lunes, 25 de septiembre de 2017

La semana de todos los peligros

EL PAÍS CATALUÑA-OPINIÓN
Lluís Bassets


Si queda algo de sensatez y responsabilidad no hay que esperar al 2 de octubre para empezar a dialogar.


Queda una semana y los augurios no pueden ser más nefastos. Lo peor está por llegar. El enroque es formidable, de un lado y del otro. Ni un paso atrás. La máquina judicial está en marcha y no hay duda alguna de que arrollará todo lo que encuentre a su paso. La movilización en la calle, de dudoso control, no ha hecho más que empezar, y puede desembocar en un intento de huelga general. Ambas dinámicas convergen en un concepto nefasto de nuestra historia, una grave figura penal que muchos venían pronunciando en sus grados de tentativa desde que Puigdemont iba enunciando sus propósitos pero que ahora toma cuerpo con las masas en la calle: la sedición.
El gobierno de Puigdemont sabe perfectamente que el referéndum no se celebrará. Ha sido disuelta la Sindicatura Electoral, el organismo “responsable de garantizar la transparencia y la objetividad del proceso electoral y el ejercicio efectivo de los derechos electorales”, con el objetivo de evitar la efectividad de las multas de 12.000 euros diarios acordada por el Tribunal Constitucional para sus miembros. Aunque es una forma reticente de obedecer al tribunal, el vicepresidente Junqueras aseguró que “este organismo ha hecho ya su trabajo” y que su disolución no afecta a la convocatoria a las urnas.
Las garantías que ofrecía la Sindicatura ya eran muy limitadas. Su creación y los nombramientos salen de las turbulentas sesiones parlamentarias de los días 6 y 7 de setiembre, en las que se aprobaron de forma antirreglamentaria y fraudulenta las dos leyes rupturistas con las que se pretendía organizar el plebiscito secesionista y proclamar al final los resultados, con el efecto ‘legal’ de activar el segundo de los textos ‘legales’, el que organiza la transición y la fundación de la República Catalana.
Ahora el organismo que debía garantizar todos estos pasos, la votación, el recuento y la proclamación de resultados, ha dejado de existir y en su lugar el gobierno de Puigdemont pretende que los síndicos destituidos trasladen la responsabilidad de su labor a una imprecisa agrupación de entes públicos, académicos y observadores internacionales, que sugieren el encargo de la tarea a una comisión sin cobertura legal alguna y el incumplimiento incluso de la ley del referéndum.
La última y discutida garantía acaba de fundirse, pero el gobierno secesionista sigue empeñado en proclamar que se celebrará y en seguir sustentando la ficción de que tiene instrumentos para que así sea. Puigdemont ha hecho todo lo que estaba en su mano, y mucho más, desoyendo cualquier criterio de prudencia y de legalidad. Ha desobedecido hasta límites que nadie hubiera podido pensar en un presidente salido de las filas de la antigua Convergència, pero dotado de una obstinación digna del militante más radical de la CUP. Ahora se ha visto perfectamente porque cayó Mas y fue él el elegido. El último paso del calvario convergente era que su presidente trabajara para Esquerra y para la CUP.
En esta semana de todos los peligros la obstinación de Puigdemont puede llevar a tirar dos piezas fundamentales del autogobierno a la hoguera de la movilización: el entero orden público y los medios de comunicación públicos. El daño que puede infligirse a sí mismo el gobierno catalán es enorme, pero es muy intensa la tentación de procurar un daño mayor al gobierno de Rajoy demostrando que la democracia española se cae a trozos en sus manos. Como Sansón que prefiere morir aplastado por el templo con todos los filisteos dentro, así están actuando los dirigentes del Procés. Saben que sin la recuperación de la competencia de orden público no hay autonomía y sin libertad de expresión no hay democracia. Si hasta ahora era más que discutible que la prohibición de contratar publicidad institucional de un referéndum ilegal por un tribunal fuera una auténtica limitación a la libertad de expresión, el control sobre los medios públicos catalanes desde el gobierno central no ofrecería ya ningún tipo de dudas a nadie.
Mossos y TV3 son los dos emblemas de éxito de la Cataluña autogobernada hasta hoy mismo, algo que no debieran olvidar ni unos, los que están dispuestos a tirarlos a la hoguera, ni los otros, que pueden tener la tentación de aprovechar la circunstancia para tirarlos a la hoguera. El optimismo indeclinable del soberanismo puede crear espejismos venenosos. De llegar hasta tal punto, será más difícil recuperar el autogobierno con sus competencias actuales que restaurar el prestigio de la democracia española dentro de Europa.
Dice el ex presidente de la Generalitat, José Montilla, que “después del 1 de octubre hará falta dialogar, negociar y pactar”. ¿No se puede hacer nada antes? “Pedir prudencia, proporcionalidad y tratar de evitar las provocaciones”. O algo todavía mejor: decirles basta a Puigdemont y a Rajoy. Ambos ya han demostrado hasta donde podían llegar. Cada uno tiene lo que quería, Puigdemont la desobediencia, Rajoy la autoridad del Estado. Si queda algo de sensatez y responsabilidad no hay que esperar al 2 de octubre para empezar a “dialogar, negociar y pactar”. Hay que hacerlo desde hoy mismo como pide Montilla.

