La policía teme que el IS use Libia "para atacar Al Andalus".
Un militar español toma fotografías desde un avión de vigilancia que sobrevuela la costa de Libia, durante una misión del contingente militar que trabaja en la región MÓNICA BERNABÉ
La pérdida de terreno del autodenominado
Estado Islámico (IS) en Siria e Irak por la presión internacional podría tener
efectos secundarios que salpicarían de forma más directa y cercana a Europa y a España. O, al menos,
esa es la hipótesis de riesgo con la que trabajan desde hace meses las Fuerzas
de Seguridad del Estado.
Informes elaborados por la Policía Nacional y la Guardia
Civil a los que ha tenido acceso EL MUNDO relativos a los
peligros que acarrea el Estado Islámico advierten de que el Magreb, o de forma
más concreta y actualizada, Libia, podría ser, tal y como sostiene la propia
propaganda difundida por los terroristas islamistas y como viene recogido en
dichos análisis, "una plataforma para la conquista de Al-Andalus y Europa".
EL NIVEL DE RIESGO
·
La
propaganda del IS. Los
investigadores recalcan que «si hiciéramos caso a lo que dicen» los terroristas
en sus comunicaciones, «estaríamos en vectores de riesgo brutales».
·
Lo más
preocupante. La Guardia
Civil y la Policía consideran que Libia «es un peligro potencial que no hay que
perder de vista» por su situación estratégica, zona de paso de los terroristas
que regresan de Siria e Irak, y su inestabilidad política.
·
La
tendencia inversa. Pese
al creciente repliegue de terroristas europeos en Siria e Irak -un 30% de
combatientes de origen europeo regresó-, España sigue enviando miembros a la
organización: cada mes viajan a Siria "tres o cuatro islamistas
radicales".
No es que los investigadores asuman las
amenazas propagandísticas del Estado Islámico como
elementos incuestionables, al contrario. Según sostienen, "si hiciéramos
caso de todo lo que dicen, estaríamos en vectores de riesgo brutales y no es
así porque siempre hay que contextualizar".
Lo que ocurre es que, después de
estudiar la situación, Libia es considerado el país "más
preocupante", un "peligro potencial que no hay que perder de
vista" por muchos motivos.
Esto es así porque tiene dos gobiernos y
permanece desde hace tiempo en un equilibrio inestable cuya duración extraña a
muchos expertos. Pero también porque posee petróleo, porque está en una
situación estratégica inmejorable y porque, por este motivo, puede quedar en el
camino de vuelta de algunos de los foreign terrorism fighters -terroristas
extranjeros que están de regreso a sus países de origen- tras realizar su
campaña en Siria e Irak.
No hay que olvidar que, según los
expertos, en el IS recuperar los espacios perdidos es una necesidad perentoria.
"Conviene recordar que el objetivo prioritario del Daesh es la
consolidación de su califato", explican las Fuerzas de Seguridad. "A
este propósito supedita todo lo demás y en torno a éste elabora su estrategia,
que a grandes rasgos tiene tres áreas relacionadas entre sí: propaganda,
expansión y enfrentamiento con Occidente". "Si como parece probable la
tendencia actual continúa", prosiguen los análisis de riesgo, "el
Daesh se verá sometido cada vez más a una mayor presión en Siria e Irak".
"Ello le llevaría no sólo a la pérdida de iniciativa sobre el terreno,
sino a tener que afrontar significativas pérdidas de territorio o, en el mejor
de los casos, a un enorme desgaste para mantener la situación alcanzada".
"En estas condiciones",
abundan los investigadores, "tendrá que redoblar sus esfuerzos en
propaganda, expansión y enfrentamiento con Occidente como forma de intentar
compensar sus dificultades en Siria e Irak". "Para el Daesh uno de
los objetivos principales de su expansión internacional es contribuir a su
máquina de propaganda y a compensar la falta de éxitos en su escenario
principal".
"En consecuencia", indican, "es
muy probable que, en el futuro, Al-Baghdadi -el alias empleado por el
autoproclamado califa del IS- exija más actividad a sus provincias, lo que sin
duda implicará una mayor amenaza para los intereses europeos en sus respectivas
zonas de actividad".
Según los datos proporcionados por los
servicios de inteligencia exteriores a las Fuerzas de Seguridad españolas, el
repliegue del IS en Siria ha provocado que, desde hace tres o cuatro meses, el
30% de los combatientes que se unieron a las filas del terrorismo desde
Occidente estén regresando a sus países de origen. Es un porcentaje considerado
interesante, si tenemos en cuenta que, desde Francia, por ejemplo, salieron
unas 2.000 personas a la zona de conflicto.
Entre esos datos y porcentajes, llama la
atención que el caso español sea una excepción. La actualización de las cifras
relacionadas con España indica que, al contrario del resto de los países
europeos, desde aquí siguen saliendo todos los meses una media de tres o cuatro
personas hacia territorios en guerra.
Ahora mismo hay en Siria 200 personas procedentes de España. Siguen saliendo en su mayoría desde Ceuta y, en algún caso, desde Cataluña. Un 60% son de origen marroquí con permiso de
residencia y un 30% son españoles, en su mayor parte de primera generación. El
10% restante aglutina nacionalidades de lo más variopintas, desde brasileños a
rumanos.
