Íñigo de Barrón
El presidente del BBVA comenta, por primera vez, el intento de OPA que realizó Sacyr para quitarle de la presidencia en 2004.
El presidente del BBVA, Francisco González, aseguró este jueves que no seguirá al frente del banco después de los 75 años, una edad que cumple en octubre de 2019. Afirmó que durante su mandato el banco ha dejado claro que "no se deja achantar por el poder político". El banquero, que llegó a Argentaria a propuesta del Gobierno de José María Aznar, concretamente del entonces vicepresidente Rodrigo Rato, y desde allí, tras la fusión con el BBV, a la presidencia del BBVA, ha reclamado que los políticos se alejen de los gestores.
Por primera vez, con una franqueza inhabitual, se explayó sobre la relación de los banqueros y el poder político. "Nunca me ha gustado que la relación de los políticos con los empresarios pase más allá de un punto, porque cuando se pasa, llega una corrupción brutal y eso es fatal para la sociedad. Francamente no se ha escrito tanto de todo esto y es muy grave. En cualquier país desarrollado que hubiera pasado lo que nos pasó a nosotros, los actores hubieran ido a la cárcel", afirmó González.
El presidente del BBVA, que presentó los resultados de 2017, cuando ganó 3.519 millones, un 1,3% más, hizo este comentario en el marco de los "momentos duros", que atravesó la entidad. Citó, por ejemplo, cuando una compañía constructora "muy pequeña", -en alusión a Sacyr- pero "apoyada por el Gobierno de turno" -el de José Luis Rodríguez Zapatero en 2004- quiso hacerse con el banco. "Si eso no se hubiese evitado, el grupo hoy sería muy distinto", opinó. Y remarcó su idea de que la entidad "no se ha dejado achantar, o mejor dicho, doblegar, ante el poder político".
Sucesión ordenada
Al margen de ese episodio y sobre su sucesión, el banquero dijo que la entidad ya trabaja en un plan. "El día que me vaya será triste para mí, pero de orgullo por todo lo que queda detrás", añadió en respuesta a una de las primeras preguntas de la presentación de resultados. Y a renglón seguido ha insistido en que su relevo no será una sorpresa: "Será tranquila y ordenada", dijo y dio a entender que se apostará por alguien de la casa, es decir, el consejero delegado, Carlos Torres, y afirmó tener "un equipo francamente fabuloso". Sin embargo, no quiso hacer más aclaraciones.
González tiene algo más de un año, hasta la junta de marzo de 2019, para organizar su marcha. Sí dijo que, si el consejo le nombra presidente de honor, después de 23 años en el banco, "sería algo que me haría mucha ilusión, pero no voy a estar en el mando, como he visto algunas veces, porque no es bueno", aclaró.
González cree que sería un “orgullo” que un español llegara a la vicepresidencia del BCE y, aunque se trata de un puesto técnico, valoró la experiencia política del ministro de Economía, Luis de Guindos, aunque matizó “que no tenía una opinión sobre si debía ser o no un político” el que ocupara este puesto.
Sin embargo, a diferencia de la presidenta del Banco Santander, Ana Botín, o el consejero delegado de Bankia, José Sevilla, que ha ensalzado la labor del ministro De Guindos, el máximo ejecutivo de BBVA se ha limitado a citar su experiencia política, sin calificativos.
Preguntado por la utilidad de las compras de bancos, González apuntó: “Probablemente hoy no compraría Catalunya Banc. Fue hace cinco años y las cosas han cambiado mucho en este tiempo por la digitalización”. El BBVA adquirió este banco en julio de 2014.
Otra de las cuestiones fue el intento de compra del Popular, al que optó el BBVA, pero acabó en manos del Santander. “No me arrepiento de no haber comprado el Popular. Lo pudimos haber hecho en tres ocasiones. Si el Santander obtiene el 13% de rentabilidad, no es suficiente para nosotros, porque hoy tendríamos muchos problemas”. La rentabilidad en 2017 de BBVA fue del 6,4%.
Sobre Bankia afirmó que “hay que abandonar el discurso y ser realistas, privaticemos Bankia cuando convenga al país, pero no para intentar recuperar” los 22.000 millones, “porque eso es imposible”.
México y Estados Unidos
Al ser preguntado por las perspectivas económicas de Estados Unidos y México, el primer ejecutivo del banco apuntó que dependerá de la actitud del presidente Donald Trump, “que tiene una personalidad compleja; le gusta negociar poniendo contra las cuerdas al contrario antes de llegar a un acuerdo”. De México negó que pudiera acabar siendo un “estado fallido”, pero admitió que sufre “graves problemas de delincuencia y corrupción. Lo más importante son las elecciones presidenciales de julio próximo”.
También dijo que para México es más importante los acuerdos dentro de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que las negociaciones entre México y Estados Unidos en Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA), "donde tiene más que perder Estados Unidos que México".
El presidente del BBVA, Francisco González, consideró que la situación actual de Venezuela es una "tragedia", pero aún así confía en que pueda haber elecciones libres en el país, que recordó, es "muy rico". Y sobre esto, dijo que durante su visita al Foro Económico Mundial en la localidad suiza de Davos advirtió al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de que "Venezuela no es Cuba".
Si se descarrila puede tener consecuencias importantes y negativas para el resto del mundo, ha vaticinado el banquero, que, no obstante, mostró la intención del BBVA de seguir presente en Venezuela."No queremos irnos", añadió en el turno de preguntas de la rueda de prensa de presentación de resultados, al tiempo que auguraba que "algo va a pasar" en el país porque la situación no es sostenible.
Si se descarrila puede tener consecuencias importantes y negativas para el resto del mundo, ha vaticinado el banquero, que, no obstante, mostró la intención del BBVA de seguir presente en Venezuela."No queremos irnos", añadió en el turno de preguntas de la rueda de prensa de presentación de resultados, al tiempo que auguraba que "algo va a pasar" en el país porque la situación no es sostenible.
Por otro lado, recordó que el banco continúa su proceso de transformación digital: cuenta con 22,6 millones de clientes digitales, un 25% más, de los que 17,7 millones trabajan a través del móvil. González afirmó que llevan más de 15 años en esta carrera, “con errores y aciertos, pero ahora somos la mejor entidad. El desarrollo es muy rápido y en el futuro no se distinguirá una empresa de contenidos de un banco”.
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