Toda una vida con Serrat

EL PAÍS Cultura
Elvira Lindo

La libertad de expresión solo se mantiene viva si se ejerce. Y él lo hace.


Serrat, durante la rueda de prensa en Santiago de Chile. 

Mi vida sentimental se vertebra con las canciones de Serrat, es el creador de una de las bandas sonoras que he llevado en la memoria del corazón desde niña, a él he de agradecerle muchas cosas: el haberme despertado un interés por la poesía, introduciendo en mi sensibilidad adolescente los versos de Machado, Miguel Hernández o Joan Salvat Papasseit; el descubrir que la música podía contar la vida de los barrios humildes a los que él puso oído y prestó voz, y el amor por la lengua catalana. Es sabido que la letra con música entra mejor y la familiaridad que muchos tenemos hoy con ese idioma se la debemos en gran parte a él, a sus discos en catalán, entre los que Per al meu amic (1973) brilla como una joya rara y misteriosa. Todo esto lo he pensado muchas veces a lo largo del tiempo, no es que sus últimas declaraciones sobre el procés me hayan llevado a advertirlo. Serrat fue la primera persona a la que entrevisté, cuando tenía 19 años. Con la insensatez optimista de una rendida admiradora que recién había comenzado a trabajar en la radio me enteré del hotel en el que estaba, llamé, le pedí al de recepción que me pusiera con el señor Serrat pensando que no me haría ni puñetero caso, y tuve la suerte tonta de dar con un recepcionista poco celoso de la intimidad de sus clientes célebres. Me pasó con él sin más, y entonces la voz de mi ídolo contestó al otro lado del hilo telefónico tal y como sonaba en el tocadiscos de mi cuarto. Me recibió, me concedió un tiempo insólito, y si estaba enamorada antes de conocerlo en persona, después de aquello salí del hotel con un mareo emocional del que me costó recuperarme.
Esta mañana, cuando vi en el periódico las palabras que sobre la posible consulta del 1-O ha pronunciado en Santiago de Chile, mi memoria ha viajado muchos años atrás. Hasta 1975, el año en que la dictadura franquista ordenó la ejecución de varios miembros de ETA y el FRAP. Serrat se encontraba en aquellos días en México y desde allí condenó el régimen de Franco e hizo una firme declaración contra la pena de muerte. No era la primera vez que el artista se había manifestado en ese sentido, ya lo había hecho en 1970, en los tiempos del proceso de Burgos, pero en esta ocasión su postura le supuso un año de exilio. No invento sobre la marcha, no poetizo ni dramatizo el pasado si digo que las consecuencias de sus declaraciones sacudieron mi alma aún infantil: pensar que se calificaba a Serrat como un traidor a la patria no era algo que yo pudiera entender. Acababa de comprarme Para piel de manzana y en unos días me lo había aprendido de la primera canción a la última. Esperé impaciente y desasosegada a que mi padre llegara de trabajar. Le seguí hasta la habitación como hacía todos los días, porque mi padre era de esos hombres que aunque solo fuera por una hora se ponían el pijama para comer, y mientras le colgaba el traje por pura veneración de hija pequeña, le pregunté con ansiedad: “Pero, ¿por qué ha tenido que decir esas cosas si sabía lo que podía ocurrir?”. Yo era de derechas, como así suelen ser casi todos los niños en su deseo de que nada desordene el mundo en el que crecen, y no entendía que alguien se empeñara en hablar cuando lo prudente era quedarse callado. Mi padre sonrió, rumiando imagino cuán candorosa es la ignorancia de los niños, y me dejó sin respuesta. La vida me la dio, enseñándome por qué la nobleza estriba en decir lo que se piensa, aunque no sea del gusto de todos.
Ya no vivimos en una dictadura y Serrat, al que quiero aún más por las cosas que entonces no entendía, ha dicho lo que opina con claridad y sin alterarse sobre la peligrosa fractura social que se ha abierto en su tierra en estos días previos a la fecha señalada. “Independencia", ha dicho, "es una palabra hermosa que inflama el corazón de los jóvenes y moviliza a la gente”. Pero él, que siempre ha apoyado un referéndum y criticado la inactividad política del gobierno central, no ve transparentes ni democráticas estas maneras. Es coherente con lo que ha sido su trayectoria pública; ejemplar, además, porque la libertad de expresión solo se mantiene viva si se ejerce. Y él, en ese ejercicio de ensanchar la libertad a fuerza de decir lo que piensa, es un maestro.

La ilusión soberanista

EL PAÍS TRIBUNA-OPINIÓN
José Luis Pardo

Después de 40 años de hegemonía nacionalista y con la lengua como elemento identitario, en Cataluña se ha impuesto una visión que prescinde de los hechos, pero no por ello es menos eficaz para sumar adhesiones.


