Ernesto Villar
El grafeno ha logrado una pequeña gran conquista. La utilización de este material, llamado a cambiar por completo el mundo de la tecnología por sus sorprendentes propiedades, ha permitido a científicos de la Universidad de Manchester fabricar el cronógrafo mecánico más ligero del mundo.
Este liviano reloj, realizado en colaboración con la marca relojera Richard Mille y con McLaren F1, se ha presentado en el Salón Internacional de la Alta Relojería, y lleva el nombre de RM 50-03.
Según explican los investigadores, se trata de una investigación pionera en la utilización del grafeno para un utensilio tan cotidiano como un reloj, y abre puertas no tanto a la fabricación de relojes ultraligeros, sino al menos a concentrar en un solo aparato numerosa tecnología con un peso mucho menor que el actual.
El reloj RM 50-03 se fabricó usando un compuesto único que incorpora el grafeno, conocido como Graph TPT, y que permite alojar toda la maquinaria del aparato.
El grafeno es el primer material bidimensional del mundo con un solo átomo de espesor. Se aisló por primera vez en la Universidad de Manchester en 2004 y tiene el potencial de revolucionar un gran número de aplicaciones, incluyendo compuestos de alto rendimiento para las industrias automotriz y aeroespacial, así como flexibles y flexibles teléfonos móviles y tabletas y de próxima generación de energía almacenamiento.
En este caso, este material está también presente en la correa del reloj. Al caucho de la correa se le inyectó también con grafeno que ha demostrado mejorar sus propiedades mecánicas y su resistencia al desgaste.
Este reloj ultraligero pesa sólo 40 gramos y es extremadamente durable. Está inspirado en la estructura de la suspensión de la horquilla de un coche McLaren-Honda Fórmula 1. La combinación del diseño y los materiales de la carcasa del reloj permitió al reloj resistir a los violentos golpes a los fue sometido durante el periodo de pruebas.
«Los resultados de este proyecto han demostrado exactamente por qué el grafeno es perfecto para proporcionar mejoras en las que los materiales de alto rendimiento son necesarios y es un paso clave hacia el desarrollo de aplicaciones más extendidas, incluyendo automoción y aeroespacial», destacó James Baker, director de Negocios de Graphene, de la Universidad de Manchester, responsable del proyecto.
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