Manuel P. Villatoro
- El popular escritor Lorenzo Silva reedita «Sereno en el peligro» (Edaf), una obra en la que se adentra de forma pormenorizada en la historia de la Benemérita.
- El ganador del Premio Planeta desvela a ABC los pormenores de este cuerpo. Algunos tan curiosos como que su nombre fue un capricho de la pequeña reina (la futura Isabel II).
Guardias civiles a caballo en el siglo XIX - AUGUSTO FERRER-DALMAU
«No hay oro en todo el mundo para comprarnos». Según las crónicas de la época, estas fueron las palabras que espetó un miembro de la Guardia Civil a un contrabandista que, allá por el siglo XIX, le ofreció una suculenta cantidad de reales a cambio de su silencio. La frase tiene años (más de un siglo y medio, de hecho), pero define a la perfección el espíritu de un cuerpo ideado en 1844 para garantizar la seguridad pública y acabar -entre otras tantas cosas- con las partidas de bandoleros que asolaban los despoblados caminos de nuestra España. Una institución que, según desvela a ABC el escritor Lorenzo Silva (autor de «Sereno en el Peligro. La aventura histórica de la Guardia Civil» -Edaf, 2017-), se formó como una «unidad de élite» al seleccionar a los mejores hombres en activo.
La obra, reeditada y ampliada siete años después de su publicación, supone un recorrido por la historia de una institución que, en palabras de Silva, fue orquestada por Pedro Agustín Girón (primer Duque de Ahumada) y materializada por su hijo más de dos décadas después con el apoyo de la joven reina Isabel. Un pasado que, para el popular ganador del Premio Planeta, tiene «muchos más claros que oscuros» y que está formada «desde el principio por agentes que fueron muy sacrificados a la hora de ayudar a la población en circunstancias extremas como incendios, inundaciones, riadas, naufragios...». No en vano, la Guardia Civil recibió en 1929 el título de «Benemérita».
1-¿Se basó la Guardia Civil en la Santa Hermandad?
Bueno, es una referencia que existió y que manejaron aquellos que estaban detrás del diseño de la Guardia Civil (el Duque de Ahumada y su hijo). En sus proyectos sí se hizo una mención a la Santa Hermandad, pero hay que tener en cuenta que era algo muy distante. Una institución medieval que tenía que ver con la organización del Reino de Castilla y que hilaba con los fueros de las ciudades y la pugna entre estas y los nobles.
El problema es que, tras los Reyes Católicos, la Santa Hermandad tuvo un devenir un poco diferente. La suya fue una historia de degradación y de deterioro. De hecho, cuando se ven las alusiones que se hacen en el Quijote a la Santa Hermandad, se aprecia que son muy despectivas. Para entonces ya no tenía ningún prestigio.
Con todo, la Santa Hermandad si fue originariamente una institución de seguridad ideada para proteger a un país que tenía unos caminos peligrosos. Además, buscaba defender a los habitantes de las ciudades de los abusos de la nobleza.
2-¿Con qué objetivos nació la Guardia Civil?
La Guardia Civil nació de la necesidad de establecer una fuerza de seguridad en un país que no la tenía de manera funcional. Es cierto que Fernando VII fundó una policía, pero fue una policía que quedó totalmente desacreditada y que hubo que disolver a su muerte de una manera bastante poco complaciente con lo que había sido su desempeño.
Por otra parte, en un país donde el Estado tenía problemas para llegar a todas las regiones, la seguridad estaba encomendada a la Milicia Nacional, que era una fuerza armada de ocasión en manos de los caciques locales.
En base a todo ello, se intentó crear una fuerza de seguridad que tuviera solidez institucional, prestigio y respeto; que estuviera al servicio de la nación; que no estuviese sometida a los vaivenes políticos y que fuese profesional. Esa fue la Guardia Civil.
3-¿Por qué se demoró tanto su creación?
En el primer trienio liberal se intentó poner en pie la Guardia Civil, pero ese era un período muy precario políticamente (pues había grandes disensiones dentro de las propias filas liberales).
Para crearla hubo que esperar hasta la época de Narváez, un liberal moderado (conservador diríamos hoy), pero un tipo con personalidad que supo hacerse con las riendas del país y ser el hombre fuerte de esa monarquía cuyo titular era una niña. Este político dio a España la estabilidad suficiente como para hacer reformas y plantear empresas institucionales como fundar la Guardia Civil.
4-¿Con ellos nació el tricornio?
