Teresa Gurrero
Disco de material alrededor de la joven estrella HD 163296 ESO/NAOJ/NRAO /A.ISELLA /B. SAXTON
Los astrónomos creen que los planetas se forman en nubes de polvo y gas alrededor de estrellas y ahora han podido ser testigos indirectos de ese proceso. Las observaciones realizadas con el radiotelescopio ALMA, construido en el desierto chileno de Atacama, sugieren que en torno a una lejana estrella se están formando dos planetas gigantes, cada uno de ellos con un tamaño comparable al de Saturno.
Un equipo de investigadores ha analizado la composición de polvo y gas de los tres anillos de gas detectados en torno a la estrella HD 163296. Según argumentan esta semana en la revista Physical Review Letters, los resultados sugieren que hay dos planetas en plena formación a una distancia considerable de su estrella.
Su nacimiento está teniendo lugar a unos 400 años luz de la Tierra, demasiado lejos como para poder realizar observaciones directas de esos planetas. Por eso, uno de los objetivos principales de ALMA, el mayor radiotelescopio del mundo, es estudiar los sistemas protoplanetarios.
A diferencia de los telescopios ópticos, un radiotelescopio detecta las ondas electromagnéticas que emiten los objetos y el material que hay en el espacio, de manera que pueden ser identificados y medidos. Asimismo, entender los mecanismos de formación de los sistemas protoplanetarios ayuda a los científicos a investigar cómo se formaron los planetas fuera del Sistema Solar (exoplanetas) que se parecen a la Tierra.
Gas y polvo
HD 163296 es una de las numerosas estrellas fuera de nuestro sistema solar que tienen un gran disco de polvo y gas. "Del material que formó este disco, aproximadamente el 1% corresponde a partículas de polvo y el 99% es gas, de modo que si sólo observas el polvo no puedes determinar si el anillo ha sido formado por un planeta o por otro fenómeno. Para poder hacer esa distinción y realmente afirmar si hay planetas o no, tienes que ver cómo se comporta el gas y en este estudio, por primera vez, estamos observando tanto el polvo como el gas", ha explicado Andrea Isella, investigador de la Universidad de Rice, en Houston (Texas) y autor principal de esta investigación.
La estrella HD 163296 se formó hace unos cinco millones de años de antigüedad y tiene una masa equivalente a dos soles. "El polvo y el gas se comportan de manera muy diferente cuando se encuentran alrededor de estrellas jóvenes", señala Isella.
"Si sabemos los componentes químicos del material con el que se está formando un planeta, podremos entender la química de ese planeta. La cercanía a la estrella también es un elemento importante. Por ejemplo, el agua tiene que estar lo suficientemente lejos para que pueda cristalizar alrededor de los granos [de material] y puedan unirse", señala Isella.
En el caso de la estrella que protagoniza este estudio, los anillos de material más externos se encuentran a una distancia de 100 y 160 unidades astronómicas de la estrella (una unidad astronómica equivale a la distancia que hay del centro del Sol a la Tierra). Según los astrónomos que firman este trabajo, anteriormente se pensaba que a esa distancia de la estrella no era posible que se formaran planetas. El anillo más interno, por su parte, está a 60 unidades astronómicas de HD 163296 y presenta la mayor concentración de isótopos de monóxido de carbono de los tres anillos.
El radiotelescopio ALMA ha observado anillos de material en otros dos discos protoplanetarios, denominados HL Tauri y TW Hydrae. Los científicos quieren saber si la estructura que se ha visto en HD 163296 y HL Tauri es común a otros sistemas o bien una anomalía, una duda que esperan resolver cuando hayan completado el estudio de 20 estrellas que Isella va a hacer con ALMA. También quiere hacer un inventario del resto de elementos presentes en el disco de material y en los anillos.
Recreación artística del planeta HAT-P-7b UNIVERSIDAD DE WARWICK
FUERTES VIENTOS EN UN PLANETA A 1.000 AÑOS LUZ
Por primera vez los astrónomos han detectado un fenómeno meteorológicos en un planeta fuera del Sistema Solar. Según detallan esta semana en la revista Nature Astronomy, el análisis de los datos recabados por el telescopio espacial Kepler ha revelado la existencia de vientos muy fuertes en el planeta HAT-P-7b, situado a 1.040 años luz de la Tierra. Este mundo, descubierto en 2008, es 16 veces más grande que la Tierra y orbita una estrella dos veces más grande que nuestro sol. El estudio, liderado por investigadores de la Universidad de Warwick, en Reino Unido, señala que las nubes en ese planeta podrían estar compuestas de corindón, un mineral que en la Tierra está presente en rubíes y zafiros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario