viernes, 16 de septiembre de 2016

La tregua siria se cobra sus primeras víctimas civiles. 4º ESO

EL MUNDO Internacional

Un combatiente rebelde, en la zona donde debe entrar la ayuda humanitaria a Alepo. REUTERS

De acuerdo con el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, tres civiles han muerto en el quinto día del alto el fuego en Siria.


El cese de hostilidades decretado en Siria ha cumplido este viernes una semana desde su firma, entre EEUU y Rusia, y ha entrado en su quinto día de vigor viendo morir a sus primeros no combatientes. De acuerdo con el pro opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, tres civiles han muerto en diversos puntos del país. En el mismo día ha ocurrido algo insólito: un pequeño grupo de soldados de EEUU ha tenido que abandonar un pueblo del norte sirio entre amenazas de alzados, a los que supuestamente respaldaban.
El Observatorio ha señalado, a través de su web, que un niño había muerto en el pueblo de Hodr -situado en Quneitra, al sur del país- en una zona que facciones armadas opositoras estaban atacando con cohetes. Por otra parte, asegura la institución basada en Londres que recoge datos a partir de una red de activistas sobre el terreno, otro menor ha sucumbido a heridas de francotirador en el barrio de Masharqa, en Alepo, bajo control gubernamental. Además, un tercer civil ha muerto por fuego de francotirador en un barrio alzado de la misma ciudad.
Estos tres son los primeros fallecidos señalados como civiles durante el alto el fuego, en el que ya han muerto combatientes en pequeñas escaramuzas. Éstas se han intensificado este viernes en el distrito damasceno de Jobar, en manos opositoras, donde se han registrado combates, sin que quedara claro quién empezó las hostilidades. En Jobar operan varias milicias, entre ellas el Frente de Conquista del Levante, hasta hace poco ligado nominalmente a Al Qaeda, que no está sujeto a las condiciones de la tregua.
Con este escenario, la complicada hoja de ruta sellada por estadounidenses y rusos en Ginebra sigue entre algodones. Tanto que Washington ha contactado con Moscú para amenazar con no establecer el centro de coordinación de ataques a grupos 'terroristas', siguiente paso del proceso pactado, si la ayuda humanitaria que aguarda desde el martes a las afueras de Alepo no penetra en los distritos alzados del este. Naciones Unidas acusó este jueves al Gobierno del presidenteBashar Asad de no permitir su entrada.
En un comunicado, el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby, ha detallado que su jefe, John Kerry, había llamado a su homólogo ruso, Sergei Lavrov, para enfatizarle que Washington espera de Moscú que "permita que los convoyes humanitarios de la ONU entren en Alepo y otras áreas en necesidad". Por su parte, Rusia, que a su vez ha instado a su enemigo en la Guerra Fría a presionar más a los rebeldes para que no rompan el alto el fuego, propuso ampliar la tregua 72 horas más.
En Alepo, donde aproximadamente un cuarto de millón de civiles permanece atrapado en las zonas fuera del control de Damasco, el principal obstáculo para cumplir con el acuerdo es la retirada de las partes en liza de la conocida como carretera de Castello. Por esta circunvalación, al norte de la urbe y que debería ser zona desmilitarizada, debe entrar la ayuda humanitaria. "El régimen aún no se ha apartado del área", ha asegurado a la agencia Reuters el activista Zakaria Malahifji.
Otro obstáculo inesperado para los estadounidenses ha surgido en Al Rai. Desde esta población, a tocar de la frontera turca, el ejército turco y varias milicias alzadas elegidas como aliadas, apoyadas por un pequeño contingente de EEUU, tratan de ocupar la próxima localidad de Al Bab, y expulsar al autodenominado Estado Islámico. Sin embargo, como pudo apreciarse en un vídeo publicado en internet, cinco o seis efectivos norteamericanos tuvieron que abandonar Al Rai entre protestas.
"¡Perros, cruzados, infieles!", puede oírse en la grabación, de boca de milicianos enrolados en el Ejército Libre de Siria. Mientras los efectivos abandonan el pueblo acompañados de fuerzas turcas, un individuo llama por un megáfono a una "matanza". La aparente contradicción, pues EEUU sirve de refuerzo para estos brigadistas, responde al enfado de gran parte de la oposición con Washington, al que acusan de "vender" su causa contra Asad al pactar con Rusia. Tras varios altos el fuego fallidos, entre las filas alzadas cunde el convencimiento de que este cese de hostilidades responde al interés estadounidense de apostar por el continuismo político en Siria, mientras se centra en atacar al enemigo yihadista. Por el momento, EEUU sigue rechazando publicar íntegramente el texto del acuerdo.






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