El tricornio se instauró en 1844 y, desde entonces, ha evolucionado un poco. Ahora se ha vuelto más sencillo. Hubo una época en la que los tricornios estaban decorados de una u otra forma atendiendo a la graduación de quien lo llevaba. Ahora mismo, un guardia recién salido de la academia de Baeza y un teniente general, que es el máximo rango que se puede obtener, llevan el mismo. Me parece que es un detalle interesante, porque demuestra que ambos son una autoridad al margen de su rango. Es un mensaje digno de imitar.
5-¿Fue la Guardia Civil un proyecto liberal?
Hay que tener en cuenta que la Guardia Civil fue esencialmente un proyecto liberal, pues buscaba garantizar la protección de las vidas y de las haciendas. Esa seguridad era el requisito para el desarrollo económico que, según los liberales, sostenía las libertades.
6-¿Fue el nombre de la institución un capricho de la pequeña reina Isabel?
Se cuenta que el nombre se le ocurrió a ella. Cuando le explicaron que era una guardia armada, pero de titularidad civil, decidió llamarla Guardia Civil. Antes, el nombre que había planteado el padre de Duque de Ahumada era el de “Legión de Salvaguardas Nacionales”. Al final, la reina le dio un nombre más sencillo y más eficaz.
7-¿Una de sus funciones primarias era proteger a los ciudadanos de bandoleros y corruptelas?
El español era entonces un estado muy precario que no tenía presencia mucho más allá de ciudades como Madrid, Barcelona o Sevilla. Al final, el poder solía estar en manos de caciques locales y alcaldes. Y muchos de ellos estaban en la frontera de la criminalidad, cuando no eran directamente criminales.
De lo primero que empezó a defender la Guardia Civil a la población era de los bandoleros. Y resulta que detrás del bandolerismo no solo había tipos solitarios, sino también caciques y líderes políticos. En sus primeros años, la Guardia Civil detuvo a varios alcaldes. Aunque estos eran supuestamente la autoridad del Estado, en la práctica tenían su propia agenda y eran un factor de disolución del propio Estado en contra de la población.
8-¿Detuvo la Guardia Civil a alcaldes corruptos en el siglo XIX?
Sí. No es de extrañar. Cuando en un país el territorio es relativamente grande, las vías de comunicación son amplias y el espacio geográfico y físico no está bien vertebrado, al final surgen poderes locales que no se someten a ninguna ley.
Es un hecho que, cuando la Guardia Civil empezó a intervenir, detrás de las partidas de bandoleros había, a veces, un poder institucional que les prestaba amparo o que repartía con ellos el botín. Donde el estado no es fuerte, donde el poder está atomizado, la tentación de corrupción es muy grande.
Lo que buscan las organizaciones criminales es amputar trozos a los estados modernos. Hacerse con administraciones de menor nivel como diputaciones, ayuntamientos... ¿Por qué? Porque si se consigue sustraer esas administraciones a la obediencia del estado y al respeto de la ley, y se ponen al servicio de un interés particular, se consigue una cobertura perfecta para la actividad criminal, que siempre es lucrativa. Eso sucedía en el siglo XIX.
Es curioso. Yo suelo afirmar que, en 1844, una de las cosas que empezó a hacer la Guardia Civil con triste frecuencia fue detener alcaldes, y una de las cosas que ha hecho en los últimos tiempos, también con triste frecuencia, es detener alcaldes.
9-¿Se fomentó el bandolerismo en el siglo XIX por su imagen romántica?
El romanticismo del bandolero es una elaboración posterior. Se forjó después por personas que no padecieron este sufrimiento.
Piensa en el tipo que vivía en su momento en una comarca sometida al bandolerismo. De romántico no tenía nada. No podía salir de noche porque le podían robar y asesinar, no podía dejar a su mujer sola en su casa (si estaba aislada) por si entraba alguien...
Sí es cierto que hubo algún bandolero que coqueteó con los más desfavorecidos haciendo obras filantrópicas. Muchas para redimirse a ojos de la sociedad.
10-¿Qué famosos bandoleros fueron atrapados por la Guardia Civil?
En esos años había varias partidas operando en España. Eran las que controlaban los pasos geográficos como Despeñaperros. La Guardia Civil se esforzó en acabar con ellas. Así atraparon a personajes como Curro Jiménez.
11-¿Qué atractivo encontraba la sociedad en el bandolerismo?
La española era una sociedad que acababa de salir de una invasión exterior, dos guerras civiles y una revolución. Todo ello hizo que el país pasase a ser profundamente desordenado y disfuncional. Además, no se creaba riqueza y el comercio no era seguro. No es de extrañar que el medio de vida consistente en saltarse las leyes y apoderarse de todo lo de los demás fuera atractivo para muchos.
