The Huffington Post
Según Boyan Slat, el niño prodigio holandés que fundó The Ocean Cleanup, estamos viviendo en la "Edad del
Plástico". Debido a la producción anual de 300 millones de toneladas de
plástico, montones y montones de residuos plásticos (más de 8 millones de
toneladas para ser precisos) acaban en nuestros ríos, lagos y océanos. Un informe
del Foro Económico Mundial de enero de 2016 avisaba de que en 2050 habrá, en
peso, más plástico en los océanos que peces. Un dato escalofriante.
Con tan solo 22 años, Slat se ha embarcado en una misión para
cambiar el mundo: abandonó sus estudios de ingeniería aeroespacial en 2013 para
fundar el proyecto The Ocean Cleanup, que se centra
en desarrollar tecnologías para abordar el problema del vertido de plástico en
los océanos.
"Existen muchas razones por las que algunos investigadores
en contaminación plástica creen que deberíamos centrarnos en la prevención,
centrándonos por ejemplo en educación en lugar de intentar una operación de
limpieza porque necesitaríamos enfrentarnos a cinco áreas de tamaño colosal,
cada una de ellas moviéndose. Las piezas de plástico mutan de estas redes
masivas a moléculas y emisiones", explicaba Slat en su Ted Talk de octubre de 2012.
Como los
residuos se acumulan en cinco parches de basura en los océanos —el más largo
está entre Hawaii y California— limpiar utilizando embarcaciones y redes
llevaría miles de años. Afortunadamente para el planeta, Slat ha ideado un
ambicioso plan para resolver el problema en un tiempo mucho menor.
LA GRAN IDEA
Una vez que Slat empezó a pensar en el problema de los plásticos
en los océanos no pudo parar, así que se dirigió a Grecia con una red de
arrastre en lugar de ropa (apenas tenía espacio en su maleta). Muy pronto
descubrió que había 40 veces más pequeñas partículas de plástico en el mar que
de gran tamaño. En ese momento se puso a discurrir cómo librarse de estas
pequeñas partículas de plástico sin eliminar el plakton esencial de los
océanos. Se pueden separar con fuerzas centrífugas.
Slat "cree que no se puede limpiar algo de lo que no se
sabe la magnitud", así que utilizó la experiencia de algunos profesores
universitarios holandeses para determinar exactamente cuánto plástico había en
las capas superiores de los giros oceánicos. El resultado fue aterrador: 7.25
millones de toneladas de plástico extraíble en 2020, el equivalente al peso de
1.000 torres Eiffel.
Pero Slat tenía un plan: organizar una limpieza a gran escala en
la Gran zona de basura del Pacífico. Y pecando un poco de optimista, estaba
convencido de hacerlo en una sola década y utilizando una fracción del coste de
los métodos tradicionales de redes.
EL PROTOTIPO DEL MAR DEL NORTE
Después de un exhaustivo estudio de viabilidad de 528 páginas
publicado en 2014, una expedición de 30 embarcaciones en 2015 para reproducir
un mapa en alta resolución de la Gran zona de basura del Pacífico y un ensayo a
escala, el proyecto The Ocean Cleanup estaba
listo para empezar a probarse.
Después de asegurarse 1 millón y medio de euros en fondos por
parte de Gobierno de los Países Bajos, la constructora de barcos Boskalis y un
filántropo anónimo, el 22 de junio de 2016, la organización presentó el primer
prototipo de sistema de limpieza del Mar del Norte.
Una gran estructura que consistía en una barrera flotante de 100
metros situada a 23 kilómetros de la costa holandesa, que actuaría como una
línea de costa artificial y atraparía de forma pasiva residuos del océano.
Está completamente activada por las corrientes naturales de los
océanos, así como por el viento y los restos de plástico se empujan a las
pantallas que se extienden de las barreras.
Las pantallas sólidas permiten que la vida marina pase por
debajo pero son capaces de atrapar el plástico flotante; cualquier cosa entre
35 y 100 milímetros. La forma en V del desplegable empuja el plástico hacia la
zona central de la estructura para recogerlo y procesarlo. Después se traslada
a tierra firme y se vende como material reciclado de forma que la operación es
auto sostenible.
El prototipo estudiará la supervivencia del diseño, en vistas a
la instalación piloto de 2017 y a la limpieza de la Gran zona de basura del
Pacífico planeada para 2020.
¿QUÉ ES LO SIGUIENTE?
En agosto de 2016, después de soportar un fuerte oleaje, la barrera
del Mar del Norte sufrió daños y está siendo arreglada y optimizada, así que
todas esas modificaciones se están ordenando en el diseño del prototipo.
Lo siguiente para la organización es una expedición aérea a baja
velocidad —la primera de su estilo— en septiembre y octubre de 2016 y vuelos de
baja altitud sobre la Gran zona de basura del Pacífico en una aeronave Hércules
C-130. De esta forma los investigadores y los sensores pueden medir de forma
precisa las piezas grandes de residuos del océano para ayudar a determinar
futuros diseños, logística y costes.
Hasta ahora, Slat ha recibido numerosos premios y
reconocimientos por su trabajo, incluyendo ser la persona más joven en recibir
la distinción Champion of the World de medio ambiente de las Naciones Unidas.
Este ambicioso proyecto seguirá causando sensación en las
próximas décadas ya que Slat continúa con su propósito de conseguir mares
libres de plástico. Lo dice él mismo: "Cuando hablamos de cuestiones de
medio ambiente la respuesta habitual es, 'bueno todavía queda mucho, de eso se
tendrán que preocupar nuestros hijos'. Hola, aquí estoy yo".
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