lunes, 16 de enero de 2017

Cautela ante la reunificación de Chipre, última frontera de Europa. 4º ESO

ABC INTERNACIONAL
Javier Pérez de la Cruz


Tras 43 años en que las comunidades griega y turca han vivido separadas en Chipre, nadie espera milagros en esta isla dividida. La precaución reina ante las negociaciones auspiciadas por la ONU para la reunificación de Chipre iniciadas la pasada semana en Ginebra.
«El optimismo depende de la expectación que se cree. Yo no espero que en Ginebra se alcance una solución», afirma Andromachi Sophocleous, una politóloga grecochipriota de 28 años. «Lo importante en esta conferencia es dar un paso más hacia la solución, y no desmantelar las esperanzas de lograrla».
Tras siglos de dominio otomano, Gran Bretaña ocupó la isla en 1878, aunque hasta 1914 no formalizó la anexión. En 1960, tras una lucha de guerrillas grecochipriotas, Londres declaró la independencia de Chipre, con un solo estado y una única Constitución para las comunidades helena y turca. Desde entonces Reino Unido, Grecia y Turquía son «garantes» de la seguridad y del cumplimiento de unos acuerdos, que no tardaron en ser quebrantados. En 1974 uniformados grecochipriotas apoyados por Atenas dieron un golpe de estado para unir la isla a Grecia. El movimiento precipitó una invasión del Ejército turco. A pesar de la caída de la Junta militar grecochipriota, Ankara no retiró sus tropas. Y en 1983 las autoridades turcochipriotas proclamaron unilateralmente la República Turca del Norte de Chipre, únicamente reconocida como estado por Turquía.
Los grecochipriotas reclaman ahora la salida total de 30.000 soldados turcos, algo que rechaza Ankara. En la zona sur, en cambio, apenas permanecen unos 1.000 militares griegos. «Incluso el Plan Annan, redactado en un momento de tendencias integradoras en Europa y en el que la política global era más fuerte, no se le pidió a Turquía que retirara todas sus tropas», explica a ABC el experto turco Mehmet Ugur Ekinci, colaborador del instituto SETA, próximo a Ankara. «Hoy la geopolítica se ha vuelto más importante en la política internacional, por lo que Turquía es probable que quiera mantener, aunque sea simbólicamente, un número de tropas en la isla».
El Plan Annan fue un acuerdo de reunificación logrado en 2004 por los líderes de las dos comunidades que fue rechazado posteriormente en referéndum por la población grecochipriota. Así, la parte norte de la isla, aislada internacionalmente, se quedó fuera de la entrada de Chipre en la UE.

Autonomía

La principal fuente de división de la isla proviene no del rechazo a la reunificación, sino a la manera de conseguirla. «No quiero el sistema federal porque no sería más que la legalización de la división que supuso la invasión de Turquía en 1974», indica Yanos Jaralambidis. Profesor de política internacional y asesor en Bruselas de los eurodiputados chipriotas, apoya la reunificación, pero no en los términos actuales. Sobre la mesa en Ginebra está la opción de que ambas partes formen una república federal, con una alta autonomía y una presidencia rotatoria entre los líderes de las dos comunidades. «Para mí el problema no es el de la seguridad, que no es importante para Turquía, sino el de la llegada de más población de Turquía a Chipre después de alcanzado un acuerdo».
En cambio, otros sí creen en el sistema federal, como Yorgo Mijailidis, residente en Atenas y coordinador de la Plataforma Chipre Unida. «Lo más importante es que todos nos sintamos seguros, porque los turcochipriotas tienen miedo de ataques de extremistas y nacionalistas grecochipriotas, mientras que los grecochipriotas todavía tememos lo que pasó en 1974».


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