ENRIQUE FLORES


En la primera mitad del siglo pasado, el filósofo Bertrand Russell defendió con particular empeño la tesis de que una proposición es verdadera sólo si se corresponde con los hechos. Lo hizo contra los pragmatistas y los neopositivistas, que sostenían que las afirmaciones no se validan por los hechos sino por su coherencia con el marco interpretativo. A Russell le escandalizaba esta posición porque, según ella, una proposición falsa podría declararse verdadera si se construía un marco fantástico o ilusorio para interpretarla que fuera mayoritariamente aceptado. La historia cultural posterior ha dado la razón a los adversarios de Russell, y a él le ha convertido en un cascarrabias retrógrado, hasta el punto de que hoy día los gabinetes de prensa elaboran “hechos alternativos” para convertir en verdadera cualquier proposición, por muy fantasmagórica que sea. No siempre consiguen crear “una verdad alternativa”, pero logran sembrar la duda pública acerca de cuál es la realidad y cuál la ficción.
Me he acordado de todo esto al leer en algún sitio el reproche de que los independentistas catalanes “viven en una realidad paralela”. Una acusación no basada en hechos, sino en estadísticas: esa “alucinación colectiva” afectaría a menos de la mitad de los votantes de Cataluña (es decir, que el marco interpretativo independentista no es falso, sino minoritario). Pero los secesionistas recuerdan a diario a quien quiere escucharles que en torno a un 80% de los catalanes apoyan un referéndum de autodeterminación. Se objeta entonces que muchos de ellos votarían No en ese referéndum. Pero quien así razona ya ha caído en las garras de la ficción, porque un pueblo solo puede decidir integrarse o no en un Estado si ya es soberano y, por tanto, independiente. Es decir, que la independencia no es un resultado (posible) de ese referéndum, sino una condición (necesaria) de su mera convocatoria. De manera que, si sumamos al independentismo explícito de los convocantes del 1-O el soberanismo implícito de los partidarios del referéndum, resulta que el marco interpretativo mayoritario en Cataluña es el de quienes creen que tienen un “derecho a decidir” la forma del Estado español del que carecen el resto de sus compatriotas. Yo diría que esto es una ilusión, pero para hacerlo tendría que recurrir a los hechos —a los hechos jurídicos, en este caso—, no a la estadística, y ello me convertiría en un reaccionario tan obcecado como el viejo Lord Russell, y se me podría acusar de atentar contra las ilusiones colectivas.
El nacionalismo es la creencia en que los portadores de cierta identidad son superiores
Además, ¿cómo una ficción tan contraria a los hechos podría haberse convertido en mayoritaria? No de un día para otro, desde luego, sino durante 40 años de hegemonía nacionalista en Cataluña. Porque el nacionalismo es la creencia en que los portadores de cierta identidad son superiores a los que no la portan (y, por lo tanto, tienen más derechos que ellos). Yo diría de nuevo que eso es una ilusión pero los nacionalistas intentan evitar esa conclusión señalando un “hecho”: el hecho diferencial que les hace distintos, es decir, superiores. A diferencia del nacionalismo vasco, el catalán no busca este hecho en la genética sino en la cultura, en ese hecho de cultura que es la lengua. Durante los citados años de catalanismo triunfante, la política de inmersión lingüística ha actuado como dispositivo de naturalización del nacionalismo en Cataluña, identificando el “ser catalán” con “hablar catalán” (como lengua preferente), y el “hablar catalán” con “ser nacionalista”. Y hasta tal punto se ha “normalizado” esta identificación que el nacionalismo se ha convertido en Cataluña en una marca políticamente transversal que permite sistemáticamente ganar elecciones a derecha e izquierda. ¿Quién se atrevería ahora a contradecir a esa mayoría tan arraigada y recordar que, como habría dicho Nietzsche, no hay hechos diferenciales, sino interpretaciones diferenciales (o sea, supremacistas) de los hechos?
El soberanismo tiene una imagen de España como una continuación disimulada del fascismo
El éxito mayoritario de la ilusión nacionalista se basa, en este caso, en que no solamente aglutina a los buenos catalanes (los nacidos en la familia correcta con la correcta lengua materna) sino que, aunque no sea del todo cierto, también promete a quienes nacieron en familias equivocadas que podrán llegar a serlo si se catalanizan, es decir, si se nacionalizan y se normalizan, si se hacen nacionalistas. Y ello con el beneficio añadido de que esa conversión les dará una pátina de progresismo, pues como todo el mundo sabe el catalanismo es consustancialmente antifranquista y, por tanto, intachablemente democrático y hasta un poco revolucionario (por lo cual su alianza con la CUP, en contra de lo que suele decirse, no tiene nada de incongruente, pues es sabido que el capitalismo es asaz disolvente de las esencias nacionales). ¿Por qué es preciso actualmente ser antifranquista? En el terreno de los hechos, claro está, no tiene sentido alguno. Pero este es el punto en donde la ilusión mayoritaria se consolida como lo hacen todas las ficciones identitarias, fabricándose un enemigo (del cual aparecerá como víctima) a la altura de su supremacía. Y así es como ese 20% que en Cataluña se resiste al nacionalismo aferrándose a los hechos —que en este caso son los derechos constitucionales— ha sido convertido en la liga de los malos catalanes irreductibles (que no apoyan el referéndum y son reacios a que sus hijos estudien solo en catalán), espanyols analfabetos y alcoholizados que conducen enloquecidamente sus taxis por Las Ramblas escuchando a Jiménez Losantos, cantando a voz en cuello Suspiros de España y con el yugo y las flechas colgando del espejo retrovisor. Que es, por cierto, la imagen que el soberanismo ha construido de España: el “régimen del 78” como continuación disimulada del fascismo. No se dirá, pues, que “la profunda división” que afecta a la sociedad catalana es un hecho sobrevenido en los últimos años: hunde sus raíces en las políticas educativo-culturales continuadas durante décadas con el aplauso o la indiferencia de los partidos de alcance estatal que ahora se rasgan las vestiduras ante sus secuelas.

Este es, pues, el marco interpretativo dominante (absolutamente fantástico, pero no por eso ineficaz) en el cual la ficción soberanista se torna estrictamente coherente, como igualmente resulta coherente el corrimiento del espectro ideológico estatal en el que se ha insertado con sonados triunfos la nueva izquierda revolucionaria nacida del 15M, y debido al cual quienes a principios de siglo eran de izquierdas (pero no nacionalistas ni anticapitalistas), sin necesidad de haber cambiado de ideas y de acuerdo con las nuevas coordenadas interpretativas, han acabado situados en el hondo pozo del facherío, muy a la derecha de Marine Le Pen o de Trump, que al menos luchan contra el establishment (es decir, al menos son nacionalistas y, por lo tanto, progresistas). Que es —se lo advierto— donde terminarán ustedes si se les ocurre, como al incombustible Bertrand Russell, invocar la correspondencia con los hechos como fundamento de la verdad en lugar de aceptar la más hodierna teoría de la verdad como coherencia con el delirio dominante.

May propone una transición de dos años tras el Brexit. 4º ESO-Economía

La primera ministra británica intenta desbloquear la negociación con Bruselas con un discurso en Florencia.
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La aventura de Elcano por el Pacífico y otras grandes expediciones españolas. 3º ESO

EL PAÍS ESPAÑA

Fundación Mutua Madrileña rememora con un ciclo de charlas la primera vuelta al mundo.


Retrato de Juan Sebastián Elcano. 

Serrat cree que el referéndum del 1-O no puede "representar a nadie": "No es transparente"

http://www.huffingtonpost.es

La opinión den cantautor divide las redes sociales.


EFE


"Este tipo de referéndum a mí no me da la sensación de que pueda representar a nadie". El cantante español Joan Manuel Serrat ha afirmado este jueves que la convocatoria del referéndum independentista del 1 de octubre "no es transparente" y alertó de la "gran fractura social" que se ha creado en Cataluña.
"La convocatoria del referéndum en Cataluña no es transparente porque está creada con una ley elaborada por el Parlament pero a espaldas de los demás miembros del Parlament", dijo Serrat en Chile, donde el sábado actuará junto a Ana Belén, Miguel Ríos y Víctor Manuel en la gira El Gusto es Nuestro 20 años.
El artista catalán puntualizó que es "favorable" a los referéndum, pero criticó que en el caso catalán las fuerzas soberanistas lo convocaron con una "ley exprés" y sin dejar margen al diálogo.
"Se han hecho estas leyes de un día para otro, sin discusiones, sin que hubiera unas enmiendas", apuntó.
CORTINA DE HUMO
Serrat opinó que tanto a la Generalitat como al Gobierno central les convenía mantener el conflicto para "tapar unos años de recortes económicos y corrupción política".
"Esto ha desaparecido de la información y todo ha quedado centrado en este sentimiento, por otra parte tan justo como cualquier otro, del independentismo", dijo el cantante, que criticó al gobernante Partido Popular (PP) y al que consideró "responsable de todo lo que está ocurriendo".
Serrat afirmó que independencia es "una palabra hermosa que inflama el corazón de los jóvenes y que moviliza a las gentes", pero cuestionó las consecuencias prácticas que tendría para Cataluña en áreas como la salud, la sanidad y la salida de la Unión Europea (UE).
"Esto crea en Cataluña una situación de una gran fractura social que a mi modo de ver, va a costar muchísimo tiempo recuperar", manifestó el cantautor.
Las palabras de Serrat no han pasado desapercibidas en Twitter, donde se ha provocado una división de opiniones:

Ni reino, ni país catalán.

La gran mentira del Estado catalán.
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Prisionera de Boko Haram aun después de ser liberada: «La gente teme que les haga daño». 4º ESO

Rebeca, que sobrevivió a las torturas y violaciones del grupo terrorista más sanguinario del mundo, cuenta a ABC su huida hacia a la libertad y los problemas de ser una «mujer Boko Haram»
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La gran mentira del 'Estado catalán', el falso país aplastado tres veces por España desde 1873.


En varias ocasiones se ha proclamado de forma ilegal en el siglo XIX la independencia de la región, y en todas ha sido acallada por la legitimidad y el apoyo social al gobierno central.
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Josep Borrell: "En Cataluña, al que cuestione la independencia lo linchan"

http://www.huffingtonpost.es
Carlos Carnicero Urabayen

Entrevista con Josep Borrell: "La propaganda de 'España nos roba' no ha sido desmentida por casi nadie".


