Al menos 58 personas -más de la mitad de ellas civiles- han muerto este domingo en varias explosiones registradas en el suburbio de Sayida Zeinab de Damasco, al sureste de la capital siria y de mayoría chií, según ha informado el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Según la ONG radicada en Londres pero con observadores en suelo sirio, entre las víctimas hay 25 milicianos chiíes fieles al régimen del presidente Bachar al Asad, de nacionalidad siria y extranjera. Los leales al régimen eran, al parecer, el objetivo de las bombas. El Observatorio no descartó que el número de fallecidos aumente porque entre los heridos hay casos graves.
La matanza se produce justo cuando en Ginebra (Suiza) se trata de negociar una salida política al conflicto sirio, viejo de cinco años.
Por su parte, la agencia oficial siria de noticias, SANA, anunció anteriormente que al menos 45 "mártires" perdieron la vida en esos "atentados cobardes". Según la agencia, que citó una fuente del Ministerio de Interior sirio, un coche bomba explotó en una parada de autobuses en la zona de Ku Sudán. Después dos "terroristas" hicieron explotar los cinturones que llevaban adosados al cuerpo cuando los ciudadanos se congregaron para ayudar a los heridos causados por el primer ataque, añadió SANA. Al parecer, hay 40 heridos, varios de ellos en estado grave.
Según el Observatorio Sirio, se produjeron dos explosiones, la primera de ellas perpetrada por un suicida que detonó el cinturón que llevaba adosado al cuerpo y la segunda por un coche bomba en un puesto de control en la zona de Sayida Zeinab.
EL ESTADO ISLÁMICO LO REIVINDICA
La rama del grupo yihadista Estado Islámico (EI, ISIS o Daesh) en Damasco, Wilayat Dimashq, asumió de seguido la autoría del atentado, llevado a cabo por dos terroristas suicidas "contra un nido de los apóstatas politeístas", según un comunicado difundido a través de internet. El Daesh aseguró que el ataque provocó la muerte a cerca de 50 personas y heridas a otras 120. Por supuesto, este grupo no está representado en las negociaciones que se acometen en Suiza, por lo que se entiende este ataque como un golpe más al proceso.
Sayida Zeinab se encuentra a unos 17 kilómetros al sur de Damasco y está protegido por el grupo chií libanés Hizbulá, cuyos líderes han repetido en varias ocasiones que velan por las áreas y santuarios chiíes de los ataques de los insurgentes suníes en Siria. Sus milicianos pelean al lado de los de Asad.
En esta zona se encuentra la mezquita chií del mismo nombre, lugar de peregrinación de los fieles de esta rama del islam y que en el pasado ya fue objeto de otros ataques.
El Huffingtonpost
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