EL MUNDO ECONOMÍA
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. EFE
El déficit del Estado en el primer trimestre del año se situó en 5.659 millones de euros, lo que supone una reducción del 43,8% con respecto al trimestre anterior y equivale al 0,49 % del PIB.
Según la información publicada hoy por el Ministerio de Hacienda, este dato de déficit se alcanza después de que los ingresos aumentaran en estos tres meses un 1,6 %, hasta los 41.401 millones de euros, y los gastos se redujeran en un 7,4 %, hasta los 47.060 millones.
De hecho, en términos primarios -es decir, sin tener en cuenta los intereses de la deuda- la ejecución presupuestaria del primer trimestre arroja un superávit de 651 millones frente al déficit de 3.046 millones de los tres primeros meses de 2016.
Hacienda ha publicado también el dato de déficit consolidado de las administraciones públicas de los dos primeros meses del año -sin incluir las corporaciones locales, cuyos datos aun no se conocen-, que se situó en 10.980 millones, lo que equivale al 0,95 % del PIB.
Una vez descontadas las ayudas a las instituciones financieras, el déficit se sitúa en 10.787 millones, lo que equivale al 0,93 % del PIB.
En el primer trimestre, los ingresos del Estado mejoraron impulsados por el repunte del 3,2 % en la recaudación tributaria y a pesar de que bajaron tanto los ingresos por cotizaciones sociales -un 2,1 %, hasta los 1.725 millones-.
Los impuestos en cambio recaudaron 37.144 millones, un 3,2 % más, gracias a los mayores ingresos del IVA -20.374 millones, un 5,2 % más- y el IRPF -9.793 millones, un 2,7 % más-.
La recaudación del impuesto de sociedades, en cambio, se redujo un 29,7 % en el primer trimestre, hasta los 598 millones.
Los ingresos por el impuesto de hidrocarburos aumentaron un 1,7 %; los del impuesto de la electricidad, un 18,4 %; los de las primas de seguros, un 7,5 %, y los de la renta de no residentes, un 25 %, mientras que la recaudación del impuesto del tabaco bajó un 8,8 %.
En el primer trimestre descendieron los ingresos por otros recursos financieros -un 15,6 %, hasta 2.532 millones-, fundamentalmente debido a la caída de los dividendos del Banco de España por sus menores beneficios.
En cuanto a los gastos, descienden principalmente por las menores transferencias entre administraciones públicas, que bajan un 6,3 %.
Disminuyen especialmente las transferencias a los fondos de la Seguridad Social -que se sitúan en 4.734 millones, 1.667 millones menos-, aunque también las dirigidas al Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y el sistema de la Seguridad Social.
Bajan también las transferencias a otros organismos de la administración central, que se sitúan en 935 millones, 266 millones menos, tras reducirse las correspondientes a Radio Televisión Española, el Centro Nacional de Inteligencia y la Agencia Española de Cooperación Internacional.
Las transferencias a las comunidades autónomas suben un 0,5 %, hasta 17.647 millones, y las de las corporaciones locales, un 0,2 %, hasta 4.142 millones.
Por lo que respecta al resto de gastos, la aportación a la Unión Europea por IVA y RBN baja un 35,3 %, mientras que los intereses se reducen un 10,2 %; los consumos intermedios, un 3 %, y la remuneración de asalariados, un 0,3 %.
En cambio, aumenta el gasto en prestaciones sociales no recogidas en las transferencias a otras administraciones y las ayudas a la inversión por las aportaciones a Adif-Alta Velocidad.
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