al agujero negro durante el verano de 2018, lanzó una gran cantidad de gas que llegó al agujero negro este año.
Otra posibilidad implica un objeto extraño conocido como G2, que probablemente sea un par de estrellas binarias, que se acercó más al agujero negro en 2014. Es posible que el agujero negro podría haberse despojado de la capa externa de G2, dijo Ghez, lo que podría ayudar a explicar el aumento del brillo justo afuera del agujero negro.
Morris dijo que otra posibilidad es que el brillo corresponda a la desaparición de los asteroides grandes que han sido atraídos hacia el agujero negro.
El agujero negro está a unos 26,000 años luz de distancia y no representa ningún peligro para nuestro planeta. Do dijo que la radiación tendría que ser 10.000 millones de veces más brillante que lo que los astrónomos detectaron para afectar la vida en la Tierra.


Al Qaeda recuerda a los musulmanes la obligación de “reconquistar España". Actualidad

LA RAZÓN ESPAÑA
J.M. Zuluaga

Les recuerda la necesidad de proteger las comunicaciones por teléfono e internet




Al Qaeda Central (AQC) señala, en una publicación interna, la obligación, según ellos, de los musulmanes de recuperar los territorios que invadieron en su momento y fueron recuperados por los cristianos, entre ellos Al Andalus (España).
“La yihad se convierte en una obligación, incluso individual, para todos los capaces de liberar esos territorios de la ocupación que sufren por parte del enemigo”.
En este punto, es donde hacen referencia a Al Andalus, que marca un antes y un después a la hora de acometer esta “misión”.
“La verdad permanece, es un problema sobre el que existe un consenso absoluto de todos los eruditos de las diferentes escuelas del islam”, entre ellos el “Shaykh Osama” Ben Laden.
En el mismo documento, hacen referencia a la obligación que tienen los yihadistas de cuidar las comunicaciones telemáticas para no ser detectados por el “el enemigo”.
Citan un documento de su propio departamento de seguridad interna como consecuencia de la pérdida de tres de sus cabecillas, que atribuyen a que sus llamadas telefónicas fueron detectadas.
Citan un documento elaborado por el propio “Osama (que Allah tenga piedad de él) hace casi diez años. Arroja luz sobre el hecho de que la
falta de responsabilidad en un moujahid (combatiente) lo hace aún más peligroso que un espía”.
“Hay un valioso activo de inteligencia en el área, que proporciona continuamente un flujo de información al enemigo, y el enemigo nunca se cansa de explotar este activo”.
“La comunicación por móvil e internet es más peligroso, ya que es extremadamente difícil de controlar: tenlo en cuenta si vas a decir algo por teléfono o en internet No exagero cuando digo que representan una amenaza más peligroso que los espías”.



EVOLUCIÓN DEL PIB. La ralentización económica empezó antes y es mayor de lo previsto. Actualidad-Economía-IAEE

EL PAÍS ECONOMÍA
Antonio Maqueda

La actualización de los datos que ha hecho el INE complica que se cumpla la previsión de crecimiento del Gobierno.


Trabajadores en una cadena de montaje de una fábrica de motocicletas.  EFE


La ralentización de la economía española empezó antes y está siendo más acusada de lo que se pensaba. Así lo constata el Instituto Nacional de Estadística (INE), que este lunes publicó una revisión de toda la serie del producto interior bruto (PIB) desde 1995. En ella rebaja el crecimiento del primer trimestre hasta el 0,5%, dos décimas por debajo del 0,7% que apuntó en un primer momento. Además, recorta el del año pasado: en lugar de crecer un 2,6%, el PIB solo avanzó en 2018 un 2,4%, dos décimas menos. En total casi medio punto perdido. La revisión forma parte de las que hace periódicamente la agencia estadística.


