Cruz Morcillo/Pablo Muñoz
La banda daba instrucciones muy precisas sobre cómo reclutar a pistoleros.
El 5 de noviembre de 2002 eran detenidos en Agen los etarras Antonio Agustín Figal Arranz y Fernando Bert Arrechea. El 19 de diciembre de ese mismo año, tras la caída de Ibon Fernández de Iradi, Susper, se llegó al piso que ocupaba este individuo en Tarbes, junto con Lorena Somoza, Pinpi. En ambos caso se intervino a los terroristas un documento en soporte informático de gran interés, ya que se trataba de las instrucciones que se daban a los captadores en los cursos que daban en el sur de Francia esos responsables de Arrantza (pesca en euskera), la estructura encuadrada dentro del aparato militar encargada de reclutar nuevos terroristas.
El documento en cuestión aborda, punto por punto, todos los pasos que hay que seguir para las captaciones. Lo primero que se analiza es el tema «psicológico» del asunto, y las órdenes son claras: «Tranquilizar a la gente; animarlos (todos podemos hacer algo, todos tenemos un lugar en la lucha); pedir coherencia (yo estoy a favor de la lucha armada, pero que lo hagan los demás) solo cuando haga falta; tantear las ganas y el perfil».
Una vez superados estos prolegómenos, se hace hincapié en que «la captación de la Organización tiene que ser fuerte. Nuestra postura tiene que ser fuerte y con ganas, no se pueden hacer captaciones dudosas; las personas que realizan captaciones tienen que ir revestidas de toda la legitimidad y la fuerza de la Organización; hay que atar bien las cosas, sin evasivas (sea positivo o negativo, e incluso dar tiempo para que se lo piensen, pero que finalmente quede bien atado)».
«Un sitio tranquilo»
El autor del documento advierte de que «la gente a la hora de dar el paso tenga en cuenta dos cosas: las ganas y tenerlo claro, atar bien a los que digan que no, que no pueden sacar nada, o en caso contrario analizarlo bien». Y al contrario, «subrayar bien a los que digan que sí que la Organización necesita un sí consistente». El cursillo de captación también orienta sobre dónde mantener las conversaciones con el candidato: «Conseguir un sitio tranquilo y adecuado para hacer las citas».
Los responsables del aparato de captación inciden en que si finalmente el captable acepta la propuesta hay que «tomar las primeras referencias de la gente (aunque la la mayoría las tenemos de antemano) y encaminar los pasos siguientes: si milita o si tiene responsabilidades, posibilidad de que las abandone; que evite las posibilidades de ser detenido/fichado por kale borroka; comprobar el grado de queme que tiene (si ha estado detenido o en la cárcel); si tiene costumbre de hacer visitas a los presos, posibilidad de dejarlo; saber con qué tipo de gente se relaciona, con quién vive, qué trabajo tiene, estudios, carné de conducir...; saber qué disponibilidad y tiempo tiene para dedicarlo a la Organización».
«Para que todo esto se ponga en marcha -continúa el documento- se puede hacer un planteamiento personalizado en función de plazos determinados. Hay que recordar a todos que si alguien más intenta captarlo para la Organización se niegue rotundamente!! Decirles que es mentira (y si cualquier otra persona les viene con cositas, para hacer cualquier otra cosa que se nieguen que es mentira!!!).
Una vez superados estos pasos, «y en función de sus características y su perfil buscar las labores en las que puedan trabajar: para dar caña; para las casas. -Llaves, Direc. Contr.; para información; para necesidades técnicas; todoterreno o apoyo; para cualquier otra cosa». Y da instrucciones muy precisas para el caso de que el captable quiera formar un «talde», advirtiéndole de que nunca pueden ser de más de cinco personas «porque se convierte en multitud!!!» y de que debe seguir siempre las normas de seguridad.
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