miércoles, 26 de octubre de 2016

España ahorra 43.000 millones en dos años por la caída del petróleo y el gas. 4º ESO-Economía

EL PAÍS ECONOMÍA


La factura de las importaciones energéticas cae un 50% respecto a 2014.

Fotografía de una plataforma petrolera.  EFE

El hundimiento de la cotización del petróleo y el gas durante los últimos dos años ha funcionado como un fuerte acicate para la economía española. Hasta el punto de que la factura energética se ha desplomado alrededor de un 50% desde 2014, según los datos publicados este jueves por la Secretaría de Estado de Comercio. Si se suman los ahorros acumulados en 2015 y 2016, a este ritmo España se habrá ahorrado unos 43.000 millones de euros entre los dos años, a razón de unos 16.000 millones en 2015 y otros 27.000 millones al cierre de 2016.
Entre enero y agosto de 2014, la economía española importó 38.209 millones de euros en productos energéticos, fundamentalmente petróleo y gas. Según los datos publicados ayer por Comercio, la factura energética de 2016 desciende hasta agosto a los 18.768 millones de euros. Es decir, en dos años España ha pasado a gastar prácticamente la mitad por este concepto: 19.441 millones menos. Y ello debido exclusivamente al derrumbe de los precios, ya que con la economía creciendo se consumen, al menos, unos volúmenes similares. El barril de brent tuvo una cotización media de 52 dólares en 2015. Y en lo que va de año su precio medio ronda los 44 dólares, muy lejos de los 115 que se llegaron a abonar en julio de 2014.

Así que España se habrá ahorrado entre 2015 y 2016 unos 43.000 millones de euros en gas y petróleo. Toda una inyección que explica
 buena parte del comportamiento de la economía española. Por dar una idea, la cantidad casi equivale a la suma de lo que el Estado desembolsará este año en prestaciones de desempleo e intereses de la deuda: 18.000 millones y 27.000 millones, respectivamente.En el conjunto de 2015, la factura energética ascendió a 38.605 millones, un 30% menos que el año anterior, lo que supuso un ahorro de 15.898 millones. En los primeros ocho meses de este año, las compras al exterior de petróleo y gas bajaron otro 30%, con un desembolso de 8.471 millones menos que el ejercicio anterior. Este año se cerrará con un ahorro del entorno de los 11.500 millones, según confirman varios expertos consultados. De este modo, la factura energética de 2016 ascenderá aproximadamente a los 27.120 millones, la mitad que en 2014. Y por lo tanto el ahorro en esta rúbrica será del 50%: unos 27.000 millones.
Al analizar las cifras del conjunto de importaciones de bienes, estos datos también explican que todavía no se haya superado el nivel registrado en 2008, año en el que se tocaron los 285.000 millones en productos importados frente a los 274.000 millones que se adquirieron en 2015. El petróleo barato está manteniendo sensiblemente más bajo el coste de las compras españolas al exterior.
Cabría pensar que esta repercusión positiva resulta algo menor si se tiene en cuenta que España opera como un importador de gas y crudo que luego comercia con el exterior. Por un lado, la caída del precio del petróleo ha erosionado los márgenes de refino. Y por otro, el abaratamiento del gas ha hecho que no sea rentable traerlo al territorio nacional para venderlo luego al extranjero. Sin embargo, estos dos factores han neutralizado muy poco estas ganancias: entre enero y agosto, el saldo entre exportaciones e importaciones energéticas ha mejorado en 16.022 millones de euros frente a 2014. Es decir, sólo se han perdido 3.022 millones de esos 19.441 millones en los que ha bajado la factura de las importaciones energéticas entre enero y agosto respecto al mismo periodo de 2014.
Por otra parte, las exportaciones españolas siguen resistiendo la ralentización del comercio mundial. Entre enero y agosto, crecieron un 1,3% hasta los 167.053 millones, máximo histórico de la serie para el acumulado de este periodo. En cambio, las importaciones cedieron un 1,6% por los precios energéticos, alcanzando los 178.049 millones. Como resultado, el déficit comercial fue de 10.996 millones en los ocho primeros meses, un 31,6% menos y el segundo mejor saldo para este periodo desde 1997.
Sólo en agosto, las exportaciones arrojaron un avance interanual del 8,9%, el mayor incremento en más de un año. Si bien se trata de un dato volátil y en un mes influido por el periodo estival, la alimentación, las semimanufacturas, la química y el automóvil tiraron de las ventas pese al contexto de desaceleración global. De hecho, este esperanzador dato no sólo se ciñe a España. En agosto los principales países europeos salvo Reino Unido también vieron un repunte de las ventas interanuales: Alemania (9,8%), Francia (4,7%) e Italia (11,4%). Fuera de la eurozona, el crecimiento de las exportaciones se mantuvo plano en Estados Unidos (0,1%) y retrocedió en Japón (-9,6%), China (-3,2%) y Reino Unido (-0,9%).



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