GONZALO LÓPEZ SÁNCHEZ
Por primera vez, los astrónomos han captado en directo el nacimiento de una estrella múltiple dentro de su propio disco de gas, la materia prima con la que se crean inicialmente todas ellas. Esto ayudará a entender mejor cómo se forman.
Imagen del sistema estelar triple L1448 IRS3B en la constelación de Perseo. El punto más brillante es la última estrella formada de un triplete - B. Saxton: NRAO/AUI/NSF; ALMA (ESO/NAOJ/NRAO)
Los científicos creen que más o menos la mitad de las estrellas similares al Sol son en realidad sistemas binarios formados por dos de ellas. Por eso, y a pesar de que no resultan evidentes a simple vista, las estrellas múltiples (formadas por dos o más) son tremendamente importantes en las galaxias.
Un artículo publicado este miércoles en Nature ha tratado de explicar cómo se forman estas estrellas. Para ello, han observado la protoestrella (un embrión) que tiene apenas 150.000 años de edad, un suspiro en la escala de tiempo de las estrellas. Se trata de L1448 IRS3B, un sistema de tres estrellas situado en la constelación de Perseo, a 750 años luz de la Tierra. Gracias a ella, han concluido que estas se forman a causa de un mecanismo que hasta ahora no había tenido mucha atención, la llamada fragmentación a pequeña escala del disco. Esto es interesante, porque contribuye a entender mejor cómo se forman muchas de las estrellas del Universo.
«Hemos capturado una instantánea del proceso de formación de una estrella múltiple dentro del disco de un sistema estelar muy joven», ha explicado a ABC John Tobin, primer autor del estudio e investigador en la Universidad de Oklahoma, (Estados Unidos).
Gracias a observaciones con el telescopio ALMA «Atacama Large Millimeter/submillimeter Array», y del «Very Large Array» (VLA) , los investigadores han podido ver en acción el proceso de nacimiento de las estrellas con mucha mayor calidad. Es cierto que hace tiempo que se tenía una idea acerca de cómo ocurre este proceso de nacimiento, pero con esta investigación, las imágenes captadas por los astrónomos han permitido confirmarlo por primera vez.
Así, han verificado que todo comienza cuando una gigantesca nube de gas del espacio colapsa bajo su propia gravedad. A medida que se concentra la materia en un punto, la temperatura va subiendo y llega un momento en que puede arrancar la fusión del hidrógeno (para formar helio normalmente): es entonces cuando se forma una estrella. Después, puede ocurrir que la rotación del gas restante forme un nuevo disco, y entonces en millones de años (un suspiro para las estrellas) se forme una segunda estrella, y del mismo modo después una tercera.
Pero en realidad, el proceso dista de ser tan sencillo. Tal como ha explicado la astrónoma Adele Plunkett, en un artículo publicado en Nature para acompañar a la investigación de John Tobin, en realidad, hasta hoy conviven dos modelos teóricos, ambos «plausibles y esperados, pero no mutuamente exclusivos».
Una de las teorías explica cómo se forman las estrellas múltiples más separadas, a través de la fragmentación a gran escala de la nube de gas, a causa de un fenómeno de turbulencias. El segundo, apoyado por el estudio de Tobin, habla de una fragmentación a pequeña escala, motivada por «inestabilidades gravitacionales».
Un Sistema Solar triple
«La mayor diferencia entre ambos procesos es dónde y cómo se formanlas estrellas binarias. La fragmentación a pequeña escala ocurre entro del disco en escalas de 100 UAs (Unidades Astronómicas, aproximadamente el diámetro del Sistema Solar)», ha dicho Tobin. «La fragmentación a pequeña escala ocurre en nubes que se colapsan en múltiples nubes separadas por 1000 UAs». Esta distancia, según el astrónomo, hace que estas estrellas múltiples estén unidas más débilmente, de modo que no es probable que sobrevivan como estrellas múltiples durante miles de millones años, ya que alguna de ellas acabará siendo expulsada antes.
Gracias a investigaciones como esta y a otras muchas, también se puede saber qué es lo que acabará pasando en la estrella triple L1448 IRS3B. Allí, hay una estrella central a solo 61 UAs de la segunda y a 183 de la otra (recordamos que una UA es la distancia entre la Tierra y el Sol). Las tres están rodeadas por un disco de gas en espiral. Pero la situación no seguirá así durante mucho tiempo, en la escala de edad de las estrellas.
«Las estrellas triples son generalmente inestables. Así que más tarde alguna de esas será expulsada a una órbita mucho más amplia, o expulsada por completo», ha pronosticado John Tobin. «Pero como aún hay bastante material en el disco, es posible que se formen planetas. Aunque es difícil predecirlo».
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