lunes, 19 de septiembre de 2016

Resuelto el misterio del agujero negro supermasivo más camaleónico. 1º ESO

EL MUNDO CIENCIA

La galaxia activa Markarian 1018, con su agujero negro supermasivo en su núcleo. ESO

Tras 30 años brillando con intensidad en una galaxia lejana, ha vuelto a la sombra por la escasez de material del que 'alimentarse'.

Los agujeros negros, pese a su denominación, también pueden cambiar de apariencia. Es lo que le ha sucedido por segunda vez al agujero negro supermasivo situado en el corazón de una galaxia lejana: después de tres décadas brillando con intensidad, ha vuelto a la sombra. Recibe el nombre de Mrk1018 y ahora un estudio en el que participa el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) revela que la falta de materia en su entorno es la responsable de que sea tan camaleónico.
Los núcleos activos de las galaxias tienen tanta energía que pueden emitir más de100 veces la energía de todas las estrellas de la Vía Láctea. Los responsables de que esto suceda son, precisamente, los agujeros supermasivos que allí se encuentran y cuya masa puede superar en miles de millones de veces a la del Sol. Su alimento es el gas que los rodea.
"Los núcleos activos de galaxia tienen, además, una estructura de polvo con forma de rosquilla a su alrededor que afecta a su visión. Si observamos el núcleo activo de la galaxia de frente, detectaremos la emisión del gas cayendo y veremos, por lo tanto, un objeto muy brillante. Si en cambio lo vemos de canto, las nubes de polvo ocultarán la región central y obtendremos una señal más débil", señala en un comunicado de prensa Miguel Ángel Pérez-Torres, investigador del CSIC en el Instituto de Astrofísica de Andalucía.
Digno de estudio
Mrk1018 ha sorprendido a los científicos, tanto por su comportamiento como por la posibilidad de estudiarlo en detalle para conocer mejor cómo son los núcleos activos de las galaxias.
Hasta el momento se contemplaban dos escenarios para explicar el aspecto cambiante de este agujero negro: que una nube de gas debilitase el brillo que llega hasta la Tierra o la destrucción de una estrella cercana. Ninguna de las dos opciones, sin embargo, parece ser la correcta después de las observaciones del telescopio espacial Hubble. En su lugar, parece más plausible que la vuelta a la sombra de este agujero negro sea el resultado de la falta de gas que lo alimente.
"Como conocemos la masa del agujero negro, que asciende a unos cien millones de soles, hemos podido calcular la cantidad de gas que absorbe Mrk1018, que durante los últimos treinta años ha sido de cinco centésimas de masas solares por año. Ahora, sin embargo, ha disminuido hasta las cinco milésimas de Sol por año", apunta el investigador del CSIC.
Según este estudio, la interacción con un segundo agujero negro supermasivo podría explicar esa falta de material. No es una posibilidad descabellada si se tiene en cuenta que la galaxia donde se aloja Mrk1018 es el resultado de la fusión de dos galaxias menores, cada una con un agujero negro de estas características en su interior.



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