Pagani Huayra
Gerard Farré
Fuimos recibidos en la antigua sede de Pagani Automobili, en la localidad de San Cesario sul Panaro con la bandera española ondeando en la fachada del edificio. Antes de entrar a las instalaciones de la marca quedaba claro que Horacio Pagani presta atención desde el primer hasta el último detalle en todo.
Hablar con Horacio Pagani es una gozada. Siempre aprendes algo y además es sensacional la pasión y el nivel de detalle que aporta en sus exposiciones. En esta vida hay varias frases mágicas, al estilo de abracadabra. Yo me quedo con esta de Horacio Pagani:

En 2006 había tenido la fortuna de probar un Zonda S, el de Mario Guarnieri en Marbella. Siempre recordaré el sonido de aquel V12 atmosférico confeccionado de forma artesanal por AMG. Aquel fue el primer coche con chasis de carbono que probé, era lo más parecido a un coche de carreras pero calibrado a la justa medida para ser conducido por la calle.
Un coche de película

En la cinta dirigida por Michael Bay “nuestro” Pagani Huayra actuó como Stinger, un Transformer construido por humanos a imagen de Bumblebee. A posteriori este transformer se convirtió en Decepticon, los malos de la película, con lo que actuó como espía y saboteador.

Sin embargo, si escoges la imagen subjetiva el sonido de los dos turbo y sus respectivas válvulas de descarga se hace mucho más perceptible desde el habitáculo. No en vano, la firma Turn10 responsable de esta quinta entrega de la saga Forza grabó el sonido real del Pagani.

Aparece en el inicio del anuncio cuando Ronaldo choca con la pared de su garaje. Los mecánicos de Pagani Automobili modificaron la trasera del coche para simular los daños con piezas preparadas para la ocasión. Ya se sabe, en esto de la tele nada es lo que parece…
La perfección absoluta

Su diseño fue perfeccionado a lo largo de 5 intensos años buscando una línea atractiva y la máxima eficiencia aerodinámica. Con acercarte al él te das cuenta del porqué de su precio. No es baladí que Pagani Automobili lo facture por encima del millón y medio de euros.
No hay ningún otro coche en el planeta al que se haya prestado tanta atención en diseño, ingeniería y en control de calidad. Eso es así. Los retrovisores reflejan perfectamente la atención prestada a cada detalle y la constante búsqueda de la máxima excelencia.

Me explico: es cómo si las rayas de una camisa tuvieran una continuidad en las distintas partes que la componen, mangas, pecho, espalda, hombros… Sólo firmas de alta costura ofrecen este nivel de confección. Si lo trasladamos al mundo del automóvil sólo Pagani es capaz de dedicar el enorme esfuerzo que ello supone.
Este nivel de detalle no termina en la superficie de los paneles de la carrocería. Cuando accionas el mecanismo tipo alas de gaviota de sus fastuosas puertas te das cuenta que la fibra de carbono del chasis monocasco ha sido confeccionada con la misma dedicación. El monocasco de fibra de carbono de un McLaren P1 o un Ferrari LaFerrari no tiene esta terminación.

Apenas hay palabras para describir una calidad supina como la que consigue Horacio Pagani con sus automóviles. Sirva de ejemplo que el logotipo “Huayra” que luce en la trasera, esculpido de un bloque de aluminio en un proceso que requiere 24 horas de trabajo.
¿Qué decir cuando abres el capó trasero? Entonces se te caen al suelo, con perdón. No hay ningún automóvil que se equipare a Pagani en lo que a calidad de acabados se refiere. El motor, la suspensión, los escapes, todo es pura y simplemente perfecto. Es lo más próximo a una pieza de alta relojería que he visto jamás.

En el habitáculo sólo hay fibra de carbono, metal y piel. No hay lugar para el plástico. Es una instrumentación a la que uno debe acostumbrarse, merece la pena tomarte tu tiempo para conocer qué función cumple cada mando.
En la parte inferior de la consola hay el contacto donde se introduce la llave, una reproducción en metal del propio coche a escala, que tenemos que abrir en dos para usarla. La pantalla táctil permite gestionar el sistema multimedia y si conectamos un iPhone disfrutamos de Apple CarPlay.

El espacio a bordo es bueno y los asientos son muy confortables. Pocos coches de altísimas prestaciones están a la altura del Pagani. Incluso hay una gran visibilidad. Tal y como reconoció el propio Horacio Pagani, el Huayra ha sido pensado para que sus clientes lo puedan conducir el máximo tiempo posible. Es por ello que es mucho más cómodo y práctico que algunos de sus competidores más directos.
El acceso a bordo tampoco es ningún problema gracias al gran hueco que dejan las puertas de apertura tipo alas de gaviota. Asimismo, el poco espacio que hay entre el asiento y el exterior de la carrocería facilita todavía más esta maniobra. Vamos, que no hace falta ser un gimnasta profesional para entrar y salir del Huayra.
Corazón alemán

Cuando visité la sede de AMG en Affalterbach hace casi tres años pude ver un M158 en detalle y es al igual que el resto del coche una verdadera joya digna de estar expuesta en un museo tanto por la tecnología que atesora en su interior como por bella ejecución de la obra.
El sonido que emite el propulsor ha sido especialmente calibrado para dar el máximo protagonismo tanto a los turbocompresores como a las válvulas de descarga. Todo ello en pro de aportar la sonoridad más parecida a las turbinas de un jet privado en su momento de empuje máximo justo antes de despegar.

