viernes, 14 de abril de 2017

Así se preparan ante el Brexit las empresas españolas en Reino Unido. 4º ESO-Economía

EL MUNDO ECONOMÍA-MERCADOS
Carlos Fresneda/Alberto Muñoz

En la actualidad, las islas británicas son el cuarto destino de las exportaciones españolas OLI SCARFF


Unos han puesto ya en marcha sus «planes de contingencia», otros han optado por el wait and see (esperar y ver). Unos se preparan para lo peor, y otros confían en el business as usual (lo de siempre). Unos reconocen que existe una total incertidumbre por lo que se les viene encima y otros se escudan en el no answer, la callada por respuesta, ese hábito tan español y tan desgraciadamente habitual ante la pregunta incómoda: "¿Y cómo afecta el Brexit a las empresas españolas?"
No hablamos solo de las compañías firmemente arraigadas en el Reino Unido, desde Santander UK a Iberdrola (Scottish Power), de Telefónica (O2) a Ferrovial. También de las pequeñas y medianas empresas, como Ebury, que está abriéndose paso en el sector fintech, o Nicolás y Valero, que está aprovechando el creciente tirón de la gastronomía española.
Hablamos también de las exportaciones al Reino Unido, que empiezan a tambalearse por la depreciación de más del 10% de la libra. Ahí duele, sobre todo en sectores como la automoción, pero es el lugar donde surgen también insospechadas oportunidades. En cualquier caso, las islas británicas son, hoy por hoy, el cuarto destino de las exportaciones españolas; el segundo receptor de las inversiones directas españolas; y el tercer inversor extranjero en España.
El pasado 2016, a pesar del voto a favor del Brexit, fue un año de intercambio casi inmejorable entre los dos países. El superávit comercial fue de 7.968 millones de euros, según datos del Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX). Nuestras exportaciones superaron el listón de los 19.000 millones de euros y el número de turistas británicos se disparó por encima de los 17 millones (uno de cada cuatro estuvo en vacaciones en nuestro país).

El año vivido peligrosamente pasará también a la Historia como el periodo récord de intercambio entre los dos países, incluida la ubicuidad de nuestros futbolistas en la Premier: Costa, en el Chelsea; Negredo, en Middlesbrough; y Llorente, en el Swansea. Pero los expertos advierten de que la factura del Brexit empezaremos a pagarla a partir de ahora, en 2017, tras el arranque real del proceso de divorcio -por más que Theresa May se niegue a usar la palabra- y ante la previsible ralentización de la economía británica, que hasta ahora ha demostrado una resiliencia superior a la que se esperaba.

¿Cómo afecta el Brexit a las empresas españolas?

Nos ponemos un poco pesados con la pregunta, pero lo único que logramos con la insistencia es que nos acaben dando largas. Uno de los primeros en recoger el envite fue Juan Carlos Machuca, del despacho de Uría Menéndez en la City: "Las empresas españolas están preparándose con distintos niveles de intensidad. Unas han adoptado una postura de wait and see ante las negociaciones, que pueden alargarse dos años o más. Otras, quizá la mayoría, son conscientes de que es mejor estar preparados para lo peor".
Mientras, el punto obligado de referencia es la encuesta realizada por la consultora KPMG y la patronal Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), a la que respondieron casi 3.000 empresarios y directivos españoles. El 22% de las compañías reconocen contar con un plan de contingencia ante el Brexit y un 43% piensa elaborarlo. En suma, dos de cada tres empresas establecidas o vinculadas comercialmente con el Reino Unido han tomado medidas concretas o se están preparando ante algo que parece incontestable: la salida del Reino Unido no solo de la UE, sino del Mercado Único. O sea, el Brexit duro.
"Todavía hay muchos interrogantes en torno al proceso y es un tanto prematuro hacer una valoración", reconoce Antonio Hernández, socio responsable de Estrategia Internacional y Brexit de KPMG en España. "Pero estamos trabajando con nuestros clientes para que se preparen para cualquiera de los posibles escenarios: desde un acuerdo con la UE al estilo de Canadá, a un modelo específico para el Reino Unido, hasta la falta de acuerdo, por lo que el país quedaría bajo el paraguas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), con las implicaciones arancelarias que conlleva".
"La anticipación ante este reto es clave y, desde luego, puede ser una forma de evitar costes en el futuro", reconoce Hernández, que recalca que los sectores más "ágiles" han sido hasta ahora el financiero (el 55% de las empresas tiene ya planes de contingencia), la construcción (31%) y las infraestructuras (30%). Como prolongación a la encuesta, la consultora ha puesto en marcha la plataforma 365BREXIT, para agregar las conversaciones en redes sociales y facilitar el acceso a la información, la toma de decisiones y la gestión del riesgo.
Asimismo, Hernández destaca la preocupación general que existe ante la depreciación de la libra, que ha propiciado la caída de un 12% de las exportaciones de automóviles -el principal producto made in Spain con destino al Reino Unido- en el último semestre. El sector turismo, el financiero y el de distribución y consumo también ven con inquietud su disminución de valor.
Por otro lado, el informe de KPMG y la CEOE detecta que uno de cada cinco directivos españoles percibe el Brexit no solo como un reto sino como una oportunidad. "Una libra más débil implica también un abaratamiento de potenciales inversiones de empresas españolas en el Reino Unido, por el mayor poder adquisitivo del euro frente a la libra", advierte Hernández.
Mientras, Javier San Basilio, presidente de la Cámara de Comercio de España en el Reino Unido, asegura que la sensación que existe entre los empresarios es de "incertidumbre esperanzada". "No todos los sectores económicos se ven afectados de igual manera", señala. "Está claro que las entidades financieras que dependen del pasaporte europeo tendrían problemas para ofrecer sus servicios. Si se lleva a cabo la restricción de la libertad de movimientos, sectores como la hostelería tendrían problemas para encontrar personal". Lo deseable sería un escenario en el que las relaciones entre España y el Reino Unido siguiesen creciendo. "Vamos a continuar trabajando para fortalecer los vínculos económicos entre los dos países en el contexto post Brexit", concluye San Basilio.

