miércoles, 25 de mayo de 2016

El océano de la luna Europa de Júpiter, posible cuna para la vida. 1º ESO

EL MUNDO

ASTRONOMÍA

La NASA estudia los procesos químicos que podrían darse en el océano subterráneo de la luna Europa.
 Fracturas sobre la superficie helada de la luna Europa. NASA/JPL-Caltech/ SETI Institute

 La producción de oxígeno e hidrógeno es similar a la de la Tierra.


Europa, una de las lunas de Júpiter, es conocida desde hace años por ser potencialmente habitable. Ahora un nuevo estudio de la NASA sugiere que en su océano podría darse el balance necesario de energía química para la existencia de vida, incluso si llegase a perder su actividad hidrotermal de origen volcánico. Todo depende de que haya ambientes donde estos compuestos químicos se encuentren en las proporciones idóneas, como se explica en el estudio que acaba de ser publicado en la revista Geophysical Research Letters.
Se cree que Europa posee en sus profundidades un océano de agua líquida salada, debajo de su superficie helada. Investigadores del Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA, en California (EEUU), han comparado el potencial de esta luna para producir hidrógeno y oxígeno de modo similar a como sucede en la Tierra, con procesos que no involucran directamente actividad volcánica. El balance de estos dos elementos químicos es un indicador clave de la energía disponible para impulsar la vida. Como en la Tierra, en Europa la producción de oxígeno es 10 veces mayor que la de hidrógeno.
"El ciclo del oxígeno y del hidrógeno en el océano de Europa puede ser el motor de su química y de la vida que exista allí, tal como sucede en la Tierra", afirma Steve Vance, investigador del JPL y autor principal del estudio. El siguiente pasó será estudiar el ciclo de otros elementos necesarios para la vida como el carbono, el nitrógeno, el fósforo o el azufre.
Cuando el agua del océano entra en contacto con material rocoso se forman nuevos minerales, una reacción en la que se libera hidrógeno. Este proceso tiene lugar en las fracturas de la corteza terrestre, que penetran hasta una profundidad de cinco o seis kilómetros. En la luna Europa, los científicos esperan que estas grietas alcancen los 25 kilómetros.
Incluso sin actividad volcánica
La otra mitad de la ecuación de la energía química necesaria para la vida son los compuestos oxidantes, es decir, el oxígeno y otros compuestos que podrían reaccionar con el hidrógeno, procedentes de la superficie helada. Europa recibe radiación de Júpiter, que libera moléculas de agua helada para crear estos materiales. "Los oxidantes del hielo son como el polo positivo de una batería, y los compuestos químicos del fondo del mar, los llamados reductores, el negativo. Si la vida y los procesos biológicos completan el circuito es parte de lo que nos motiva a explorar Europa", afirma Kevin Hand, científico del JPL y coautor del estudio.
La actividad volcánica puede ser crucial para crear un entorno habitable en el océano de Europa porque, de no producirse, el flujo de oxidantes desde la superficie haría el océano demasiado ácido, y por tanto tóxico, para la vida. "Pero si la roca está fría, es fácil que se rompa. Esto permite que se produzca mucha cantidad de hidrógeno que podría balancear los oxidantes en una proporción similar a la de los océanos terrestres", afirma Vance.
La NASA planea una misión para explorar Europa con el objetivo de investigar en profundidad si es habitable. En la década de 2020, la NASA enviaría una nave especialmente resistente a la radiación para estudiar esta luna helada de Júpiter. Tomará imágenes de alta resolución, determinará la composición de su superficie y su débil atmósfera e investigará su capa de hielo, el océano y su interior.


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