Además, algunos eran soldados que se habían distinguido y realizado en la guerra, pero que después no encontraron sitio en la sociedad. Al que se ha acostumbrado a vivir a sangre y fuego, luego le cuesta volver a labrar la tierra. Como eran personas que habían adquirodo experiencia con las armas, se arrojaron al monte.
Tampoco hay que olvidar que los oficios de la España de la época eran muy duros. El país estaba muy poco industrializado y la tentación de esquivar las penosas labores del campo era muy grande para todo el mundo.
12-¿Fue la Guardia Civil una unidad revolucionaria para la época?
Fue una institución que estuvo muy por delante de la época en la que surgió. Fue un adelanto casi revolucionario para el estado español de su tiempo, que era muy débil. El estado había salido de una invasión, de un reinado desastroso como el de Fernando VII... Además se habían perdido todas las colonias africanas y todo el aporte de riqueza que venía de América. España como país y como estado era muy débil. Y, sin embargo, la Guardia Civil surgió con gran fortaleza.
Además la pusieron a prueba muy pronto, pues al poco hubo una revolución en la que accedieron al poder unos políticos de ideas diferentes a aquellos que la habían creado. En ese momento podía haber sido disuelta, pero no desapareció porque los revolucionarios de 1854 se percataron de que había surgido un cuerpo que merecía la pena y que estaba al margen de las instituciones públicas españolas (siempre sometidas a esa pandería política por un lado, y contagiadas de la debilidad de un estado muy precario).
13-¿Fue un problema su organización civil y militar?
Inicialmente esta organización estuvo clara y no era muy problemática. Además tampoco era única, pues ya existía entonces algún cuerpo en Europa con esta misma estructura (la Gendarmería francesa, por ejemplo). Como su función era policial , el cuerpo estaba a las órdenes de las autoridades civiles. Pero, para lograr que sus hombres tuvieran más compromiso y disciplina, tenían una estructura militar.
A parte, y aunque esa no es su función principal, esta organización permite disponer de una institución formada por varios miles de hombres con disciplina militar que pueden asumir funciones de apoyo a las fuerzas armadas en tiempos de guerra. Aunque solo en contextos excepcionales.
14-Cita un documento fundacional curioso en el que se señalaba que un Guardia Civil podía reprender a un oficial militar, independientemente del rango, en el ejercicio de sus funciones...
Si. Un militar era un militar en el cuartel. Pero cuando salía a la calle, entonces subido a un caballo, era un tipo normal transitando por la vía pública que debía someterse a la autoridad.
15-Explica también la gran cantidad de requisitos necesarios para acceder a la Guardia Civil. ¿Era, por tanto, una unidad de élite?
Si, claramente. La intención de Ahumada era contar con una élite moral e intelectual dentro de lo que eran los hombres de armas. Pero también una élite que pudiera imponer respeto a la población con su sola presencia. No solo tenían que saber escribir en un país de analfabetos, no solo tenían que tener una hoja de servicios intachable, sino que también se les exigió que no contrajeran deudas. Fue algo muy inteligente. Es difícil que inspire sensación de autoridad alguien que no inspire respeto.
16-¿Se aprovechó posteriormente la política de la Guardia Civil?
La Guardia Civil, una institución eficiente, disciplinada y que funcionaba perfectamente, fue y ha sido utilizada por parte de un estado como el español que, en muchos momentos de los últimos 180 años, ha dejado mucho que desear. Empezando por el estado moralmente deficitario que se dio durante el autoritarismo y siguiendo por la misma Restauración, un sistema caciquil basado en el amaño de las elecciones.
Es algo casi siniestro que una institución disciplinada y con vocación de servicio y sacrificio sea empleada por un estado a cuyo frente se encuentra gente así. Además, como tenían fama de eficaces, la tentación de abusar de ellos para solucionar lo que la política no podía resolver estuvo presente una y otra vez.
17-¿Afectaron las revoluciones liberales a la Guardia Civil?
La Guardia Civil atravesó bastante bien la época de las revoluciones. En ellas hubo una serie de vaivenes políticos en los que hubo varias tentativas de disolverla. Pero, curiosamente, en todas ellas la Guardia Civil salió reforzada gracias a los propios revolucionarios.
18-¿Se destacaron los Guardias Civiles como agentes sacrificados?