Las cifras implican que este año el crecimiento será algo menor de lo que preveían las casas de análisis. Máxime cuando el avance del segundo trimestre es un 0,48% que se ha redondeado. Es decir, indica que la inercia va poco a poco hacia abajo. “Con estos nuevos datos, el 2,2% de previsión que dan los panelistas de Funcas está desfasado. Lo más probable es que se mueva ahora entre el 2% y el 2,1%”, explica María Jesús Fernández, analista de Funcas. La revisión del primer trimestre de 2019 será confirmada y detallada por el INE el próximo 30 de septiembre.
Aunque la economía española sigue duplicando las tasas de crecimiento de la zona euro, su ritmo pierde fuelle: con un 0,5% en el primer trimestre y otro tanto en el segundo, parece difícil que este año se pueda alcanzar el 2,2% que el Gobierno tenía previsto. Y mucho menos podrá revisarlo al alza como llegó a afirmar la ministra de Economía, Nadia Calviño.
La ralentización económica empezó antes y es mayor de lo previsto
En los datos conocidos este verano se detectaba una clara desaceleración del empleo que no se había apreciado en los primeros meses del año. Aunque el consumo y los servicios domésticos resistían, la industria y las exportaciones sufrían afectadas por la incertidumbre global. En la última reunión del BCE preocupaba sobre todo el comportamiento de la economía alemana y cómo podía lastrar al resto.

Parón del consumo

Pero ahora, con los nuevos datos del INE en las manos, se empieza a ver también un cierto agotamiento del consumo de los hogares. Entre abril y junio de este año se estancó en el 0,02% trimestral, algo inaudito desde que se inició la recuperación. Y la inversión retrocedió un 0,15%.
Además, de acuerdo con el nuevo desglose de 2018, el consumo de las familias registró el año pasado un incremento mucho menor (1,8% frente a 2,3%). Empeora levemente lo que restó el sector exterior (una décima). Sin embargo, se elevó más la inversión (6,1% frente a 5,6%) y el consumo público (2,1% frente a 1,8%).
El instituto estadístico ha corregido la serie entera remontándose al año 1995. Hasta 2002 se han efectuado por lo general revisiones al alza. Pero a partir de ahí la mayoría son negativas, reduciendo el tamaño de la economía. Según explica el INE, la actualización ha tenido un impacto promedio en las cuentas del -0,4% para los 24 años que han sido recalculados.
En definitiva, los españoles producen y ganan algo menos de lo que se señalaba hasta ahora. El PIB es en estos momentos 6.055 millones de euros más bajo que en el anterior cálculo, situándose en los 1,202 billones al cierre de 2018 frente a los 1,208 billones previamente registrados.
La ralentización económica empezó antes y es mayor de lo previsto
En 2017 la economía creció un 2,9% frente al 3% que antes se había contabilizado. Y en 2016 sumó un 3% frente al 3,2% anterior. Por el contrario, en 2015 subió algo más: un 3,8% frente al 3,6% que se había apuntado. Por lo tanto, la recuperación ha sido ligeramente menos intensa de lo que se creía. En los cinco años desde 2014 hasta 2018 inclusive, el PIB creció un 13,5%, y no el 13,8% que se registraba con anterioridad. Es decir, se han recobrado tres décimas menos.
En cambio, la crisis resultó un poco menos dura, según las nuevas cifras divulgadas por el INE. Entre 2009 y 2013 el PIB cayó un 8,9%, cuando antes se había contabilizado un desplome del 9,2%. En consecuencia, la recesión fue unas tres décimas más suave. En 2010 se vivió una levísima recuperación al anotarse un crecimiento del 0,1% frente al 0% que reportaba el INE en la serie previa. Esos fueron los llamados brotes verdes que luego la crisis de deuda europea marchitó.

LOS FUNCIONARIOS LOGRAN UN ALZA SALARIAL PESE A LA REVISIÓN

La actualización del INE se produce semanas después de que el Gobierno aprobara la subida del sueldo de los funcionarios para este año, que incluía una parte variable del 0,25% condicionada a un crecimiento del PIB superior al 2,5%.
Las modificaciones anunciadas este lunes se deben a dos revisiones distintas de las estadísticas. Por un lado, la rutinaria que se hace conforme van llegando más datos. Y por otro, aquellas que se elaboran de forma regular, al menos cada cinco años, en coordinación con Eurostat y el Banco Central Europeo, para mejorar y modernizar los métodos de estimación y las fuentes. Para esta última, que se desarrolla de forma armonizada en toda la UE, se reabre y cambia todo el periodo comprendido entre 1995 y 2018 con el fin de evitar rupturas de la serie estadística.
Como resultado de esta actualización, la deuda pública en principio aumenta al recortarse el denominador: desde el 97,1% hasta el 97,6% del PIB. No obstante, la confirmación de este dato todavía tiene que difundirla el Banco de España el 30 de septiembre. Gracias al redondeo, la cifra de déficit público permanece igual: en el 2,5% del PIB a finales de 2018.
Pese a los cambios, también queda igual el dibujo que traza el ciclo económico. Lo que probablemente mejore será la tasa de ahorro, que estaba en mínimos históricos y que repuntará ligeramente al haberse rebajado algo el consumo de los hogares.

