Álvaro Piqueras
Un estudio de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología concluye que la actividad física, incluso por debajo de los estándares recomendados, reporta importantes beneficios para la salud.
as.com
Hay que moverse. Una nueva investigación a cargo de expertos de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, ubicada en Trondheim, revela que quienes llevan un estilo de vida sedentario prolongado (al menos 20 años), duplican su riesgo muerte por todas las causas y casi triplican el riesgo de morir por enfermedad cardiovascular.
Las conclusiones de la investigación, presentada en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC 2019) que se celebra en París, son consecuencia del seguimiento efectuado a un total de 23.146 hombres y mujeres cuya actividad física se clasificó como inactiva, moderada (menos de dos horas a la semana) y alta (dos o más horas por semana).
El objetivo de este estudio fue evaluar cómo los cambios en la actividad física durante 22 años, analizados en dos etapas al inicio y al final, se relacionaron con la muerte posterior por todas las causas y por enfermedades cardiovasculares basándose en la información sobre muertes hasta finales de 2013 utilizando el Registro de Causa de Muerte de Noruega.
Sedentarios vs. activos
Quienes informaron de un alto nivel de ejercicio fueron considerados como grupo de referencia para establecer la comparativa sobre le riesgo de muerte. Las personas que llevaron un estilo de vida sedentario durante el período de estudio tuvieron una probabilidad 2 veces mayor de muerte por todas las causas y un riesgo 2,7 veces mayor de morir por enfermedad cardiovascular. Por su parte, quienes fueron incluidos en el grupo de actividad moderada tenían 60 por ciento y 90 por ciento de riesgo elevado de muerte por todas las causas y muerte cardiovascular, respectivamente, en comparación con el grupo de referencia.
“Para obtener el máximo beneficio para la salud de la actividad física en términos de protección contra la muerte prematura por cualquier causa y cardiovascular, hay que mantenerse físicamente activo. También se puede reducir el riesgo realizando actividad física más adelante en la vida, incluso si no se ha estado activo antes", explica la doctora Trine Moholdt, principal autora de la investigación.
Un poco, también es mucho
"Un aspecto importante es que los niveles de actividad física, incluso por debajo de los niveles recomendados, 150 minutos a la semana, brindarán beneficios para la salud. Haga actividades que le gusten y provoquen que se mueva más en su día a día: camine a las tiendas en lugar de conducir, baje del metro una parada antes y use las escaleras en lugar del ascensor... y recomiendo a todos que se queden sin aliento un par de veces por semana", añade la investigadora.
Otro dato revelador del estudio es que las personas que pasaron de inactivas a altamente activas vieron reducido el riesgo de mortalidad notablemente. Sin emabrgo, aquellos que pasaron de ser altamente activos a inactivos tuvieron un riesgo similar de morir que aquellos que estuvieron inactivos al principio y al final de los dos períodos de control.
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