Ángeles Espinosa
Los activistas ponen el grito en el cielo debido a la misoginia institucional del reino.
Un grupo de mujeres saudíes con varios niños pasean por las calles de Riad en 2013, en Arabia Saudí.FAYEZ NURELDINE AFP/GETTY IMAGES
Los primeros tuits sonaban a broma. ¿Arabia Saudí elegido como miembro de la Comisión de la ONU sobre la Condición de la Mujer? No podía ser. El Reino del Desierto destaca precisamente por las limitaciones legales y sociales que impone a las mujeres. Y sin embargo es verdad. Durante su reunión de la semana pasada, el Consejo Económico y Social de Naciones Unidas incorporó a Riad a ese órgano intergubernamental dedicado en exclusiva “a la promoción de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres”, para el cuatrienio 2018-2022. Las reacciones no han tardado en llegar.
“La discriminación contra las mujeres es tremenda y sistemática, en la ley y en la práctica”
Hillel Neuer, director ejecutivo de UN Watch
“Elegir a Arabia Saudí para proteger los derechos de las mujeres es como nombrar a un pirómano para jefe de bomberos. Es absurdo y moralmente intolerable”, ha declarado Hillel Neuer, director ejecutivo de UN Watch, una ONG con sede en Ginebra que supervisa el trabajo de Naciones Unidas.
Su comparación se ha repetido numerosas veces en las redes sociales donde numerosos internautas han manifestado su incredulidad ante la elección. El ultraconservador reino tiene una política oficial de segregación sexual que criminaliza que hombres y mujeres sin parentesco estén juntos; es el único del mundo que prohíbe conducir a las féminas y, sobre todo, somete de por vida a estas a la tutela de un varón. De acuerdo con el último informe sobre la brecha de género del Foro Económico Mundial, Arabia Saudí ocupa el puesto 141º entre los 144 países analizados, siete por debajo del año anterior y solo por delante de Siria, Pakistán y Yemen.
“¿Un impulso para los derechos de las mujeres saudíes o un favor político?”, se pregunta la saudí Dahlia Rahaimy en Twitter. Para UN Watch, que califica al reino como “el régimen más misógino del mundo”, no hay duda. “La ONU ha enviado un mensaje de que los derechos de las mujeres pueden venderse por petrodólares y política”, asegura Neuer. En su opinión, ese endoso “ha decepcionado a millones de mujeres en todo el mundo que buscan protección en la organización internacional”.
Pero hay quien no comparte esa opinión. Aunque el voto de los 54 miembros del Consejo Económico y Social fue secreto, los 47 apoyos que recibió Arabia Saudí indican, según el análisis de Neuer, que al menos cinco países de la Unión Europea tuvieron que respaldar su candidatura. La justificación, como el año pasado sucediera con su controvertida entrada en el Consejo de Derechos Humanos, remite a la falta de competencia. Se presentaban 13 candidaturas para 13 sitios. Aun así hubo siete Estados que le negaron el respaldo.
Oficialmente, el reino se halla embarcado en un proceso de modernización económica que incluye también una mayor participación de las mujeres. Pero los observadores se muestran escépticos. Cuando el pasado marzo, las autoridades lanzaron el primer Consejo para Niñas del país, en la provincia de Qasim, la imagen que difundieron reforzó el estereotipo: en el plantel solo había 13 hombres; las mujeres, dijeron los organizadores, estaban en otra habitación. Pocos días antes, un improbable Día de la Mujer Saudí adoleció del mismo problema: su portavoz era un hombre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario