martes, 25 de abril de 2017

El ‘Brexit’ duro de Theresa May aleja a las empresas de la City. 4º ESO-Economía

EL PAÍS ECONOMÍA
Hugo Gutiérrez

Goldman Sachs, HSBC y UBS ya han anunciado la deslocalización de parte de la plantilla.


El Brexit duro propuesto por Theresa May es el principal problema para el sector privado que opera en Reino Unido. La intención de asumir el control de la circulación de trabajadores es un obstáculo para mantener las condiciones comerciales que disfruta en estos momentos el sector bancario. Grandes corporaciones como Goldman Sachs, HSBC, UBS y Lloyd’s of London, en otras, ya han anunciado la salida de parte de sus trabajadores de las Islas. A esto hay que añadir el traslado de las oficinas de la Comisión, Parlamento y agencias europeas (Agencia Europea de Medicamentos y la Autoridad Bancaria Europea).

El Big Ben (Londres) visto por un roto en una bandera de la Unión Europea. EFE


La City acoge a más de 250 bancos extranjeros y unos 400.000 empleados directos. Este sector ha sido precisamente el primero en iniciar los planes de contingencia ante la posibilidad de que haya un Brexit duro. Entre ellos, Goldman Sachs anunció la pasada semana el traslado de “centenares” de ejecutivos de Londres a París y Fráncfort. “Nuestra obligación al final del proceso es atender a nuestros clientes sin disfunciones”, ha explicado Richard Gnodde, consejero delegado de Goldman Sachs International. Expertos en derecho comunitario aseguran que hay mucha incertidumbre todavía. “Hasta ahora, son deslocalizaciones parciales que tratan de asegurar su negocio en la UE. Quieren seguir operando en Europa, pero también en la City”, matiza Daniel Sarmiento, abogado de Uría Menéndez y experto en derecho de la Unión Europea:
El grupo bancario HSBC, el mayor de Europa, prevé asimismo enviar a 1.000 empleados en los dos próximos años a la capital francesa. En estos momentos tiene unos 5.000 trabajadores en Londres. Otros bancos de inversión importantes en el entramado financiero que operan desde la City como JP Morgan y el japonés Nomura analizan todavía la situación. “La posible pérdida del pasaporte financiero va a ser una cuestión clave en la negociación”, explica Antonio Hernández, socio responsable de internacionalización y Brexit de KPMG en España.
El banco suizo UBS también ha anunciado ya que trasladará a 1.000 ejecutivos de Londres a otra ciudad europea, entre las que está Madrid como posible destino. Del mismo modo, el grupo estadounidense JP Morgan ya ha dicho que podría mover un 25% de la plantilla (unos 4.000 trabajadores) de Londres a otra ciudad europea. “Hay empresas que estudian las deslocalizaciones muy en serio. En ese escenario, España ofrece ventajas y experiencia en el sector exterior”, dice Sarmiento. En el informe realizado por Uría Menéndez (Spain: a true alternative to doing business after Brexit) se destacan las oportunidades que ofrece España: disponibilidad de suelo de oficina, mano de obra cualificada y salarios competitivos, entre otras.

Deslocalizaciones parciales

En el sector de las aseguradoras también hay movimientos. De hecho, Lloyd’s of London, la mayor del mundo, abrirá una filial en Bruselas a partir del 1 de enero de 2019 para poder prestar sus servicios a los 27 miembros de la UE tras la salida de Reino Unido de la UE. “Es importante que seamos capaces de proporcionar una solución eficaz al mercado y a nuestros clientes que permita seguir operando sin interrupciones cuando Reino Unido salga de la UE”, dijo la consejera delegada de Lloyd’s, Inga Beale.
“Son deslocalizaciones parciales porque tienen mucha actividad desde Londres con otras partes del mundo. Desde el punto de vista de personal, los desplazamientos son inciertos porque dependerán del acuerdo futuro de Reino Unido con la UE”, explica el experto en derecho comunitario y abogado de Uría Menéndez. Asimismo, Hernández, de KPMG, cree que las deslocalizaciones serán solo de una parte de las firmas: “Es difícil que el ecosistema financiero de la City se desplace en su totalidad a otra plaza europea”.
Otro de los grandes afectados del Brexit duro serían las aerolíneas. Ryanair fue la primera en mover ficha y exigir al Gobierno británico un plan post-Brexit. Asimismo, la compañía irlandesa amenazó el 6 de abril con suspender sus vuelos desde Reino Unido. Junto a la aerolínea low cost irlandesa está easyJet, que espera que se mantengan las mismas condiciones en los vuelos entre las Islas y la UE. Además, como previsión, ha anunciado que va a solicitar la licencia de Certificado de operador aéreo en la UE para asegurar los derechos de vuelo dentro la Unión Europea.

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