Ilustración de una explosión nova clásica. K. ULACZYK-WARSAW UNIVERSITY OBSERVATORY
Un estudio indica que la transferencia de materia desencadenó la reacción termonuclear que produjo la explosión.
Astrónomos polacos han observado una
estrella enana blanca antes y después de que produjera una explosión conocida
como nova. El estudio, centrado en Nova Centauri 2009, proporciona nueva
información sobre este brillante evento asociado a la
transferencia de materia desde una estrella compañera. Las
estrellas enanas blancas que forman parte de un sistema binario, donde otra
estrella las transfiere material, a veces sufren un brillante estallido
termonuclear llamado nova. No hay que confundirlo con las supernovas, explosiones
estelares mucho más energéticas y luminosas.
Una de estas novas, llamada Nova
Centauri 2009, entró en erupción en el sistema de la estrella V1213 Cen en mayo
de 2009, pero desde mucho antes ya estaba siendo monitorizada por científicos
polacos del experimento de lente gravitacional óptica (OGLE, por sus siglas en
inglés). Con datos recogidos desde 2003, el astrofísico Przemek Mróz y otros
colegas del Observatorio Astronómico de Varsovia detectaron pequeñas
explosiones o aumentos del brillo (outbursts) en la
enana blanca durante los seis años que precedieron al gran
estallido. "Esto implica una baja tasa de transferencia de masa
entre las dos estrellas durante ese periodo", señalan los investigadores
en su estudio, que publican esta semana en la revista Nature.
Reacción termonuclear
Los autores informan que la erupción
nova ocurrió en los seis días posteriores al inicio del último outburst, "lo que indica que la materia arrojada sobre la enana blanca durante ese tiempo
desencadenó la reacción termonuclear que condujo a la
explosión". Además, los astrónomos han comprobado que la tasa de traspaso
de material (sobre todo hidrógeno) aumentó considerablemente después de la
explosión de 2009 y que ahora el sistema se está apagando lentamente.
Según los astrónomos polacos,
"estos resultados proporcionan una prueba directa de los cambios de
transferencia de masa antes, durante y después de las erupciones nova y apoyan la hipótesis de la hibernación en estos objetos,
que predice que esa tasa de transferencia se irá reduciendo en los próximos
siglos, antes de que el proceso de acreción (adición de material) se inicie de
nuevo, y en última instancia conduzca a una nueva explosión nova".
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