jueves, 25 de febrero de 2016

Obtienen la imagen más refinada de la Vía Láctea desde el cielo del sur. 1ºESO

Una espectacular nueva imagen de la Vía Láctea. Eso

Una espectacular nueva imagen de la Vía Láctea ha sido revelada con la culminación del rastreo de la galaxia mediante el telescopio APEX (Atacama Pathfinder Experiment), ubicado en Chile. A través de la encuesta ATLASGAL (APEX Telescope Large Area Survey of the Galaxy), este telescopio ha observado el área completa del plano galáctico visible desde el hemisferio sur, por primera vez en longitudes de onda submilimétricas -entre la luz infrarroja y las ondas de radio- y de forma más precisa que las encuestas recientes basadas en el espacio. El telescopio pionera APEX de 12 metros permite a los astrónomos estudiar el Universo frío: el gas y el polvo sólo unas pocas decenas de grados por encima del cero absoluto.
La imagen proporciona una vista detallada de la distribución densa de gas frío a lo largo del plano de la Vía Láctea. Incluye la mayoría de las regiones de formación de estrellas en la Vía Láctea austral.
Los nuevos mapas ATLASGAL cubren un área del cielo 140 grados de longitud y 3 grados de ancho, más de cuatro veces más grande que la primera versión ATLASGAL. Según un comunicado del European Southern Observatory (ESO), el sondeo ATLASGAL es el gran programa individual más exitoso de APEX, con casi 70 artículos científicos asociados ya publicados, y su legado se ampliará mucho más con todos los productos de datos reducidos disponibles desde ahora para toda la comunidad astronómica.
En el corazón de APEX se encuentran sus sensibles instrumentos. Uno de ellos, LABOCA (de LArge Bolometer CAmera, gran cámara bolómetro) fue utilizado para el sondeo ATLASGAL. LABOCA mide la radiación entrante registrando los pequeños aumentos de temperatura que provoca en sus detectores, y puede captar emisiones de las bandas de polvo oscuro y frío que oscurecen la luz estelar.
Nueva versión
La nueva versión de ATLASGAL, complementa observaciones del satélite Planck de la ESA. La combinación de los datos de Planck y APEX permitieron a los astrónomos detectar emisiones repartidas en un área mayor del cielo y, a partir de ahí, estimar la fracción de gas denso que hay en el interior de la galaxia. Los datos de ATLASGAL también fueron utilizados para crear un censo completo de nubes frías y masivas en las que se están formando las nuevas generaciones de estrellas.
"ATLASGAL nos permite obtener información reveladora sobre dónde se forma la siguiente generación de cúmulos y de estrellas masivas. Combinando estas observaciones con las de Planck, ahora podemos encontrar una relación con las estructuras a gran escala de nubes moleculares gigantes", comenta Timea Csengeri, del Instituto Max Planck de Radio astronomía (MPIfR), en Bonn (Alemania), quien dirigió el trabajo de combinar los datos de APEX y Planck.
Leonardo Testi (ESO), miembro del equipo ATLASGAL y científico del proyecto europeo para el proyecto ALMA, concluye: "Gracias a ATLASGAL tenemos una nueva y transformadora forma de ver el denso medio interestelar de nuestra propia galaxia, la Vía Láctea. La nueva versión del sondeo completo abre la posibilidad de explotar este maravilloso conjunto de datos para llevar a cabo nuevos descubrimientos. Muchos equipos de científicos ya están utilizando los datos ATLASGAL para planificar con detalle sus posteriores observaciones con ALMA".
LA RAZÓN.es


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