El misterio de la legión perdida de Craso: el ejército romano que defendió las fronteras de China. 2º ESO

ABC HISTORIA
César Cervera

Años después de la batalla de Carras, los cronistas chinos repararon en la presencia de un contingente de cien soldados de infantería que defendieron a un pueblo nómada con una formación semejante a las «escamas de pez», lo que se puede entender como la famosa estrategia del testudo romano.


abc

La Antigua Roma dio forma durante siglos a una de las máquinas de matar más eficaces de la historia a través de sus disciplinadas legiones. Hacia el ocaso de la República, los elementos y virtudes que han popularizado el cine en relación a esta infantería ya eran plenamente distingibles y capaces de batir a cualquier fuerza de Europa, África o Asia. Uno de sus escasos puntos débiles se mostraba, sin embargo, en parajes angostos como los bosques de Teutoburgo y, sobre todo, en las batallas celebradas en llanuras kilométricas, donde eran vulnerables a caballerías ligeras que jugaran al gato y al ratón. Y eso es precisamente lo que ocurrió cuando Marco Craso condujo sus legiones contra el Imperio Parto, lo que hoy ocupa Irán y toda esta región. Un desastre con largo eco y enigmas que aún perduran en el tiempo.

El fin en Asia del triunvirato

El primer triunvirato en la historia de Roma, que en realidad no tenía forma política sino que era una alianza secreta, funcionó con el encanto de Julio César, la auctoritas de Cneo Pompeyo y el dinero de Marco Licinio Craso, uno de los más crueles y codiciosos romanos del periodo final de la república. Craso y Pompeyo se toleraron durante más de un lustro, pese a la hostilidad latente que había entre ambos, pero fue la emergente figura de un victorioso y joven Julio César lo que rompió definitivamente el equilibrio entre los tres.
Busto de Craso en el Museo del Louvre, París
Busto de Craso en el Museo del Louvre, París
La enemistad entre Pompeyo y Craso se había cimentado en la célebre rebelión de los esclavos protagonizada por Espartaco en el año 73 a.C, donde el primero robó el mérito a Craso cuando este mantenía cercado a los rebeldes. Craso, conocido en Roma por su enorme fortuna, solo pudo celebrar una ovación por su papel en la rebelión –dado que el Senado quiso restar importancia a la campaña, para evitar convertir en un mártir a Espartaco, y le negó el triunfo–, mientras Pompeyo incluyó la campaña contra los esclavos en las celebraciones de su segundo triunfo, concedido sobre todo por sus méritos en una campaña anterior en Hispania.
A pesar de ello, Pompeyo pactó con Craso repartirse en poder de Roma, alianza a la que más tarde se sumó el joven Julio César. Intimidado por el prestigio de uno y la pujanza del otro, Craso decidió comenzar una campaña militar en Siria para recordar a la República que él también era un buen comandante. Su elección fue conquistar Partia, un gran reino que se extendía más allá de Armenia, lo cual le valió numerosas críticas al conducir a Roma a una guerra innecesaria solo sujeta a sus intereses particulares. Y ciertamente no era el mejor enemigo para ganar fama rápida, como iba a descubrir con su vida.
A sus 60 años y tras 16 años sin tomar servicio activo, Craso partió a Siria, donde se entretuvo la mayor parte del año recaudando impuestos para financiar su expedición. En la primavera del 53 a.C. el comandante romano se dirigió al frente de siete legiones rebosantes de confianza a las entrañas de Partia. No obstante, los partos –que derrotarían años después también a Marco Antonio– conocían muy bien a su rival. A pesar de la caballería aliada y la infantería ligera, la gran carencia del ejército romano seguía siendo por entonces su lentitud y su vulnerabilidad en grandes llanuras. Las rápidas tropas partas, en cambio, se basaban en dos tipos de caballerías: los catafractos, caballería pesada armada de lanzas, y los veloces arqueros a caballo con sus poderosos arcos compuestos.
Cuando esa misma noche los hombres de Craso se lamían sus heridas, cundió de repente el pánico entre ellos y su ánimo se quebró sin que el anciano comandante tuviera fuerzas para reconducir la situación
Con todo, el primer enfrentamiento entre el ejército romano y los partos en Carras (la actual Harrán) terminó en empate, aunque la superioridad de la caballería parta y de sus arqueros montados se tradujo en un mayor número de bajas entre los romanos. Según Plutarco, las huestes romanas estaban formadas por siete legiones (unos 28.000 legionarios) de infantería pesada, 4.000 soldados ligeros y 4.000 jinetes de caballería. Cuando esa misma noche los hombres de Craso se lamían sus heridas, cundió de repente el pánico entre ellos y su ánimo se quebró sin que el anciano comandante tuviera fuerzas para reconducir la situación. Los romanos iniciaron una desordenada huida a pie perseguidos por la caballería parta, que causó la muerte o desaparición de 20.000 combatientes.

