Luis Cano
- Estos son los apoyos que hacen ganar terreno a cada una de las facciones enfrentadas.
La guerra civil de Siria es también un tablero internacional donde se dirimen tensiones de Oriente Próximo y de las potencias internacionales. En los siete años de enfrentamientos armados, las alianzas y enemistades de los países con cada uno de los contendientes han sufrido grandes cambios, reflejados en los continuas conquistas y pérdidas de terreno de cada facción.
La guerra civil de Siria enfrenta principalmente a cuatro facciones: el Gobierno sirio de Bashar al Assad; la oposición, dividida a su vez en numerosos grupos; los kurdos; y los terroristas islamistas de Daesh. Estos son actualmente, a grandes rasgos, los apoyos y enemistades internacionales de cada uno:
Regimen de Al Assad
-Aliados. El presidente Sirio, Bashar al Assad, ha contado desde el principio con el apoyo de Rusia y de Irán. Vladímir Putin ha proporcionado armas y cobertura militar al régimen sirio, en su intento de mostrar su fuerza en el tablero internacional. El apoyo de Irán pretende afianzar su posición como potencia regional sosteniendo a un dictador alauí, secta derivada del islam chií, el que profesa el régimen de los ayatolás. Irán proporciona soporte militar, armamentístico y económico a Damasco.
-Enemigos. El «ataque quirúrgico» de Estados Unidos, Reino Unido y Francia ha posicionado más firmemente a las potencias occidentales contra el dictador Al Assad, y, sobre todo, contra Rusia, que sostiene al régimen sirio. Hasta ahora, la implicación militar directa de Occidente en Siria se había limitado básicamente a la lucha contra Daesh.
Oposición
-Aliados. La oposición moderada suní es apoyada diplomáticamente por las potencias occidentales como parte necesaria a la solución negociada de un conflicto enquistado. Sin embargo, no existe un apoyo unívoco puesto que la oposición a Al Assad, los rebeldes al régimen, están muy fragmentados, con grupos enfrentados entre sí, algunos de ellos terroristas. Esta dispersión complica el apoyo internacional. Sin coordinación en la ayuda —la militar especialmente proporcionada por Arabia Saudí y Turquía—, cada país sostiene a diferentes grupos rebeldes, un extremo que ha acentuado esa fragmentación.
-Enemigos. Rusia e Irán, aliados de Damasco, ayudan militarmente a Al Assad a combatir las posiciones rebeldes. Los enemigos de Al Assad son sus enemigos.
Kurdos
-Aliados. Estados Unidos se ha volcado en el apoyo a las milicias kurdas como la mejor forma de acabar contra Daesh, pero no para su expansión en Siria, aunque se haya visto favorecida indirectamente. Los kurdos controlan el norte del país, fronterizo con Turquía. Estados Unidos y la Unión Europea desconfían de los kurdos y consideran al PKK turco, que sostiene a los kurdos sirios, como una organización terrorista. Los kurdos también han colaborado con Al Assad y sus aliados para combatir al Daesh.
-Enemigos. Turquía ve como una amenaza el avance de los kurdos en el norte de Siria. Los ha combatido directamente sobre el terreno, sin importar que le causara enfrentamientos diplomáticos con Rusia —que apoya al régimen de Damasco, aliado ocasional de los kurdos— y Estados Unidos.
Daesh
Sin aliados. Los terroristas islamistas de Daesh, el autodenominado Estado Islámico, solo tienen enemigos. En su momento de mayor extensión en Siria, las potencias occidentales llegaron incluso a ver a Al Assad como posible mal menor, ante el peligroso avance de la bandera negra.
Aliados occidentales y países el golfo formaron una coalición internacional, liderada por EE.UU., para bombardear posiciones de Daesh. Unido a los ataques del régimen sirio, escoltado por Rusia, y las fuerzas rebeldes, las posiciones de los islamistas se han visto muy reducidas, especialmente el último año. EE.UU. cuenta, además, con 2.000 soldados desplegados en el país para la lucha contra el terror, pero Trump ya ha manifestado su intención de retirarlos inmediatamente después de acabar con Daesh en seis meses.
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