Josep Borrell (Puebla de Segur, 1947) está de paso por Bruselas presentando su último libro "Escucha Cataluña, escucha España", que ha escrito junto a Francesc de Carreras, Juan-José López Burniol y Josep Piqué. Tiene ganas de alzar su voz en medio del caos catalán y sus palabras despiertan interés, a juzgar por el aforo que ha juntado en una librería un martes por la tarde.
Su experiencia como Ministro de Obras Públicas (1991-1996), candidato efímero del PSOE a la presidencia del gobierno (1998), presidente del Parlamento Europeo (2004-2007) y presidente del Instituto Europeo de Florencia (2010-2012), le confieren una visión de largo recorrido, dentro y fuera de España. Horas antes de presentar su libro, Josep Borrell ha conversado con El HuffPost.
Le iba a preguntar cómo hemos llegado hasta aquí, pero hay una anécdota que da algunas claves. Al ser elegido presidente del parlamento Europeo en 2004 usted se presenta como catalán, español y europeo. Un día regresa a los Pirineos y en una vieja masía ve un mensaje escrito: "Aquí només som Catalans" [Aquí solo somos catalanes]. ¿Se ha impuesto la idea de que el verdadero catalán es sólo catalán?
Para los catalanes partidarios de la independencia, sólo son catalanes ellos. Y lo dicen con todas las letras. El conseller de la presidencia de la Generalitat ha dicho: "los que no están a favor del referéndum no son ciudadanos". Es aterrador. Es decir, los que no están de acuerdo conmigo no pertenecen a la comunidad política. No son ciudadanos, son súbditos. Hace falta ser un descerebrado total para decir esta clase de cosas, pero las dicen. Creo que se lo creen.

