La policía abate al supuesto planificador del asesinato en julio de 22 personas, 17 de ellas extranjeras.
Policías tras la operación en la que murió el cerebro del atentado de Dacca en julio. STR AFP
La policía de Bangladés asegura que ha matado al cerebro del atentado contra un café-restaurante de Dacca, en el que el pasado mes de julio un comando terrorista a las órdenes del Estado islámico asesinó a 22 personas, de las que 17 eran extranjeras. La muerte de Tamim Ahmed Chowdhury se produjo durante una operación antiterrorista en Narayanganj, una ciudad a 25 kilómetros al sur de la capital, donde terroristas y policías se enfrentaron durante más de una hora.
Tamim Chowdhury, considerado por Dacca como el líder de una facción del grupo extremista local Jamaatul Mujahideen Bangladés (JMB), fue abatido después de que agentes irrumpieran en una vivienda utilizada como escondite, explicaron fuentes de la unidad antiterrorista de la Policía metropolitana a los medios Bdnews24 y The Daily Star. Otros dos terroristas que le acompañaban también murieron, tras disparar al menos cuatro granadas y un cerrado fuego de fusilería contra los agentes.
La policía había identificado a principios de agosto al canadiense de origen bangladesí Chowdhury como cerebro del asalto al local Holey Artisan Bakery-O'Kitchen, en el barrio diplomático de Dacca, lanzado el pasado 1 de julio por un comando leal al grupo terrorista autodenominado Estado Islámico (ISIS, en sus siglas inglesas) y que causó la muerte de 22 personas, entre ellas 17 rehenes extranjeros.
"Tamim Chowdhury ha muerto. Él es el autor intelectual de ataque del [restaurante] Holey y el líder de JMB", dijo Sanwar Hossain, portavoz policial a la agencia France Presse. "Hay tres muertos y uno es exactamente igual que la foto que tenemos de Chowdhury", añadió.
Tamim Chowdhury, de 30 años, regresó a Bangladés supuestamente en 2013 y ya había sido considerado meses atrás en publicaciones afines al grupo terrorista Estado islámico como líder de esa organización en el país asiático.
Bangladés, un país de 160 millones de habitantes y mayoría musulmana, ha sufrido desde 2013 una ola de atentados de corte islamista contra colectivos minoritarios que se intensificó el año pasado y que ha causado de momento unas 70 víctimas mortales en más de 40 ataques.
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