domingo, 15 de mayo de 2016

"Nueva Guerra Fría". Putin sostiene que el escudo antimisiles está dirigido a reforzar el potencial nuclear de EE.UU.

ABC Internacional

El líder ruso asegura al mismo tiempo que su país no se dejará arrastrar a una carrera de armamentos.














Tras la inauguración el jueves de la base rumana de Deveselu y la colocación ayer de la primera piedra en el antiguo aeródromo polaco de Redzikowo, de lo que serán las instalaciones para culminar la puesta en funcionamiento del escudo antimisiles diseñado para defender a los países de la OTAN de un hipotético ataque externo, el presidente ruso, Vladímir Putin, ha tenido a bien convocar a la cúpula militar para preparar medidas de respuesta.
"No estamos ante un sistema defensivo. Se trata de un elemento que reforzará el potencial estratégico-nuclear de Estados Unidos en la periferia, en Europa oriental concretamente", manifestó ayer Putin en Sochi. En el curso de una reunión para el desarrollo de la industria militar con asistencia de altos responsables castrenses, el máximo dirigente ruso dijo que los norteamericanos, haciendo uso de su influencia en los medios de comunicación mundial, "tal vez logren convencer a alguien de que -el escudo antimisiles- es un sistema exclusivamente defensivo, que no supone una amenaza para Rusia, pero no pueden engañar a nadie de los que estamos aquí sentados en torno a esta mesa".
Putin considera que el pretexto esgrimido hasta ahora por la Alianza de que el escudo es necesario para defenderse de una país dotado de misiles como Irán carece ya de justificación. Recordando el acuerdo concluido entre Teherán y Occidente, el jefe del Kremlin se preguntaba ayer: "¿Dónde están ahora las amenazas nucleares de Irán?".
Refiriéndose a Estados Unidos y a sus aliados de la OTAN, Putin señaló que "hasta ahora han vivido con tranquilidad, sin sobresaltos y seguros, pero, tras la puesta a punto del sistema antimisiles, Rusia está obligada a pensar en cómo neutralizar tal amenaza". A su juicio, los pasos dados por Washington constituyen además "un intento de provocar una nueva carrera de armamentos, en la que no vamos a embarcarnos (...) actuaremos con cautela y a nuestro modo, pero sin rebasar nuestros planes de financiación" ya adoptados para las Fuerzas Armadas.

Cambio en el equilibrio

El dispositivo antimisiles americano en Europa consta de un radar de alerta temprana en Turquía, operado desde la base aérea de Ramstein en Alemania,cuatro navíos estadounidenses anclados en Rota (Cádiz) y equipados con cohetes interceptores SM-3, otros 24 misiles del mismo tipo instalados en Deveselu (Rumanía) y por lo menos 10 más que tendrá Polonia en Redzikowo.
Las bases rumana y polaca contarán también con sus propias estaciones de radar y, junto con la situada en Turquía, vigilarán cualquier disparo de misil, sobre todo de corto y medio alcance, que se produzca en la proximidad inmediata del ámbito de la OTAN. Si el cohete detectado es considerado hostil, se efectuará el lanzamiento de los misiles interceptores SM-3 desplegados en Deveselu, Redzikowo o en los barcos con base en Rota. El sistema "Aegis"será el encargado de guiar a los cohetes hasta su objetivo y la destrucción del ingenio enemigo se produciría fuera de las fronteras de la Alianza.
Durante la ceremonia que dio ayer comienzo a las obras en Redzikowo, el secretario adjunto de Defensa norteamericano, Robert O. Work, reiteró que los cohetes que forman parte del escudo en Europa, debido a su escaso número y a la geografía en donde están desplegados, "nunca podrían detener un ataque de Rusia con misiles intercontinentales". Este argumento viene defendiendo Washington ante Moscú desde hace 10 años, cuando surgió por primera vez la idea de crear el escudo antimisiles.
Sin embargo, los expertos militares rusos creen que la idea de EE.UU. y la OTAN es que su dispositivo sea capaz de destruir los misiles rusos en la fase de lanzamiento, ya que una vez en vuelo son efectivamente difíciles de interceptar. De esa manera y, al estar Deveselu y Redzikowo muy cerca de la frontera rusa, neutralizaría supuestamente todas las lanzaderas rusas situadas dentro del rango de alcance de los SM-3. Putin advirtió ayer una vez más que ello rompería el actual equilibrio estratégico en beneficio de Estados Unidos y la OTAN.

No hay comentarios:

Publicar un comentario