EL PAÍS ECONOMÍA
Sandro Pozzi/Cristina Delgado
El organismo avisa de que la falta de rentabilidad de parte del sistema financiero de la zona euro puede lastrar el avance económico.
Varias sucursales de diferentes bancos en una calle de Sanchinarro, en Madrid. JAIME VILLANUEVA
"Se han realizado progresos considerables en el sector bancario en los últimos años. Los bancos tienen mayores niveles de capital, la regulación se ha fortalecido, la supervisión se ha reforzado y continúan los esfuerzos para adaptarse a los nuevos modelos de negocio". Así arranca la evaluación sobre el sistema bancario de la UE que realiza el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su informe sobre estabilidad financiera. Pero tras los halagos, llegan las duras advertencias: hay problemas por la baja rentabilidad en muchos países, quedan bancos débiles y un exceso de entidades. "Si no se resuelven los problemas, la combinación de bancos débiles, falta de acceso al capital y grandes cargas de morosidad impide que se culmine la recuperación y eso podría reavivar los riesgos sistémicos", advierte el organismo.
En el informe, el FMI se detiene bastante en analizar la situación de los bancos españoles. En la mayoría de casos los pone como ejemplo de un país que tenía problemas pero ha comenzado a corregirlos con éxito. Sin embargo, en el apartado de recomendaciones concretas, pide a España varias cosas: debe "continuar garantizando nivel de provisiones adecuado, mejorar la ganancia de eficiencia —posiblemente a través de fusiones—, que se fomenten los ingresos que no están relacionados con los intereses y que se aumente el capital de alta calidad". El objetivo de esta lista de tareas, señalan los economistas del Fondo, es mejorar la capacidad del sistema bancario para soportar los shocks y "facilitar la provisión de crédito suficiente a medida que la demanda de crédito aumenta".
Se reserva también en el informe un espacio para felicitar por los progresos que sí se han logrado y que se recomendaron con anterioridad. En este punto, destaca que el sistema bancario español "está más cerca de dejar atrás la mayor parte de los legados de la crisis". Además, apunta que el marco de reforma para las cajas de ahorro y las fundaciones bancarias "está ahora plenamente implementado". recuerda que requiere que las fundaciones bancarias o bien renuncien a las entidades de crédito que tenían o que establezcan fondos de reserva para respaldarlas.
Reducción de sucursales
Sobre todo el sector bancario en Europa, el FMI señala que "uno de los principales retos es la sobrebancarización". Asegura que la subida en Bolsa de las acciones de muchas entidades no debe interpretarse como el fin de los restos. Hay demasiados bancos, insiste, con muchas oficinas que suponen un elevado coste operativo y lastran la rentabilidad en un momento de tipos bajos que ya hacen complicada la sostenibilidad. Considera que una simple reestructuración de los modelos de negocio no será suficiente. Y los bajos beneficios, señala, pueden llevar a los bancos a no ser capaces de afrontar imprevistos, a arriesgarse demasiado para mejorar los ingresos, con inversiones complejas o préstamos poco garantizados.
"Algunos sistemas bancarios han sido capaces de reducir costes recortando el exceso de capacidad. Los sistemas bancarios de Dinamarca, Holanda y España, en particular, han hecho una amplia reducción de oficinas y empleos", destaca. El problema en algunos mercados, apunta, es que la presión del negocio "y la rigidez de los mercados" pueden desincentivar las restructuraciones. "Para muchos bancos, los elevados costes de restructuración reduce los incentivos" y les lleva a evitar ajustes necesarios.
"La racionalización de oficinas de manera que la ratio entre depósitos y oficinas de cada muestra alcance la media europea, podría reducir los costes operativos en cerca de 23.000 millones de dólares, el equivalente al 23% de los beneficios después de impuestos de los bancos analizados aquí", señala el informe. Esa relación la han calculado usando 159 bancos de los 172 entidades que analizan en este estudio.
El Fondo señala que también ha habido progresos en otras áreas. Y de nuevo España aparece como ejemplo: por ejemplo dice que "España llevó a cabo un sustancial proceso de consolidación entre 2009 y 2012 con cambios para fortalecer la gobernanza", Además, añade, "bancos en Irlanda y España, en particular, han hecho un buen progreso para reducir los créditos morosos desde los niveles más álgidos", en 2008.
Italia y Portugal preocupan
El FMI considera que el proceso de reducción de los activos morosos que los bancos de la zona euro acumulan en sus carteras va lento y sigue siendo demasiado alto. Los estima en un billón de euros, tras reducirse en solo 120.000 millones de dólares durante los últimos dos años. "Hay que ser más rigurosos para hacer la limpieza del sistema bancario", enfatiza Tobias Adrian. El organismo recomienda que se refuercen los colchones de capital para que puedan absorber los choques de capital y destaca la importancia de que se resuelva la heterogeneidad de las leyes de insolvencia que existe todavía en la zona euro.
En un gráfico donde a modo de semáforo el FMI clasifica los riesgos por la tasa de morosidad, España obtiene un rojo en el porcentaje de préstamos tóxicos que todavía tiene (el 5,7%), pero se gana un verde en el apartado de corregir el problema: desde 2008 ha reducido los créditos morosos un 3,7%. Irlanda, un 11,1%. Aquí suspenden Italia (los ha reducido solo el 0,1%) y Portugal (0,2%).
Italia y Portugal, claramente, preocupan al organismo que dirige Lagarde. En el apartado de recomendaciones particulares, a la banca italiana le pone una larga lista de deberes: avanzar en el saneamiento de los balances, fortalecer la supervisión, reducir la acumulación de créditos morosos, y usar los sistemas de resolución para aquellos bancos que no sean viables, "para prevenir que los costes de los bancos débiles acaben siendo soportados por el resto del sistema y como consecuencia, elevando las preocupaciones sobre la estabilidad". Sobre la banca portuguesa destaca la necesidad también de limpiar su balance y mejorar las provisiones. También les pide que reduzcan sus costes operativos y mejoren su gobernanza.
"Los bancos tienen la responsabilidad principal de conseguir beneficios sostenibles para evitar problemas en el modelo de negocio", señala el FMI. "Pero los supervisores también tienen un papel que jugar", recuerda, y agradece que cada vez se ponga más énfasis en la supervisión.
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