Silvia Ayuso
La capital francesa recuerda los 75 años de la llegada de La Nueve, la compañía integrada por soldados republicanos que entró primero en la ciudad.
Decenas de miles de personas reciben a las fuerzas de la resistencia y tropas aliadas el 26 de agosto de 1944 en la plaza de la Concordia, al día siguiente de la liberación de París. AFP
París conmemora este fin de semana el 75º aniversario de la liberación de la capital francesa de la ocupación nazi, una gesta en la que soldados españoles republicanos que combatían en las filas de la Segunda División Blindada del general Leclerc tuvieron un papel clave —fueron los primeros en entrar en la ciudad, la tarde del 24 de agosto, y en llegar hasta el Ayuntamiento— que durante décadas fue ampliamente ignorado. No fue hasta 2004, sesenta años más tarde, cuando Francia empezó a reconocer, tímidamente, el papel de La Nueve, como se conocía a la compañía de composición abrumadoramente española —146 de sus 160 miembros eran soldados republicanos—, y que este sábado recibirá, ahora sí, un homenaje propio previo a los fastos generales del domingo, día en que París sigue celebrando oficialmente su liberación.
Apostados frente al número 20 de la calle Esquirol, Françoise y Jacques, dos vecinos jubilados, admiran el nuevo mural de su barrio, en el distrito 13 de París, conocido por el arte callejero que adorna numerosas fachadas de la zona. La recién acabada pintura, de 17 metros de altura y cinco de ancho del artista francoespañol Juan Chica Ventura, retrata en tres viñetas momentos clave de la llegada de los soldados españoles a París, la noche del 24 de agosto de 1944. La obra resalta el sentimiento profundamente antifascista que los animaba y sus esperanzas, rápidamente frustradas, de que a la caída de los regímenes de Hitler y Mussolini les seguiría, con apoyo europeo, la de Franco. Este sábado, el mural será inaugurado por la ministra española de Justicia, Dolores Delgado, y la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, de origen español, nieta de exiliados republicanos y principal artífice de que este episodio, tanto tiempo oculto, empezara a ser reconocido. A solo un centenar de metros, también inaugurarán el Jardín Federica Montseny, en honor de la que fuera la primera mujer ministra en España, en plena guerra civil, antes de trasladarse hasta el Ayuntamiento capitalino para descubrir una placa ofrecida por Madrid y que se instalará en el Jardín de los Combatientes de La Nueve, creado por Hidalgo en 2015 junto a la sede consistorial.
“No se habla mucho de La Nueve. Y hay que reconocer su papel, sin ellos no habríamos logrado la liberación”, señala Françoise, una apasionada de la historia. También está contenta por este nuevo reconocimiento a La Nueve la periodista y escritora Evelyn Mesquida. Al fin y al cabo, recuerda la autora de La Nueve, los españoles que liberaron París, el libro que documenta la gesta española y que impulsó su creciente reconocimiento en Francia, no abundan los recordatorios de esta acción en París: además del jardín, solo diez placas en los puntos por donde pasaron los españoles desde su entrada por la Porte d’Italie hasta el Ayuntamiento conmemoran a estos soldados en una ciudad donde en casi cada calle hay un recordatorio de la caída de un ciudadano francés a manos nazis.
Durante décadas, el relato oficial fue, como dijo el general Charles de Gaulle en su discurso ante el Ayuntamiento el 25 de agosto de 1944, que París había sido “liberada por sí misma, por su pueblo, con la colaboración de los Ejércitos de Francia”. Los diarios de la época celebraban que “el capitán Bronne, de la división Leclerc, sobre su tanque Romilly es el primer francés que llega al Ayuntamiento” la noche del 24 de agosto, como rezaba el titular del diario Libération. Uno de esos ejemplares forma parte de la colección del Museo de la Liberación de París que recrea la semana de la sublevación de la capital hasta la llegada de las fuerzas aliadas. El museo se inaugurará el domingo como parte de las celebraciones oficiales, que también incluirán un desfile "de la libertad” y un homenaje a la Segunda División Blindada.
Volviendo al histórico titular, un problema: el oficial no se llamaba Bronne, sino Dronne, y si bien técnicamente fue el primer “francés” en llegar al Ayuntamiento, antes lo había hecho uno de sus suboficiales, el español Amado Granell. Él fue el primer soldado aliado en llegar allí, con otros republicanos y tanquetas con nombres tan reveladores como Guadalajara o Teruel, que abrieron paso a los Romilly o Montmirail que llegarían más tarde con Dronne y el resto de sus hombres.
En ese momento, “Francia necesitaba franceses, necesitaba decir que había sido liberada por los franceses, por cuestiones políticas, de ahí el discurso de De Gaulle”, apunta Sylvie Zaidman, directora del Museo de la Liberación que, por cierto, también pasa bastante de puntillas por el capítulo de La Nueve.
Un “discurso oficial” que Mesquida dice haber escuchado demasiadas veces y que, dice, ya no se sostiene. “Creo que Francia es suficientemente fuerte ya como para reconocer ciertas cosas y esto no lo han reconocido todavía”, señala. “Se está recuperando la historia, pero todavía falta mucho por hacer” hasta que un día “de forma clara” se diga: “Son estos españoles los que, en La Nueve, perteneciente a la Segunda División Blindada de Leclerc, entran en París los primeros y simbólicamente liberaron la capital. Esto no pueden todavía admitirlo. Todavía les falta decirlo claramente y que no siga diciéndose que la liberación de París fue el 25 de agosto. Pues mire, no. Si los símbolos sirven, y sirven cuando quieren, pues que este sirva también. Fue La Nueve. Y punto. Si hubieran entrado ellos, seguro que el 24 estaría presente de forma clara”, afirma Mesquida.
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