El marchante de arte Hildebrand Gurlitt.
Uno de los tratantes descubiertos es el ahora famoso Hilderbrand Gurlitt
Los
trabajos de derribo de una casa de madera situada en la región alemana de
Mecklemburgo-Pomerania Occidental (noreste del país) permitieron descubrir
varias cartas hasta ahora desconocidas de los
dos marchantes de arte más famosos de la época nazi, informó
hoy el diario Schweriner
Volkszeitung.
Datadas en los años 40, las misivas encontradas fueron escritas
por Hildebrand Gurlitt y tenían a Bernhard A. Böhmer como destinatario.
"Las cartas proporcionan, entre otras cosas, información
sobre el comercio de obras que los nacionalsocialistas consideraban 'arte
degenerado'", señaló Volker Probst, de la Fundación Ernst-Barlach, en
declaraciones al periódico germano.
Las epístolas estaban guardadas en sacos que fueron encontrados
bajo la terraza de la vivienda de madera en la que se inició la demolición.
El nombre de Gurlitt
saltó a la fama a finales de 2013 cuando
trascendió que un anciano, de nombre Cornelius, atesoraba en su casa un
conjunto artístico compuesto por más de 1.250 obras de pintores como Picasso,
Renoir o Monet.
El hombre había heredado la colección de su padre, Hilderbrand
Gurlitt, un
marchante de arte al que el régimen nazi de Adolf Hitler encargó apropiarse del
llamado "arte denegerado" (aquel
que contravenía los principios del nacionalsocialismo) y de confiscar pinturas
a familias judías.
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