Se ha comprobado que realizan
itinerarios cada vez más difusos, de difícil detección personal. Han dejado de
viajar en avión para hacer los trayectos en coche y evitar así la sorpresa de
ser detenidos en Turquía. Han decidido volver 30 de los que se marcharon
inicialmente y, de estos, 15 están en prisión acusados de terrorismo.
No está claro el motivo por el que en
España no ha revertido todavía la inercia de la marcha. Sí lo están las razones
por las que hay un 30% de terroristas internacionales que regresan de la zona
de conflicto. Entre ellas se encuentra el desánimo por "la dureza de las
condiciones de vida" en Siria y el "incremento de los requisitos exigidos
por parte del Daesh para ingresar en sus filas". No obstante, tampoco se
descarta que el Estado Islámico envíe a algunos de los suyos a Europa con
órdenes de atacar, como ya ha ocurrido en el pasado.
Hasta el momento, la mayor parte de
ellos ha vuelto por la zona de Lesbos (Grecia),
por el mismo lugar por el que terroristas de algunos de los atentados en
Francia se colaron camuflados entre los refugiados. En alguna ocasión, por la
negligencia de los controles policiales de varios países. Lo cual no implica
que las diferentes policías europeas no teman que en algún momento el IS decida
que sus yihadistas cambien de itinerario para centrarse en el norte de África.
Un informe policial de principios de año
reconocía que "el Daesh ha
demostrado tener la capacidad de alterar la vida normal en Europa" y
sostenía que el año 2016 comenzaba con una amenaza "reforzada" que
había logrado "situar el terrorismo en el centro del debate
político". Entre los factores que podían determinar la evolución de la
amenaza se encontraba la competencia que mantienen el Estado Islámico y Al
Qaeda y que hacían temer que se embarcasen en una carrera por cometer "el
atentado más impactante".
No se le concedía a Al Qaeda la
pretensión de actuar en Europa, pero sí la intención de incrementar su
presencia violenta en el Magreb y el Sahel para compensar su "hasta ahora
pérdida de protagonismo frente al Daesh".
Respecto al IS, se realizaban varias
reflexiones. Primero, el temor a que los yihadistas decidiesen abrir o
reactivar nuevos escenarios. "En Pakistán, Afganistán, India, Bangladesh e
Indonesia podrían surgir grupos a la estela del Daesh sin que necesariamente
exista una vinculación formal u operativa", consta en el informe.
Juicio a un musulmán converso por tener
armas
Un musulmán converso, cuyo nombre original era Andrés y hoy responde al de
Abdallah Leo Angulo, se sentará en el banquillo de los acusados esta semana por
enaltecimiento del terrorismo, al justificar y ensalzar el extremismo y la
violencia de grupos terroristas en las redes sociales, y por tenencia de armas
prohibidas. La Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional
celebrará este jueves el juicio contra esta persona, que compartió en internet
que "la lucha armada es imprescindible para avanzar". Por estos
comentarios, el Ministerio Público solicita dos años de prisión e
inhabilitación de ocho por enaltecer el terrorismo. La Fiscalía pide también
tres años de cárcel por tenencia de armas prohibidas. En el registro de su casa
se incautaron un revólver de gas comprimido, seis bombas de dióxido de carbono,
una pistola de aire comprimido, una defensa de piel negra de 62 centímetros y
nunchacos, considerados armas prohibidas para particulares.
Otro de los elementos que se barajan es
que el IS quiera establecerse en los Balcanes.
"Podría ser objeto de interés, dado que en la zona se localizan países
musulmanes o con importantes minorías de esa religión. No es probable que la
organización de Al-Baghdadi sea capaz de
alterar la situación de esta zona, pero sí existen algunas informaciones sobre
el presunto interés del Daesh en este sentido", apunta.
Y finalmente, se ponía la atención en Libia. Según los análisis de las Fuerzas de Seguridad,
dado que el Estado Islámico tiene como estrategia desarrollar tres elementos
clave como la propaganda, la expansión y el enfrentamiento con Occidente, una
mayor presión sobre Siria e Irak provocaría que tuviera que redoblar sus
esfuerzos.
Los investigadores, aunque mitigan la
existencia de un peligro inminente, añaden: "La [provincia] más
preocupante es la de Libia debido a las buenas perspectivas que tiene de
consolidarse en la región. De hecho, en uno de sus últimos vídeos de
propaganda, el Daesh ya menciona el Magreb
como la plataforma para la conquista de Al-Andalus y Europa".
Los atentados de Túnez, en uno de los
cuales fueron asesinados 38 turistas y en otro 12 agentes, llevaron al vértigo
a los entendidos, alertados de lo que podía avecinarse si una zona de un
equilibrio tan frágil entraba en el caos.
Algunas de las previsiones de este
informe se han cumplido y otras no, pero en las Fuerzas de Seguridad persiste
la preocupación por Libia y se advierte a la comunidad internacional de que
siga vigilante.
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