Rosalía Sánchez
- Más de 1,2 millones de trabajos no se cubren en la actualidad, y podrían rondar los cinco millones en 2030.
Mientras otros países de la Uninón Europea luchan contra el paro, Alemania se enfrenta a un agujero negro en su fuerza laboral que amenaza con causar daños irreparables a su economía. «Problemas de ricos», ha restado importancia la prensa internacional, pero el hecho es que se estiman pérdidas para su PIB de cientos de miles de millones de euros en proyecciones a 2030 y la industria y los servicios podrían incluso colapsar.
Con sus 44,4 millones de empleados actuales, Alemania sigue siendo la locomotora de empleo de Europa y la cifra evoluciona al alza. El número de personas empleadas creció en marzo un 1,4 % más que en el mismo mes de 2017, según la Oficina Federal de Estadística (Destatis), que marca el máximo histórico de 44,6 millones de empleados en noviembre pasado y que señala que aproximadamente 1,2 millones de empleos no logran actualmente cubrirse.
La gravedad del problema aumenta en la proyección a largo plazo. Un estudio de Korn Ferry publicado recientemente por die Welt señala que en 2030 el número de empleos sin cubrir será de 4,9 millones, cifra que no solamente amenaza con bloquear sectores enteros sino que cuestiona gravemente otros pilares de la economía, como el sistema de pensiones.
Para muchas empresas, la larga y cara búsqueda de personal forma ya parte del día a día. Aumenta sus costes y retrasa la producción. Según el Instituto de Investigación Laboral (IAB) de Nürnberg, el 43% de los empleos son «difíciles de cubrir» para los departamentos de personal, según las quejas que presentan las propias empresas, y los puestos pasan un promedio de 27 días vacantes antes de ser ocupados.
Los robots no son solución
Dado que vamos hacia la economía de los robots, podría caerse en la trampa de pensar que esa carencia resultará irrelevante, pero el IAB pronostica lo contrario. «Precisamente por la robotización y digitalización de la economía aumentará la demanda de empleo cualificado porque las máquinas y los sistemas inteligentes funcionan correctamente solo cuando cuentan con personal muy especializado en el lado humano», explica el informe.
Según estos cálculos, el mayor daño debe ser temido por el sector servicios, que incluye el sector financiero y la administración de bienes inmuebles y que sufrirá un agujero de 1,2 millones de empleos en 2030, con pérdidas de ingresos de 177.000 millones de dólares. El segundo golpe más fuerte será para la industria, especialmente en la ingeniería mecánica y la industria tecnológica, con déficit de trabajadores de 916.000 estimado para esa fecha.
Merkel ha destinado ya 4.000 millones de euros para un programa de incorporación al mercado laboral que viste como promesa de pleno empleo para 2025 y que será aplicado durante la presente legislatura.Destinado al reciclaje profesional y a la capacitación continua, el objetivo es reorientar a tiempo las profesiones de cara al futuro y adaptar las carreras universitarias a las nuevas necesidades laborales, así como garantizar que los trabajadores realmente hagan uso de las opciones de capacitación. Actualmente residen en Alemania 1,5 millones de trabajadores poco cualificados desde la perspectiva del mercado laboral, pero incluso aunque la economía lograse reciclarlos a todos, no sería suficiente.
Seguramente la clave está en poner al día el sistema educativo. El pronóstico apunta a que en 2030 la fuerza de trabajo universitaria habrá aumentado en Alemania en 2,5 millones de trabajadores y los titulados en escuelas superiores serán 2,4 millones más que ahora, pero incluso así habría 1,1 millones de trabajadores en teoría cualificados sin acceso a empleo en la economía digitalizada, por lo que no solamente bastará con aumentar el número sino que será necesario modificar la cualificación superior. Llegados a este punto crítico, la consultora Korn Ferry recomienda a los estudiantes con confiar únicamente en los programas de estudios estatales, que no podrán virar con la rapidez y la inversión que exige la situación, y recomienda a las empresas que inviertan cuanto puedan en la cualificación de sus propios empleados por su cuenta y de acuerdo a sus propias necesidades. Además de esto, solo hay otra respuesta: la inmigración altamente cualificada.
Un impacto de 630.00 millones de dólares
El problema de la falta de mano de obra cualificada para cubrir determinados puestos de trabajo ya es un problema de presente en Alemania, pero sobre todo de futuro. «La demanda de personal es constantemente muy alta y no se vislumbra un cambio de tendencia», describe Alexander Kubis, investigador de mercado laboral de IAB. Este experto calcula en 630.000 millones de dólares de pérdidas anuales por este problema en 2030 si esta evolución continúa, aproximadamente el 14% de la economía alemana.
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