Ebury

La compañía de servicios financieros, con oficinas en ocho países, fue creada precisamente en Londres por sus "ventajas regulatorias" y mayor flujo de capitales para captar la inversión. Sin embargo, el Reino Unido será a partir de ahora una plaza más. "Queremos seguir operando allí, a la vez que contar con el pasaporte financiero europeo para poder trabajar en el resto de Europa sin fronteras. La oportunidad la tendrán aquellos países que sepan adaptarse".

Nicolás y Valero

La empresa, dedicada a la distribución de productos gastronómicos, asegura que todavía no ha notado el impacto del Brexit. "Aún no hemos planificado nada y lo haremos según evolucionen las negociaciones con la UE", reconocen. "En el caso de que se impongan aranceles, el 90% de nuestros productos que proceden de España serán menos competitivos. El precio final resultaría más alto y tendríamos que convencer a nuestros clientes para que siguieran comprando por la alta calidad que ofrecemos".

IAG

"En este momento, no creemos que el Brexit vaya a tener un impacto significativo a largo plazo en nuestro negocio", explican desde IAG, grupo que engloba a British Airways, Iberia, Aer Lingus y Vueling. "La UE y el Reino Unido deberían firmar un Tratado de Cielos Abiertos que sería beneficioso para todos. Cualquier acuerdo inferior sería un gran paso atrás para los consumidores y las empresas. Limitar la capacidad de volar es proteccionista y, por ello, necesitamos un régimen liberal para facilitar la conectividad entre nuestros países".

Telefónica

No ha respondido directamente a la pregunta y remiten a los resultados de su filial O2, uno de los tres grandes de la telefonía móvil en el archipiélago. El año pasado, Telefónica intentó vender O2 a Hutchinson Whampoa, pero la Comisión Europea frustó la operación y el proceso del Brexit complicará la situación en el futuro. En los nueve primeros meses de 2016, O2 consiguió 400.000 nuevos clientes, pero la depreciación de la libra ha supuesto una caída en el cierre del ejercicio de 1.700 millones de euros.

Santander UK

La filial del Santander es, a todos los efectos, «un banco británico» y, por lo tanto, no hay planes de contingencia previstos al modo de otras entidades financieras internacionales. Sin embargo, la aportación de Santander UK al beneficio neto del grupo bajó un 14,7% en 2016 por la caída de la libra. "Los préstamos y nuestros clientes han aumentado. En 2017 habrá menos crecimiento, aunque seguirá siendo positivo", ha declarado recientemente Ana Botín. Según revela Expansión, uno de los efectos del Brexit será la transferencia al banco español de su negocio de grandes clientes y mercados globales, con el objetivo de reducir costes.

Iberdrola

Presidida por Ignacio Sánchez Galán, está muy presente en el mercado británico a través de su filial Scottish Power, compañía volcada en el desarrollo de proyectos de energía eólica marina y en tierra. En los primeros nueve meses de 2016 invirtió 1.360 millones de euros. A la incertidumbre del Brexit se une ahora la del nuevo referéndum de independencia de Escocia; la preocupación por los cambios regulatorios del Gobierno británico tras la salida de la UE; y la posible caída de la demanda si la economía se ralentiza.

Ferrovial

El 25% del aeropuerto de Heathrow está en manos de esta compañía, a la que la depreciación de la libra ha influido en gran manera sobre sus ingresos, un tercio de los cuales proviene del Reino Unido. El impulso a las infraestructuras prometido por Theresa May (entre ellas, la posible ampliación del aeródromo) podría ser su salvavidas ante este temporal que se avecina.


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