Desde el principio los Guardias Civiles fueron muy sacrificados a la hora de ayudar a la población en circunstancias extremas (incendios, inundaciones, riadas, naufragios...). Llevaron esa idea de sacrificio hasta el extremo.
19-¿Fueron reconocidos en sus inicios a nivel internacional?
Desde el principio despertaron el interés internacional. Intervinieron en Portugal en 1847 después de que su gobierno solicitase la entrada de nuestro ejército. En 1921 la Guardia Civil llegó también a Perú para ayudar a reorganizar la Guardia Civil del Perú, que existió hasta el año 1985.
En los últimos tiempos, algún presidente norteamericano ha llegado a reclamar al presidente del gobierno español que envié guardias civiles a Iraq o Afganistán.
20-¿Quiso el franquismo disolver la Guardia Civil?
Franco no tenía gran interés en una institución como esta. Primero porque sus miembros habían sido leales a la República y habían hecho fracasar el golpe en plazas principales como Madrid o Barcelona; pero también porque este era un cuerpo que se había ganado la etiqueta de estar al margen de la sumisión política. Lo que él necesitaba era gente que estuviera completamente alineada con el régimen. Franco representaba una ideología, y buscaba persoans favorables a esa ideología. Algo totalmente contrario al espíritu fundacional de la Guardia Civil.
21-¿Por qué es tan característica la Guardia Civil?
Tienen un perfil muy peculiar. Hay un caso extremo, quizá de los episodios más difíciles de su historia, que lo explica a la perfección: su lucha contra terrorismo en general, y contra el de ETA en particular. Un cuerpo como la Guardia Civil ha podido, con técnicas policiales pero con una disciplina militar, enfrentarse a esa amenaza. Otros países como el Reino Unido acabaron enviando paracaidistas a Úlster. Meter en las calles a un soldado de una unidad de choque no es buena idea, pero lo hicieron porque no tenían nada entre el bobby desarmado y el paracaidista. No les quedó más remedio.
En los conflictos armados, donde la inseguridad ciudadana se mezcla con muchísimos factores más, profesionales como los que tiene la Guardia Civil son muy difíciles de encontrar. Para instruir a la policía Afgana no te vale ni un militar de infantería americana, ni un policía de Baltimore. Debe ser un cuerpo especializado.
22-¿Cómo es la percepción actual de la Guardia Civil?
La percepción de la Guardia Civil ha mejorado mucho. El problema es que el franquismo es como un muro de hormigón que no deja ver nada detrás. No deja ver como la Primera y la Segunda República se apoyaron en la Guardia Civil. De hecho la Segunda República la potenció. Tampoco permite ver cómo muchos ideólogos progresistas pasaron de denigrarla, a defenderla. Algunos tan famosos como Besteiro o Azaña.
23-Afirma que la suya es una obra divulgativa, pero lo cierto es que se zambulle de forma pormenorizada en la historia de la Guardia Civil. Además, se adentra en un ámbito que se había tratado poco.
Si, aunque hay cosas hechas. La obra más monumental es la historia de la Guardia Civil de Aguado, de siete tomos. Pero los libros de la Guardia Civil están hechos por guardias civiles. Yo quería elaborar una historia que explicara cuál había sido el papel de la Guardia Civil en nuestro país. Un libro que diera a conocer lo que había aportado a la sociedad española. Tanto lo bueno como lo malo.
Además, quería evitar lo que me sucedió a mí, que estaba a la defensiva con este tema. Creo que no hay que estar a la defensiva con la historia de la Guardia Civil porque en el balance hay muchísimas más luces que sombras. Eso sí, las sombras hay que reconocerlas porque son humanas y, sobre todo, lógicas. Más cuando se analiza el contexto histórico en el que se mueve la Guardia Civil: el de la España Contemporánea (el único país de la Europa Occidental que ha tenido cuatro guerras civiles en solo 200 años). Ese no es un contexto nada bueno para una fuerza de seguridad.
24-¿Cómo ha sido recibido el libro por la Guardia Civil?
Muy bien. Muchos guardias civiles me han felicitado, me han pedido que se lo firme, y me han confirmado que lo usan como referencia. Eso para mi es un honor. Yo he intentado dar una visión de la Guardia Civil al margen de los sesgos ideológicos a través de los cuales se ha querido contar su historia. Unos para apropiársela y usarla contra el resto, y otros para minarla y socavarla con el objetivo desembarazarse de una institución que garantizaba los derechos y libertades de todos (también los de sus enemigos políticos). Eso ha ido condicionando el relato. He intentado ser ecuánime.
Pinchando en el enlace se abre el reportaje.
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