CARLOS CARNICERO
Debe de ser difícil una discusión política si se establecen dos categorías en las que unos ciudadanos son superiores a otros. Unos son los buenos catalanes y los otros, los malos.
O traidores. Cataluña para ellos es una entidad pre-existente a la Constitución y es la democracia más antigua de Europa según [Artur] Mas y otras estupideces históricas. Los que no están de acuerdo con esta visión historicista pues son unos traidores.
La sociedad catalana está partida en dos y ellos se esfuerzan por mantener el mito del "sol poble" [un solo pueblo]. Lo decía el otro día Puigdemont, "no subestimeu la força del poble de Catalunya". Oiga, el pueblo de Cataluña está dividido en dos mitades. Cuando hicieron unas elecciones plebiscitarias en 2015 el 48% votó independentista frente al 52%. No existe la unidad del poble pero ellos necesitan mantener este mito.
¿Por qué está tan callado uno de esos dos pueblos?
Por temor, por comodidad, por desidia y porque no tenemos los componentes épicos que tiene el independentismo: una épica, una bandera, un himno que pueden cantar y otro himno al que pueden silbar. Tiene un componente romántico, la ensoñación de crear un país nuevo libre de corrupción y todas esas cosas que, como se sabe, en Cataluña nunca ha habido... Ello crea una dinámica colectiva engatusadora. Los demás, la otra parte, no la tienen. No se atreven a sacar su bandera, no tienen un himno que cantar, una historia en la que ensoñarse. Ya se han encargado de hacer una similitud entre España y franquismo.
En Cataluña, al que cuestione la independencia lo linchan
En estos momentos críticos, ¿se le debe exigir a toda esa gente que dé un paso al frente?
En Cataluña declararte contra la ideología dominante tiene sus costes. Para mucha gente puede suponerle un problema para la convivencia cotidiana, el acceso al puesto de trabajo, los beneficios o las subvenciones.
Deberíamos pedirles a los que se han callado hasta ahora que hablen y se manifiesten. Pero eso hay que empezar haciéndolo por arriba. No hay que empezar por el más débil, sino por el más fuerte. Cuando gente como Serrat han estado callados durante bastante tiempo... Cuando han hablado les han linchado. Le linchan en el sentido virtual del término, pero le linchan. Le ha pasado al director de El Periódico. Es un linchamiento moral. Al que cuestione la independencia, lo linchan. Y además ahora con las redes sociales, que se han convertido en un gran estercolero, pues peor todavía.
El PSC tiene que hacer una profunda autocrítica
En la consolidación hegemónica del nacionalismo en Cataluña, hay quien señala también cierta responsabilidad en el Partido Socialista de Cataluña (PSC). Antonio Muñoz Molina en su libro "Todo lo que era sólido", dice que "primero se hizo compatible ser de izquierdas y nacionalista. Después se hizo obligatorio". ¿Hace autocrítica?
Sin duda. El PSC tiene que hacer una profunda autocrítica porque en algún momento ha tenido una posición ambigua que era fruto de sus contradicciones internas, porque dentro había gente filo-neo independentista. Su catalanismo era una forma de no llamarse nacionalista y ocultaba un deseo independentista. El delegado del Govern de la Generalitat en Madrid, que fue conseller de cultura con Maragall o el hermano del propio Maragall y otros consellers eran independentistas, pero formaban parte del mismo partido. Cuando las tensiones se agudizaron, terminaron saliendo. Miguel Iceta ha reconstruido una unidad con una posición clara. Se han dado cuenta que el "derecho a decidir" era el trampantojo de la independencia. Si hay que votar, que habrá que votar, habrá que votar una reforma de la Constitución que permita un estatuto que no sea inconstitucional.
CARLOS CARNICERO
Si bien los nacionalistas han construido su sueño, del otro lado parece que hay una especie de resignación con el statu quo.
Eso que dices lo decía también Chrétien, primer ministro canadiense, cuando hablaba con Cameron. Defender la independencia es defender una ilusión, un sueño, una ruptura... La no independencia es mantener el statu quo que siempre es menos ilusionante y tiene menos vis atractiva. Y, si mezclas la independencia con la ruptura con el sistema, como hacen en Cataluña algunos, es una forma de construir un nuevo estado anticapitalista. Si encima ya le pones esta carga de futuro pues no es extraño que resulte epidérmicamente más atractiva.
Que sea Mas quien diga que Cataluña será como Dinamarca tiene muchos bemoles
¿Por qué no ha erosionado la corrupción en Cataluña el viaje independentista de quienes prometen ser la Dinamarca del sur?
Que sea Mas quien diga que Cataluña será como Dinamarca tiene muchos bemoles. Supongo que en esa Dinamarca no habrá palaus de la música, ni 3%. Con toda la jeta lo atribuyen a la contaminación que supone pertenecer al Estado español. Parece infantil esa explicación, pero es la que se da.
La propaganda de 'España nos roba' no ha sido desmentida por casi nadie
La independencia no es nueva, pero su principal pulso ha coincidido con una gran crisis en España, con unos costes sociales muy elevados, con mucha corrupción. Sin embargo, ahora que la economía comienza a ir mejor no parece que esa tensión se reduzca.
Sí ha bajado. El pico de la ola lo hemos dejado atrás. Las encuestas muestran algunos puntos porcentuales menos a favor del independentismo. Lo que no ha bajado es el fervor de los partidarios. La crisis ha tenido mucho que ver y el discurso de "España nos roba". Los brexiteers [partidarios del Brexit] reconocen que triunfaron gracias a propagar la idea de que tendrían mucho más dinero para el NHS [servicio nacional de salud] y que sin eso no hubieran ganado. En Cataluña sin el machacón discurso de los 16.000 millones y la perspectiva de que tendríamos mucho más en un momento en que hay mucho menos ha jugado un papel determinante. Crisis más discurso "España nos roba" ha llevado a la situación actual. Esa propaganda no ha sido desmentida por casi nadie.
Cuando mi novia se enfada conmigo le mando flores. Hay que crear afecto, pero el afecto no lo hemos creado
¿Por qué no se ha hecho desde el otro lado un esfuerzo pedagógico por contraponer datos y argumentos?
