jueves, 15 de septiembre de 2016

El último eclipse del año oscurecerá la Luna mañana. 1º ESO

ACB Ciencia

Este viernes a partir de las ocho de la tarde el satélite perderá parte de su brillo. El próximo eclipse total no ocurrirá hasta 2018.
La luna cerca del aeropuerto de Tokio, en septiembre de 2015 - EFE

Mañana se producirá un eclipse penumbral de Luna, un fenómeno que ocurre cuando la Luna, la Tierra y el Sol quedan alineados y el satélite terrestre entra en la zona de penumbra que proyecta la Tierra.
El fenómeno se podrá observar en especial desde el hemisferio sur. Desde España, apenas se podrá percibir un leve oscurecimiento del satélite. Para observarlo, será buena idea emplear un telescopio o unos prismáticos.
Durante los eclipses penumbrales, la Luna deja de recibir la luz que el Sol proyecta debido a que la tierra bloquea esos rayos solares, motivo por el que su luminosidad desciende.
Los mejores lugares para ver el eclipse serán Australia, África, el océano Pacífico y Europa. Desde España, se podrá observar el fenómeno una vez haya comenzado durante apenas unas dos horas y media, desde las 20:22 horas hasta las 22:53. Siempre y cuando las condiciones meteorológicas lo permitan.
El problema de los eclipses penumbrales es su dificultad para ser observados, ya que son muy tenues y apenas destacan, ha explicado a EFE la monitora de astronomía del Planetario de Madrid, Cristina Garay. «Este tipo de eclipses -ha añadido- son prácticamente imperceptibles, sólo los más avispados podrán percatarse».
Los eclipses de Luna pueden ser totales, entonces se llaman eclipses en umbra, o parciales, en penumbra. Los totales son más fácilmente observables desde la tierra, ya que la Luna adquiere un carácter rojizo apreciable, mientras que los penumbrales son difíciles de apreciar debido a que la Luna no sufre ningún cambio más que un leve descenso de su luminosidad.
Garay ha recordado que «hasta el año 2018 no podremos ver desde nuestro país un eclipse total de Luna». Antes de eso, habrá otro eclipse de penumbra el 11 de febrero de 2017, y uno parcial el 7 de agosto del mismo año.

Impacto en operaciones científicas

A pesar de la sutileza de este fenómeno, la tenue sombra de la Tierra sobre la Luna tendrá impacto en las operaciones científicas. Tal como ha informado Space.com, ocurrirá con el «Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO)», una nave que orbita la Luna y que obtiene su energía a través de paneles solares.
«Como nuestra nave consigue su energía del Sol, debemos tener cuidado con este efecto», ha dicho Noah Petro, investigador en el «Goddard Space Flight Center», en Maryland, Estados Unidos. «Este es un eclipse relativamente pequeño. No creo que vayamos a hacer ninguna operación especial con la nave, pero durante los eclipses totales tenemos que apagar todos los instrumentos». A excepción de uno, cuya función es medir la temperatura de la superficie lunar.

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