El enigma sobre el destino de los cautivos

Mientras trataba de negociar una tregua, Craso fue asesinado y su cabeza y manos enviadas al rey parto. Entre el mito y la realidad, Dión Casio sostiene que los partos le introdujeron oro líquido por la garganta para terminar con su vida, conocedores de su sed de riqueza. En Roma, su muerte abrió una brecha irreparable entre Julio César y Cneo Pompeyo, que derivó en una guerra civil donde se impuso el primero y más joven. En Asia, lo que provocó fue la dispersión en cien direcciones y la esclavización de miles de soldados romanos.
Una pequeña parte de los supervivientes logró volver a territorio romano, pero unos 10.000 fueron hechos prisioneros. De nuevo según el historiador Plutarco, los cautivos fueron conducidos a Seleucia del Tigris, cerca de la capital parca, donde serían obligados a tomar parte de una parodia lastimosa de desfile triunfal. Siguiendo una práctica habitual en este imperio, la mayoría de los prisioneros fueron trasladados a las fronteras más orientales para evitar su fuga y, además, emplear a estos veteranos en la defensa de su territorio. Fueron obligados con este fin a recorrer a pie 2.500 kilómetros hasta Alejandría de Margiana (la actual Merv).
Panel central del Sarcófago Ludovisi
Panel central del Sarcófago Ludovisi
En Roma se especuló durante años sobre el destino de los soldados cautivos y desaparecidos, aunque sin dar con una respuesta clara. Casi dos milenios después, un investigador norteamericano llamado Homer H. Dubs creyó haber hallado en 1950 indicios en fuentes chinas de que un grupo de estos cautivos acabó sus días en el gigante asiático. Según las crónicas de la dinastía Han, cuando un ejército chino del año 36 a.C. atacó a los xiongnu, pueblo nómada de la región del río Talas que amenazaba la Ruta de la Seda, los cronistas repararon en la presencia de un contingente de cien soldados de infantería que defendieron su posición con una formación semejante a las «escamas de pez», lo que se puede entender como la famosa estrategia del testudo.
Además, los cronistas recogen el uso por parte de estos soldados de una doble empalizada defensiva de madera en el exterior de la ciudad. La construcción de este tipo de campamentos eran algo fundamental para cualquier combatiente romano. Dada la cercanía de esta región en Asia central con la frontera parta, resultaba bastante plausible que se trataran de los supervivientes de la expedición de Craso.
El mismo nombre de la población, Liqian, podría hacer referencia a Li Qian, la forma en la que los chinos llamaban al Imperio romano
Los cronistas chinos cuenta que este extraño destacamento se batió con fiereza y, tras el ataque, el enemigo los llevó cautivos para emplearlo en la defensa de sus propias fronteras. Con este objeto, trasladaron a estos guerreros al asentamiento de Liqian, cerca de la actual Zhelaizhai, en la provincia china de Gansu. En opinión de los que defienden que eran soldados romanos, H. Dubs y otros especialistas en el periodo argumentan que el mismo nombre de la población, Liqian, podría hacer referencia a Li Qian, la forma en la que los chinos llamaban al Imperio romano.
La teoría no cuenta, sin embargo, con un respaldo mayoritario entre las filas académicas de hoy en día. Para muchos, faltan pruebas y sobran indicios indirectos y circunstanciales. Los estudios genéticos han refutado igualmente el mito extendido de que en la región hay un número fuera de lo común de personas con rasgos occidentales, y concretamente latinos, tales como narices aguileñas, cabellos rizados o la abundancia de ojos azules y verdes. Liqian fue destruida por los tibetanos en el siglo VIII.