Es el gran reproche que hay que hacer a todos los gobiernos españoles, los actuales y también los de Zapatero. No se tomaron la molestia de hacer una tarea de explicación. No me refiero a que un día salga un ministro y diga dos cosas. Me refiero a una lluvia fina y permanente, sistemática, que empape las conciencias, como los independentistas han hecho a través de los periódicos creados ad hoc, a través de TV3, de la propaganda institucional. Junqueras se ha pasado su vida recorriendo Cataluña diciendo en todas partes: "Con lo que nos roban no tendríamos ninguna pena" ....
Más allá de contraponer argumentos, muchos en Cataluña se sienten rechazados
Hay que culpar mucho a los gobiernos españoles por haber ignorado la creación de un estado de opinión. Cuando mi novia se enfada conmigo le mando flores. Hay que crear afecto, pero el afecto no lo hemos creado. Tampoco es que hayamos creado desafecto, hemos creado desatención, hemos dejado que las razones del desafecto se extendieran en la conciencia de la gente.
Históricamente los nacionalismos son egoísmos que acaban siempre en conflicto
¿Los 16.000 euros del 'España nos roba' son los 350 millones de libras semanales que prometieron que ahorrarían los del Brexit?
Incluso utilizan la misma analogía porque los brexiteers dicen que con ese dinero construirían un hospital nuevo a la semana y Junqueras decía que construirían un hospital nuevo al día.
En su libro dice que Oriol Junqueras y Nigel Farage son como dos gotas de agua. Pero Junqueras dirige un partido que es de izquierdas y republicano y Farage uno de extrema derecha y xenófobo...
Su discurso es el mismo. El "nosotros solos nos lo montamos mejor y los demás nos roban". Si nos dejaran solos, haríamos un país mejor que no tendríamos que compartirlo con estos del continente o con estos del sur. ¿Y yo por qué tengo que ser más solidario con un andaluz que con un señor de Marruecos? Para los UKIP, lo mismo pero con un señor de Rumanía. Tienen la misma apreciación del mundo, nacionalismo-egoísmo. Junqueras dice que es de izquierdas, pero....
La palabra nación como la palabra religión son dos de los grandes asesinos de la historia
¿Se puede ser de izquierdas y nacionalista?
Creo que no. Bueno hay nacionalismos y nacionalismos. Es como la palabra nación que es polisémica. El nacionalismo de ciudadano de pertenencia a una comunidad con sus raíces históricas, sus perfiles culturales y lingüísticos, etc. Y luego está el nacionalismo etnicista. "La nación es la tierra y los muertos", decía Barrès. Y luego está el nacionalismo cívico como nación de ciudadanos. No hay que menospreciar el sentimiento que provoca el pertenecer a un colectivo con sus propias características. Pero históricamente los nacionalismos son egoísmos que acaban siempre en conflicto.
Mitterrand dijo en un discurso en el Parlamento Europeo: "el nacionalismo es la guerra"
El nacionalismo siempre es la contraposición de yo contra el otro. Por eso yo soy lo menos nacionalista que se fabrica. La palabra nación como la palabra religión son dos de los grandes asesinos de la historia. Nadie ha causado tantos muertos y sufrimientos como las naciones y las religiones. Han conducido a la humanidad a las mayores hecatombes.
¿Por qué las grandes empresas catalanas no han dicho ni mu?
¿Son conscientes los impulsores del proceso independentista de lo delicado que es empujar unos sentimientos nacionales contra otros, dados los precedentes históricos?
Ellos te dirán que el nacionalismo catalán es democrático, pacífico, la revolución de las sonrisas, todo el mundo es feliz. Y esto es la bonhomie; vamos a las manifestaciones con los niños en la cuna.... Pero cuando ves la oleada de violencia verbal que se ha desatado hoy en día, el linchamiento al que se somete al disidente pues uno empieza a temer que hemos pasado de la revolución de las sonrisas a la de los insultos.
¿A la clase empresarial catalana no le preocupan sus propios intereses?
Yo no sé si la burguesía catalana se da cuenta de que el camino para la independencia pasa por constituir una república popular. Sin la CUP no lo van a hacer y la CUP lo que les va a exigir es la instauración de una república popular. No sé si son conscientes o no.
Cataluña se ha instalado en un realismo mágico. No sé cómo será su despertar
¿No hay estado de alarma?
Todavía no. Bueno, si hablas con empresarios, empiezan a preocuparse. Pero una vez más se callan. ¿Por qué las grandes empresas catalanas no han dicho ni mu? Porque ya no son catalanas. ¿La Caixa es una empresa catalana? ¿En qué? En su origen, nombre fundación, pero ¿de dónde saca sus depósitos? ¿Dónde tiene sus clientes e inversiones? ¿Gas natural es catalana? Pues tampoco. Entonces el pequeño empresariado sí le ve las orejas al lobo. Hay cosas sorprendentes como lo de [Juan] Rosell que dice que entre la sumisión y la independencia hay caminos intermedios, pero ¡cómo que sumisión! ¿De qué me está usted hablando?
Cataluña se ha instalado en un realismo mágico. No sé cómo será su despertar. Puede pasar cualquier cosa. Los líderes de este movimiento personificados por Forcadell y Puigdemont aspiran al martirologio. Martirologio low-cost.
¿Cree que es real la posibilidad de una declaración unilateral de independencia?
Bueno, eso es lo que ellos dicen. Lo que sí te puedo decir es que en Bruselas hay una enorme preocupación por eso. Se empieza a pensar en que esto puede derivar en la mayor crisis institucional que ha vivido Europa desde la caída del Muro de Berlín, un fenómeno, por otro lado, que nada tiene que ver con esto. Sería una alteración de las fronteras contraria a Derecho y eso no ha ocurrido en la Unión Europea desde finales de la II Guerra Mundial.
Si de verdad quisieran hacer un diálogo sin condiciones, suspenderían la convocatoria del referéndum
La Comisión Europea no quiere intervenir. Repite lo mismo desde 2004: que si una región se separa de un Estado miembro saldrá de la UE y deberá solicitar entrar de nuevo. Dada la alarma que usted menciona, ¿por qué no toma iniciativa alguna?
