viernes, 18 de noviembre de 2016

España impondrá recortes de CO2 en transporte, edificación y agricultura. 4ºESO- Economía

ABC Sociedad
Araceli Acosta


El Gobierno descarta concretar una senda de descarbonización a 2050.





















El ministro de Energía, Álvaro Nadal (c), junto al comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, Miguel Ángel Arias Cañete (d), durante la firma del acuerdo de una «hoja de ruta» para la interconexión eléctrica entre Marruecos y cuatro países europeos - EFE


Tras el acuerdo en el Consejo de Ministros del pasado viernes de remitir el Acuerdo de París a las Cortes para su tramitación por el procedimiento de urgencia, la ministra de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, ha anunciado que nada más terminar la Cumbre del Clima, que hasta este viernes se celebra en Marrakech, comenzará a hablar con todos los grupos parlamentarios y los sectores implicados para su puesta en marcha. Estos sectores son los llamados difusos (agricultura, transporte, edificación), que no están sujetos al régimen de comercio de emisiones. «Todo el mundo tiene que hacer su aportación», ha dicho.
Con esta ley, el Gobierno quiere hacer frente a los compromisos adquiridos por España, dentro de la UE, en el Acuerdo de París. Según la propuesta hecha por la Comisión Europea el pasado mes de julio, que aún tiene que ratificar el Parlamento Europeo, a España le tocaría reducir un 26% sus emisiones en esos sectores difusos para 2030 con respecto al nivel de 2005.
Según el ministro de Energía, Álvaro Nadal, ya se han producido contactos con Ciudadanos sobre algunos aspectos de esta ley, un asunto que está incluido en el pacto de investidura que suscribieron ambas formaciones. Nadal pasó ayer por la Cumbre del Clima para firmar un principio de acuerdo con Marruecos, Francia, Portugal y la Comisión Europea que permita «mejorar la interconexión de nuestro país y el mercado interior europeo con Marruecos». A juicio de Nadal, esto nos permitirá «estabilizar nuestro sistema y evitar que tengamos fluctuaciones de precios muy grandes», y también ampliar nuestra cantidad de renovables. «Cuanto más interconexión -señaló- más fácil que se pueda instalar renovable y más barato sale instalarla». En este sentido, el ministro dijo que España seguirá «avanzando en energía renovable».

Descarbonización a 2050

No obstante, preguntado si esa ley de cambio climático incluirá una hoja de ruta de descarbonización neta de nuestra economía a 2050, en la línea que siguen otros países de nuestro entorno, como Alemania y Francia, que han presentado en Marrakech sus estrategias de descarbonización a 2050, el ministro eludió pronunciarse sobre el largo plazo, aludiendo a que «aún no hay aprobación del reparto del esfuerzo de recortes a 2030 por parte del Parlamento Europeo ni está claro cómo va a funcionar el mercado de derechos de emisión». El diputado de Equo Juan López de Uralde, que forma parte de la delegación del Congreso de los Diputados que finalmente ha asistido a esta cumbre del Clima, junto a PP y PSOE, dijo a ABC que para apoyar esa ley será fundamental que tenga objetivos e indicadores a medio y largo plazo.
Esta visión al largo plazo es vital para llegar a emisiones netas igual a cero en la segunda mitad del siglo si queremos mantener la temperatura por debajo de los 2ºC, como marca el Acuerdo de París, explica Teresa Ribera, directora del Instituto para el Desarrollo Sostenible y las Relaciones Internacionales (IDDRI), un «think tank» francés que ha auspiciado en Marrakech el lanzamiento de una plataforma para ayudar a los países a trabajar en estas sendas de descarbonización. Alemania y Francia han preparado ya estas hojas de ruta, «que luego pueden ir ajustando» -matiza Ribera- y fuera de Europa, Estados Unidos, Canadá y México también han presentado las suyas ante la Convención de la ONU de Cambio Climático. El Reino Unido, que ayer ratificó el Acuerdo de París, dijo que también está preparado ya para marcar una estrategia a largo plazo, mientras que Suecia aspira a ser el país más ambicioso del mundo y promete ser neutral en emisiones en 2045.
David Howell, coordinador de políticas ambientales de SEO/BirdLife, considera que «esta legislatura es una buena oportunidad para construir consenso sobre qué España queremos para 2050». Y Ribera insiste en que «no hay manual de instrucciones para hacer una transformación de tan amplio calado, pero todos los países coinciden en que podrán realizarse ajustes a medida que las tecnologías vayan avanzando, pero el cambio debe empezar ya con la tecnología disponible actualmente, pues las decisiones de hoy fijarán el perfil de emisiones de los próximos 30 o 40 años».





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