EL PAÍS ECONOMÍA
Manuel Planelles
Lejos de disminuir, la dependencia de las importaciones de combustibles fósiles —petróleo, gas y carbón— en España ha crecido 17 puntos en los últimos 25 años. Ha pasado de representar el 81% en 1990 al 98% en 2015, según los datos difundidos este lunes por Eurostat. Esto supone que prácticamente todos los combustibles fósiles que se consumen en España se tienen que adquirir fuera del país.
Un empleado de una gasolinera de Madrid. CARLOS ROSILLO
España se sitúa así entre los diez Estados de la Unión Europea más dependientes de las importaciones. De hecho, ese porcentaje del 98% está 25 puntos por encima de la media de los 28, según Eurostat.
Pedro Linares, vicerrector de Investigación de la Universidad Pontificia Comillas y codirector del grupo de investigación Economics for Energy, achaca el incremento de la dependencia energética del exterior en España a la reducción del consumo de carbón autóctono. "Ahora casi no se consume carbón nacional", señala este experto. En el caso del gas y del petróleo, en estos 25 años prácticamente no ha habido variaciones: salvo pequeñas explotaciones, España sigue sin contar con yacimientos de estos dos combustibles.Los combustibles fósiles siguen siendo la principal fuente de energía, tanto en la Unión Europea como en España. En 2015, el 74% del consumo bruto de energía en España provino del gas, petróleo y carbón. En la UE fue similar, un 73%. En las últimas décadas se han producido avances en la generación de electricidad con fuentes renovables. Esto ha hecho en el caso español que caiga cuatro puntos la cuota de energías fósiles respecto al consumo bruto de energía. Sin embargo, en el sector del transporte la dependencia de los combustibles fósiles sigue siendo prácticamente total.
Coincide en esta interpretación Mariano Marzo, catedrático de Recursos Energéticos en la Facultad de Geología de la Universidad de Barcelona. "Ha aumentado el consumo, no se han encontrado nuevos yacimientos y están en declive los que hay", apunta respecto a los hidrocarburos. Y señala también como responsable del incremento de la dependencia exterior de España en los combustibles fósiles al aumento del empleo de carbón importado.
"Hemos anticipado donde queríamos ir, pero no nos hemos dado cuenta de que no puede hacerse de hoy para mañana", sostiene Marzo respecto al rechazo en España a las exploraciones y sondeos en busca de hidrocarburos en el Mediterráneo.
Europa ha vivido también un aumento de la dependencia de las importaciones de combustibles fósiles en los últimos 25 años. En 1990, el 53% del gas, petróleo y carbón que consumieron los 28 Estados se importó. Cinco lustros después, ese porcentaje había crecido hasta el 73%.
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