Uniformados nigerianos revisan los restos de un coche bomba de Boko Haram. | REUTERS
¿Sabes que mientras posamos los ojos en Bruselas o París un primo hermano del Daesh, Boko Haram, asesina a decenas de personas cada día en Nigeria? En sus manos hay hoy miles de personas secuestradas y sólo en el pasado mes de febrero, sus carnicerías acabaron con la vida de un centenar de niños, quemados vivos en la localidad de Dalori.
Su brutalidad es aterradora. Ha dejado al menos 17.000 muertos en el norte de Nigeria, de mayoría musulmana, desde el año 2009, según informa la emisora RTL. Sólo en 2014, el último año del que se tienen estadísticas fiables, mató a más de 10.000 personas, según un recuento realizado por el Council on Foreign Relations. A final de 2014, este grupo terrorista controlaba un territorio del tamaño de Bélgica en Nigeria pero ha perdido posiciones debido a una ofensiva de las fuerzas de seguridad nigerianas en su contra. Todo, por el empeño de Boko Haram -que significa "la educación occidental es pecaminosa" en idioma hausa- de establecer un Estado islámico en Nigeria.
Esta misma madrugada, el Ejército nigeriano ha liberado a 829 rehenes del grupo terrorista y ha matado a 25 yihadistas, pero acciones de este calado son excepcionales y se cuentan por miles los secuestrados por estos integristas, especialmente proclives a hacerse con mujeres y niñas a las que usan como esclavas sexuales y a las que obligan a convertirse y a jurar fidelidad a su causa.
Esta situación desesperada es la que ha hecho este Viernes Santo que los tuiteros de todo el mundo se hayan sumado en masa a la etiqueta #PrayForNigeria, una respuesta al ombliguismo europeo con la que tratan de poner en primer plano en drama de Nigeria.
El Huffington Post
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