Tal y como detalló el piloto de pruebas oficial de Pagani, Andrea Palma, la gestión electrónica de esta unidad de Huayra ha sido especialmente modificada para lograr una mayor suavidad en la respuesta del propulsor en modo normal. Con ello es mucho más accesible y fácil de conducir. Pero al mismo tiempo al conectar el modo Sport ahora se muestra mucho más lineal y directo de lo que se había logrado hasta ahora con un Huayra.
La línea de escape que MHG Fahrzeugtechnik produce en Inconel para Pagani recuerda aquellos escapes que lucían los monoplazas de Formula 1 a finales de los sesenta. Son como una escultura de arte moderno formada por láminas de titanio soldadas con láser y moldeada a mano. Una vez terminada la línea completa pesa menos de 10 kilos.

Se han aplicado cambios en la electrónica que gestiona el embrague para aprovechar al máximo todo el par motor pero a la vez para hacer que se muestre lo más cómodo posible en conducción normal.
El Pacchetto Tempesta es un nuevo equipamiento opcional que fue presentado en el Salón de Ginebra de 2016. Se puede configurar en cualquier pedido nuevo así como incorporarlo a posteriori a cualquier Huayra ya existente. Se distingue por unas llantas de nuevo diseño y por nuevas piezas de carrocería. Un extra que busca contentar a los clientes que exigen las máximas prestaciones a su Huayra.

Aerodinámicamente añade un splitter en la parte inferior del frontal y un fondo plano completamente revisado. Ambas modificaciones aumentan la carga a alta velocidad y por ende incrementan la estabilidad.

A través de los radios de estas llantas hay un conjunto de frenos carbono-cerámicos con discos de 380 mm suministrado por Brembo. Las colosales pinzas de freno han sido dispuestas en una posición lo más baja y retrasada posible para lograr la mejor distribución de masas posible.
Pagani nunca ha fijado como una prioridad absoluta brindar los mejores registros ante el cronómetro, lo que se ha buscado es la máxima usabilidad y disfrute por parte del conductor. Aun así, el Huayra declara una punta de 370 km/h.
Sensaciones al volante

Así, con un nudo en el estómago, salí de las instalaciones de Pagani acompañado por Andre Palma, quien además de piloto de pruebas de la marca es un perfecto embajador de la misma. En la primera parte del trayecto me contó hasta el último de los detalles del Pacchetto Tempesta, el equipamiento especial con el que ha sido configurado este Huayra.
Aunque en el momento de la prueba indicaba 62.500 kilómetros en el marcador esta unidad de desarrollo ronda los 500.000 kilómetros y ha servido como banco de desarrollo de numerosas innovaciones que han sido aplicadas a lo largo de la vida del Huayra.

Los primeros metros me dejaron anonadado, jamás habría pensado que un híper-coche podría ser tan fácil de conducir y tan cómodo. Tampoco vayáis a pensar que es equiparable a un Clase S pero si más cómodo que un AMG GT. El nivel de refinamiento es tal que apenas hay palabras para describirlo.
La dirección no requiere de esfuerzo supino, el tacto del pedal de freno si es algo duro. Hay que decidir frenar cuando quieres frenar, vamos que hay que pisar con decisión. Con semejante nave espacial entre las manos quieres saber que puedes parar justo donde quieres en todo momento. En un rato te acostumbras al pedal de freno.

El propio Andrea Palma, ganador de la categoría AM del Lamborghini Super Trofeo Europa en 2015 me hizo una demostración de lo fácil que es quemar rueda con 1.000 Nm al eje trasero. Los neumáticos quedaron para tirar en un abrir y cerrar de ojos.
Con los controles activados y el modo Sport lo puedes pasar en grande al volante de este Pagani. Es increíble ya gran capacidad de tracción que aportan los Pirelli PZero Corsa 355/25 ZR21.

Qué decir de su capacidad de aceleración. En la primera salida desde parado a fondo entendí porque se ha buscado imitar el sonido de las turbinas de un jet. Porque acelera como uno, el V12 Biturbo empuja como el mismo demonio con una linealidad y fuerza que jamás había sentido antes.
Quedas completamente pegado al asiento y sigue empujando como si no hubiese un mañana. Incluso cuando tratas de mover el cuerpo hacia delante en plena aceleración notas que no lo puedes hacer pues sigue aplastándote contra el respaldo.

Tras conducirlo entiendo porque los clientes de Pagani repiten, teniendo más de uno, y más de dos Pagani en su garaje. Porque no hay ningún otro coche tan bien construido. Ninguno que sea tan claro con el conductor y que aporte tan buen feeling al volante.
En resumidas cuentas

El Huayra hace que disfrutes de toda la experiencia de conducción, tanto por la seguridad que transmite al volante como por la precisión con la que permite ejecutar cualquier maniobra. Además, es el coche mejor terminado que he probado en mi vida.
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