Ricardo Coaarsa
En la lista de posibles objetivos incautada al supuesto islamista figuran también el cuartel de la Guardia Real, el complejo policial de Canillas y la Comandancia de Sevilla.
El supuesto yihadista detenido en Parla (Madrid) la pasada semana tenía en su domicilio un vídeo con posibles objetivos que incluía a miembros del Gobierno de Pedro Sánchez, a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, al líder de Unidas Podemos Pablo Iglesias y a la presidenta de la Comunidad de Madrid Isabel Díaz Ayuso. Fuentes de la investigación –dirigida por el magistrado de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz y coordinada por la Fiscalía de este tribunal, que dirige Jesús Alonso– confirmaron a LA RAZÓN que entre esos objetivos figuraban también el estadio Santiago Bernabéu, el Camp Nou, la Audiencia Nacional y el aeropuerto de Barajas.
El vídeo figura entre el abundante material informático intervenido por los agentes de la Comisaría General de Información de la Policía –más de 7.000 gigabytes– al considerado responsable de Muntasir Media, la plataforma no oficial de Daesh encargada de la difusión masiva de propaganda de la organización terrorista.
Aunque analizar toda esa información llevará tiempo, los agentes han transcrito ya esa «lista de objetivos» que figuran en el vídeo, clasificados según diversas categorías. En la de políticos, además de la ministra de Justicia en funciones –y ex fiscal de la Audiencia Nacional especializada en yihadismo–, Dolores Delgado, como adelantó ayer El Mundo, aparecen también el titular de Exteriores, Josep Borrell, y la portavoz del Ejecutivo y ministra de Educación, Isabel Celaá.
Pero no son los únicos. También se hace referencia al ex ministro de Interior Juan Ignacio Zoido, ahora eurodiputado. Como «método de ataque» se apunta el «selectivo con arma corta» o la colocación de un artefacto tras el «seguimiento» del vehículo.
El supuesto yihadista, en prisión provisional por orden del juez Pedraz, quien le imputa un delito de integración en organización terrorista, llegó a amenazar incluso a otro magistrado del citado tribunal.
Las fuentes consultadas aseguran que el presunto terrorista, A. A. A. –de origen marroquí y 23 años de edad–, no tenía planes inmediatos de atentar ni consta que hubiese llevado a cabo seguimientos o vigilancias de esos posibles objetivos, aunque, subrayan, «se le ha detenido a tiempo antes de que diera un paso más». Por el momento, añaden, «no se han acreditado vínculos» con otros supuestos yihadistas, aunque los agentes siguen la pista de otro presunto terrorista, que ya está identificado aunque se encuentra en paradero desconocido, a quien enviaba vídeos de contenido radical islamista a través de la aplicación de mensajería Telegram (el empleo de aplicaciones muy seguras que permiten difundir mensajes masivos sin apenas riesgos es una de las premisas de Muntasir Media).
El listado de políticos no viene acompañado de sus domicilios. Sí se sitúa el foco sobre Dolores Delgado, a quien se califica como «primordial» y «mayor responsable», sin duda por su labor durante años como fiscal especializada en yihadismo en la Audiencia Nacional.
Además de los estadios del Real Madrid y Fútbol Club Barcelona, en la enumeración de esos objetivos encuadrados en la «sociedad y civilización “kuffar” (infiel)» se menciona la posibilidad de atentar contra «multitudes en Semana Santa, fiestas, conciertos».
«Localizar y aniquilar»
Además, junto a los escenarios identificados hay referencias a Gerona y Sant Feliu de Guixols sin precisar. Fuentes de la investigación llaman la atención sobre el hecho de que, por ejemplo, la dirección que se atribuye a la Audiencia Nacional no es la actual, sino la de la calle Prim, donde se trasladaron los juzgados de instrucción y la Sala de lo Penal durante las obras de reforma de la sede de la calle García Gutiérrez.
Más detalladas son las localizaciones donde atentar con «coche bomba», todas ellas con sus correspondientes coordenadas geográficas, que incluyen desde el Complejo Policial de Canillas y el cuartel de la Guardia Real «el Rey» de El Pardo (ambos en Madrid), hasta la comandancia de la Guardia Civil en Sevilla y la Jefatura de la Policía Local en Salamanca.
En el apartado de «policías y militares», a quienes se propone abatir «con arma corta o blanca» con un inequívoco preludio –«localizar y aniquilar»– se encuentran un miembro del Cuerpo Nacional de Policía y dos militares, junto a sus supuestos DNI. Los datos de domicilios y teléfono móvil que constan, sin embargo, se repiten, por lo que seguramente esos datos no se habían recabado aún. Asimismo, consta el nombre de un catedrático de la universidad de Málaga «educador y formador de adultos en centros de instituciones militares».
Entre los objetivos «estatales y económicos» cuyo «método de ataque» sería «masivo con explosivos» se relacionan una sucursal de Bankia en la plaza de Cataluña de Barcelona y «complejos comerciales» como El Corte Inglés de la avenida Puerta del Ángel y El Centre de la Vila, ambos en la ciudad condal. En Madrid, el objetivo es el aeropuerto de Barajas, pues se citan sus cuatro terminales (con un atentado en la T-4, precisamente, ETA rompió nueve meses de tregua en diciembre de 2006).
La Policía cree que el detenido –los agentes detuvieron también en la operación a su progenitor, que posteriormente fue puesto en libertad– era el único responsable de la plataforma Muntasir Media, cuyo objetivo era difundir mensajes de intimidación a través de internet.
Explosivo de la célula del 17-A
En el registro de su domicilio, los agentes hallaron un buen número de precursores químicos como el nitrato de amonio, además de peróxido de hidrógeno y metiletilcetona (MEK), elementos clave en la confección del denominado TATP o «madre de Satán», el explosivo más utilizado por los yihadistas y con el que los terroristas del 17-A pensaban atentar contra el Camp Nou y la Sagrada Familia.
En su domicilio la Policía se incautó igualmente de abundante material electrónico, teléfonos móviles que habían sido manipulados, relojes modificados que podían ser utilizados como temporizadores, una funda de chaleco antibala y una placa con balines adheridos a modo de metralla.
Asimismo, según consta en la nota facilitada por Interior, los agentes encontraron en la vivienda manuales manuscritos y croquis «muy detallados sobre los pasos a seguir para la confección de artefactos explosivos improvisados».
Para las Fuerzas de Seguridad, el detenido era el responsable de todos los vídeos con amenazas en castellano divulgados a través de internet entre finales de 2018 y 2019. Muntasir Media cuenta con ramificaciones internacionales y sus amenazas contra políticos se han diseminado por países como Francia e Inglaterra. Esta plataforma no oficial, según los investigadores, asumió la misión de difundir la propaganda yihadista «tras el colapso del núcleo central de su pretendido califato en Siria e Irak».
Al supuesto terrorista se le atribuyen «amplios conocimientos de seguridad informática», de los que se habría valido para llevar a cabo sus amenazas terroristas ocultando su identidad para dificultar su identificación y localización por las Fuerzas de Seguridad, una tarea que resultó a los agentes «extremadamente laboriosa y compleja».
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