Cinco Días
Raquel Pascual
- Empleo inciará "en las próximas semanas" la negociación con agentes sociales para alcanzar un pacto de conciliación.
- Las empresas ven "complicado" plantear la finalización de la jornada laboral a las 18.00 horas.
- Juan Pablo Riesgo, secretario de Estado de Empleo. (EFE)
- El Gobierno "tiende a pensar que el adelantamiento del huso horario tiene más ventajas que inconvenientes, y por eso lo proponemos", ha dicho hoy el secretario de Estado de Empleo, Juan Pablo Riesgo. Además, ha avanzado que su departamento abrirá "en las próximas semanas" el diálogo con los agentes sociales para debatir esta medida.Dicho adelantamiento colocaría a España en el horario GMT, una hora antes que como está en la actualidad, con el horario de Londres o Lisboa, "tal y como estaba hace 70 años", ha explicado el responsable de Empleo.No obstante, Riesgo ha insistido en que el Gobierno no tomará la decisión de cambiar el huso horario "sin antes analizar bien los pros y los contras". Es más, consideró que una medida de ese calado debería estar incluida en un pacto nacional extenso que incluyera también al arco parlamentario. "Espero que en los próximos días todas las partes acudan a la reunión habiendo analizado bien las ventajas e inconvenientes de la medida", ha insistido Riesgo durante su participación en un desayuno informativo sobre conciliación laboral y familiar organizado por Europa Press y Mapfre.En dicho encuentro, han participado también varios representantes de grandes empresas que han mostrado sus propios pareceres acerca del adelantamiento horario. Así, la directora general de Recursos Humanos e Inmuebles de Vodafone España, Remedios Orrantia, se ha mostrado a favor de este cambio de huso horario, "porque serviría para acelerar el cambio cultural que necesita España" en materia de organización de la jornada.Si bien la directiva de Vodafone alertó de que "sería un cambio radical en el que algunos sectores muy importantes para la economía española, como el turismo, podrían verse afectados negativamente".El número dos de la ministra de Empleo, Fátima Báñez, ha añadido que en dicho pacto nacional para la conciliación y racionalización horaria deberían acordarse entre el Gobierno, los sindicatos y las patronales "recomendaciones generales para mejorar los horarios, que se trasladen después a la negociación colectiva de cada empresa". En ese escenario ha enmarcado la propuesta hecha hace dos meses por Báñez, de "allí donde se pueda" fijar el final de la jornada laboral a las 18.00 horas.La directora general de Recursos Humanos de Mapfre, Elena Sanz, ha considerado que establecer las 18.00 horas para poner fin a la jornada de trabajo "es complicado" ya que, en su opinión, "la negociación del horario debería quedar siempre en el ámbito de la empresa". Y explicó que dichos horarios "dependen de la función de cada trabajador" y puso como ejemplo "el cliente que necesita que acuda una grúa para su vehículo a las tres de la mañana".Para el director del Instituto Cuatrecasas de Estrategia Legal en Recursos Humanos, Guillermo Tena, "hablar de horario de salida del trabajo hoy en día es anacrónico". Según ha dicho este expeto, "convendría más regular el derecho a la conexión o, como ha hecho Francia, el derecho a la desconexión de los trabajadores, algo que en España aún no se ha hecho".Riesgo coincidió en que pueda ser anacrónico plantear una hora de finalización de la jornada ; pero defendió la propuesta del Gobierno como "una respuesta a la demanda social de un liderazgo que ponga estos temas sobre la mesa".Por su parte, el director corporativo de personas y organización de Repsol, Arturo Gonzalo, calificó las propuestas del Gobierno de "muy oportunas". Y, aunque ha admitido que en determinados tipos de actividades es inevitable prolongar la jornada más allá de las 18.00 horas, "es hora de replantearse en España una adaptación horaria".De hecho, el directivo de Repsol puso como ejemplo que el inicio de la serie de televisión más vista en la actualidad en horario de máxima audiencia "empieza a las 22.48 horas, y es difícil tener una vida equilibrada prolongando así la jornada diaria".
Más flexibilidad horaria y menos presencialismo
“En 2011, cuando la ministra Fátima Báñez llegó al Ministerio de Empleo, hablar de bienestar en el trabajo era obsceno; pero ahora es imprescindible”, aseguraba ayer el secretario de Estado de Empleo, Juan Pablo Riesgo, para justificar que su departamento ha abierto una mesa de negociación para fijar una “agenda global por la calidad en el empleo”. En dicha agenda, además de buscar soluciones a la excesiva dualidad laboral o mejoras en la salud y seguridad en el trabajo, Empleo quiere llegar a un pacto nacional sobre conciliación. Según Riesgo, las empresas que adoptan un buen plan de conciliación “son capaces de aumentar su productividad un 19%”.En este marco, el Gobierno deberá escuchar a las empresas, que según los manifestado ayer en un encuentro sobre Conciliación flexibilidad y nuevas formas de trabajar, claman, sobre todo por aumentar la flexibilidad horaria, por encima de fijar las 18.00 horas como fin de la jornada laboral. Según el director del Instituto Cuatrecasas de Estrategia Legal en Recursos Humanos, Guillermo Tena, es necesario que las medidas de conciliación “pasen a formar parte de la estrategia de éxito de las empresas”. Y esto vendrá obligado, en su opinión, por las nuevas formas de hacer negocios, marcadas por la digitalización. Por su parte, la directora de Recursos Humanos de Mapfre, Elena Sanz, resumió que las compañías deben actuar en tres frentes a la vez:racionalizar horarios, con jornadas flexibles y teletrabajo; trabajar cada vez más por proyectos y objetivos, acabando con el presencialismo;y que la transición a esta nueva política se haga desde los mandos directivos. “Sin gente que defienda desde arriba esta forma de trabajar es imposible implantarla”, dijo Sanz.
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