Esther Sánchez
Una encuesta del Real Instituto Elcano destaca que en España no hay apoyo a las tesis negacionistas.
Manifestación de estudiantes en Barcelona contra el cambio climático. JOAN SÁNCHEZ
"En España no hay ninguna duda sobre la existencia del cambio climático, no se daría ninguna credibilidad a un discurso negacionista sobre ello. Hay una confianza absoluta en los científicos y en sus conclusiones y un apoyo a que sean ellos los que definan los objetivos", concluye Carmen González Enríquez, investigadora de un estudio realizado por el Real Instituto Elcano sobre el calentamiento global. El 56% de las 1.000 personas entrevistadas en la encuesta realizada por think-tank de estudios internacionales y estratégicos situaron el cambio climático como la mayor amenaza a la que se enfrenta el mundo, por delante de los conflictos armados que aparecen como segunda preocupación. "Era una pregunta de respuesta espontánea, sin que se les sugiriera ninguna contestación", aclara González Enríquez. El sondeo se llevó a cabo por teléfono entre el 8 y el 26 de abril de este año.
En vídeo, así son los jóvenes españoles que luchan contra el cambio climático.| EPV
El estudio también determina que la conciencia ambiental de los españoles es semejante a la de otros países similares, desarrollados y occidentales. España se sitúa en 3,69 puntos en una escala de preocupación ambiental utilizada internacionalmente que llega como máximo a 5 puntos; Estados Unidos en 3,81; Noruega en 3,69 y Suecia en 4,22. Al mismo tiempo, existe un conocimiento alto sobre el calentamiento global y sus causas, que se atribuyen a la actividad humana. Los entrevistados consideran, al mismo tiempo, que los compromisos institucionales y políticos actuales son insuficientes. Sin embargo, son menos conscientes de su responsabilidad individual. El 72% carga las tintas contra las empresas, el 69% culpa al Gobierno y el 67% a otros países, pero cuando se habla de responsabilidad de "cada uno de nosotros", la percepción de culpa cae al 54%.
En este sentido, no todo el mundo estaría dispuesto a afrontar una subida de impuestos para actuar frente al cambio climático: el 44% responde que no. Sin embargo, el 60% de las personas que poseen un vehículo sí asumirían un aumento en el impuesto de circulación, que el estudio cifra en una media de 46 euros anuales. Los entrevistados creen que los fondos que se destinen a paliar el impacto del calentamiento se deberían dirigir en primer lugar a plantar árboles y cuidar mejor los bosques; después a mejorar el conocimiento de las sequías, olas de calor... y, por último, a mejorar el aislamiento de las casas y aumentar los equipos contra incendios. La encuesta les ofrecía esas tres opciones.
Las mujeres son más conscientes de que su comportamiento, actividades o estilo de vida afectan al cambio climático, el 61% frente al 47 de hombres. La preocupación baja en las personas que habitan núcleos pequeños de población de menos de 5.000 habitantes. "Es lógico, allí la contaminación se percibe menos y se usa mucho el coche porque no existe un buen transporte público", matiza la investigadora.
Según la ideología política, los entrevistados situados más a la izquierda tienen mayor conciencia ecológica y se declaran a favor de que se promulguen normas que obliguen a cambiar los comportamientos que provocan el cambio climático. Pero, a pesar de las discrepancias, existe un consenso en que el problema es grave y que es necesario solucionarlo, por ejemplo, con la aprobación de una ley de cambio climático, pendiente en el Parlamento. "Existen diferencias muy significativas en la ambición y en los objetivos dependiendo del color político, pero el consenso está ahí. Esto da un poco de esperanza en que alguna vez cumplamos con nuestros compromisos", ha contestado Lara Lázaro, otra de las investigadoras del estudio.
González Enríquez recuerda que la preocupación por el cambio climático aparece también en otras encuestas nacionales e internacionales que ha realizado el Instituto Elcano.
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