Javier Salvatierra
Mariano Rajoy firma con sindicatos y patronales el pacto para que se eleve el sueldo más bajo hasta los 850 euros de ahora a 2020.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, junto con los líderes de UGT y CC OO y los de las patronales CEOE y CEPYME, firmó este martes en un acto en La Moncloa el acuerdo para la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Rajoy recordó que ya el año pasado se firmó una subida del 8% y que ahora se va un paso más allá, dado que el acuerdo dibuja una senda plurianual cuyo objetivo es situar el SMI, actualmente en 707 euros, en 850 euros en 2020, con subidas del 4% en 2018, del 5% en 2019 y del 10% en 2020. Sin embargo, también destacó que esa senda tiene dos condicionantes: que la economía crezca por encima del 2,5% y que se creen 450.000 empleos al año. “Son límites muy prudentes, porque quedan por debajo de lo que estamos logrando”, consideró.
En un acto solemne en la Sala de Tapices del Palacio de la Moncloa, con la ministra de Trabajo, Fátima Báñez, Rajoy rubricó el acuerdo alcanzado la semana pasada junto con los líderes sindicales -Pepe Álvarez (UGT) y Unai Sordo (CC OO)- y empresariales -Juan Rosell (CEOE) y Antonio Garamendi (CEPYME)-. Es decir, Gobierno y agentes sociales, juntos para firmar un acuerdo, algo poco habitual en los últimos años. Tras la firma, Rajoy presumió de datos económicos y a ellos se agarró para calificar de prudentes las cifras que condicionan el acuerdo.
¿Realmente son tan prudentes? Rajoy reiteró la cifra-mantra del medio millón de empleos anuales en la legislatura, e incluso destacó que en 2017 se crearán más de 60.000. En cuanto al crecimiento del PIB, las propias previsiones anuales están, en el mejor de los casos, rozando el límite del 2,5% que marca el acuerdo para la subida del SMI. Para empezar, en el último plan presupuestario enviado a Bruselas el Gobierno, debido a las tensiones en Cataluña, rebajó la previsión para 2018 del 2,6% al 2,3%, si bien es cierto que contempla un crecimiento mayor si la inestabilidad no se prolonga. La Comisión Europea y el FMI prevén un 2,5% y el Banco de España, un 2,4%. Para 2019, la previsión de Bruselas es del 2,1% y la del Gobierno, en el 2,3%, ambas cifras por debajo de lo contemplado en el acuerdo.
Es más, si las previsiones se cumplen, la senda de subida del SMI quedaría cortada en el tramo de mayor incremento, toda vez que el acuerdo fija un aumento del 10% para 2020, que dependerá de los resultados económicos de 2019. Hasta entonces, la ruta marca una subida del 4% en 2018 hasta 736 euros, del 5% en 2019 (773 euros) y del 10% en 2020 (850 euros). Si se confirma esta última, será la mayor desde 1983, por delante de la de 2017, que fue del 8%.
Si en algún momento no se lograse alcanzar las cifras de la subida automática, el acuerdo señala que, en cuanto se constate el incumplimiento, el Gobierno “abrirá un proceso de negociación” con empresarios y sindicatos para determinar cuánto sube el SMI al año siguiente. En todo caso, fuentes de UGT y CC OO consideraron “factibles” las cifras y se mostraron optimistas sobre su cumplimiento.
En el acto, además, tanto Álvarez como Sordo destacaron la importancia de la subida del SMI como punto de partida para lograr otros acuerdos en la negociación colectiva con las patronales, que retomarán en enero tras el fiasco en 2017. “Vemos el acuerdo [del SMI] desde la perspectiva de más acuerdos, más diálogo y más concertación social. Debe ser el inicio de una senda, debe ser completado con otros que ayuden a repartir mejor la riqueza en nuestro país”, dijo Álvarez en su intervención. Igualmente, Sordo confió en que la subida del salario mínimo, que afectará a unos 530.000 trabajadores, “tenga incidencia en la negociación colectiva de los salarios más bajos”, que sirva de “acicate para otros acuerdos de la negociación colectiva”. Además, destacó que el pacto ayuda a corregir la “anomalía histórica” de que el salario mínimo no llegue al 60% del salario medio, como recomiendan los organismos internacionales.
Por su parte, los representantes de las patronales destacaron el papel de las empresas en la creación de empleo. “El medio millón de empleos al año lo crean las empresas, por eso hay que cuidarlas especialmente”, dijo Garamendi. Sin mencionar futuras conversaciones sobre salarios, Rosell destacó que aún no se ha recuperado los niveles de recaudación por impuesto de sociedades, que grava los beneficios de las empresas. “Sin beneficios no se pueden subir salarios”, dijo. En todo caso, se felicitó por la firma de un acuerdo “razonable”, que va “en la buena dirección” y que “ayudará a combatir la economía sumergida”. Además, tanto ambos líderes empresariales hicieron hincapié en la “formación” para que lograr mejor empleo y mejor pagado. “Investigación, innovación y cualificación, que será consecuencia de la formación, son necesarios para un empleo de calidad”, dijo el representante de las pymes.
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