Ellos dicen que es un problema interno, pero son bien conscientes de que eso puede producir un efecto dominó. No olvidemos que el Véneto también planteó un referéndum de autodeterminación y el tribunal constitucional italiano decretó su inconstitucionalidad. Tenemos aquí en Bélgica a Flandes o Baviera en Alemania. Constituciones como la francesa, la italiana, la alemana o la americana son constituciones mucho más rígidas que la española, que dice que la independencia no vale, pero acepta que pueda valer, mientras que las otras constituciones ni siquiera aceptan la idea porque son irreformables. Empiezan diciendo: este es un país unitario, indivisible y no es aceptable ningún proceso de reforma constitucional que ponga en duda este principio. Cuando Mas dice es que la Constitución Española es de baja intensidad democrática, oiga pues éstas, no vea usted. Pero eso no hay nadie que lo explique, ni siquiera el gobierno español.
¿Debe aceptar Rajoy la oferta de diálogo de Puigdemont y Colau?
Si de verdad quisieran hacer un diálogo sin condiciones, suspenderían la convocatoria del referéndum. Sería una muestra de que realmente quieren negociar. Tú puedes desafiar al Estado y puedes ganar o perder el desafío, pero no puedes desafiar y negociar al mismo tiempo. Eso no es una carta a Rajoy con copia al Financial Times, es una copia al Financial Times con copia a Rajoy. Está hecho para que el mundo perciba que los buenos son ellos.
Colau es capaz de ir a una manifestación con cuya convocatoria no está de acuerdo
¿Qué le parece el papel que está jugando la alcaldesa de Barcelona? Dice que quiere facilitar la participación el 1-O pero a la vez reconoce que no es un referéndum con garantías.
Es el estilo Colau. Ella es capaz de ir a una manifestación con cuya convocatoria no está de acuerdo. El cultivo de la ambigüedad hasta ahora le ha dado buenos resultados.
CARLOS CARNICERO
¿Se puede ser ambiguo en el momento actual?
Parece que sí porque en sus bases, al parecer, hay unos que opinan una cosa y otros que opinan otra. He intentado entenderla, pero he llegado a la conclusión, quizá equivocada, de que es una soberanista no independentista. Mientras esa actitud le de beneficios la seguirá ejercitando.
A Podemos su posición le costará cara en el conjunto de España
¿Cómo ve la actitud de Podemos?
A Podemos su posición le costará cara en el conjunto de España. Hoy la gran línea divisoria en la política española separa a aquellos que creemos que la soberanía reside en el conjunto del pueblo español y por tanto no es divisible y la otra que creen que la soberanía es troceable. O sea que Cataluña es soberana pero ya puestos, ¿por qué no Murcia? Esta es la línea divisoria que hoy coloca a Podemos al otro lado. Podemos niega la soberanía nacional. Es un elemento de inestabilidad que choca con la percepción que tienen la mayoría de españoles sobre lo que es un país. Espero que les cueste caro.
Podemos lleva tiempo reivindicando el "derecho a decidir" y no parece que les haya ido mal.
Podemos se ha situado del lado de la señora Colau. No son independentistas, pero son soberanistas. Es decir, los pueblos de España, los que sean, tienen derecho a la autodeterminación. Eso no ocurre en ningún país del mundo civilizado. Si esa es su concepción del país, creo que la mayoría de españoles no la comparten.
El catalán normal desde la mañana hasta que se acuesta está bombardeado por el mismo discurso: un discurso de odio a España
¿Por qué les cuesta denunciar que se está vulnerando el Estado de derecho? Iglesias repite que la mayor amenaza para la democracia es Rajoy.
Rajoy es el perfecto alibi para justificar cualquiera trapisonda del nacionalismo. Como Rajoy es muy malo, los demás que hagan lo que quieran. Circula en las redes: el problema es el referéndum de Cataluña, ¿no será el problema lo que nos ha costado la crisis bancaria? ¿No será el problema Bárcenas? Sí, sí, claro que es un problema, pero es que ¡la peste no justifica el cólera!
¿Está el PSOE unido para los días que se avecinan?
Sí. Está consiguiendo un buen equilibrio entre ponerse del lado del gobierno para defender la legalidad y para hacer frente a ese golpe de Estado – llamemos a las cosas por su nombre – pero al mismo tiempo también está adoptando una actitud diferenciada. Lo dijo Pedro Sánchez: puede que Rajoy tenga que hacer lo que no quiere hacer porque en su día no hizo lo que tenía que hacer. Hemos llegado hasta aquí porque el gobierno en su día no se tomó suficientemente en serio lo que estaba pasando. No han hecho una campaña de información y contrapropaganda. El catalán normal desde la mañana hasta que se acuesta está bombardeado por el mismo discurso: un discurso de odio a España.
¿Si el gobierno invoca el artículo 155 cree que el PSOE debe apoyarlo?
El artículo 155 lo hemos diabolizado sin saber bien por qué. No es una bomba atómica que se tira y se hunde el sistema autonómico. El artículo está copiado de la Constitución alemana. Si una autoridad no cumple con la ley, pues otra autoridad tendrá que intervenir para que la cumpla. Es normal que si un sistema de varios niveles uno de ellos se niega a cumplir con la legalidad vigente pues el gobierno tenga que intervenir para que lo haga, para las grandes y para las pequeñas cosas. También ahí hemos pecado por ignorancia. No sé si terminarán aplicando el artículo. Depende de los incumplimientos de la ley, pero vamos ya hay unos cuantos.... No soy jurista. No sé en qué momento corresponde hacerlo. Pero sí sé que no es una aberración. Es un artículo copiado de una constitución como la alemana.
Si se declara la independencia unilateral el 1 o el 2 de octubre, ¿qué sucederá?
No me quiero poner en la peor situación. Espero que la reacción de los ciudadanos no lo permita. Hay que explicar a los ciudadanos por qué no deben participar en este referéndum.
Parece un fracaso del europeísmo que la adhesión de España a la UE en 1986 no haya sido capaz de normalizar la idea de vivir con identidades plurales, que es la esencia del proyecto europeo.
Quizás no se han dado cuenta los independentistas que están negando el europeísmo. Su acción representa lo contrario de lo que significa ser europeo. Sus discursos se sitúan fuera del ideal europeísta. Si tú no puedes tener más que una identidad propia y no te sientes capaz de convivir con aquellos que has convivido a lo largo de toda la historia .... Europa es precisamente la capacidad de convivir con el otro de una forma cada vez más integrada.