miércoles, 10 de abril de 2019

España y Portugal firman la paz de Magallanes-Elcano

EL PAÍS CULTURA
Manuel Morales

Los gobiernos de ambos países presentan un programa de actividades conjuntas para celebrar el V centenario de la primera circunnavegación de la Tierra.

El ministro de Negocios Extranjeros de Portugal, Augusto Santos Silva (izquierda), la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, y el historiador José Álvarez Junco. 

El 10 de agosto se cumplirán 500 años desde que cinco barcos, con 239 hombres, partieron de Sevilla, capitaneados por un portugués, Fernando de Magallanes (1480-1521), para iniciar una aventura que ni imaginaban y que acabó tres años después, el 6 de septiembre de 1522, con solo 18 supervivientes en una nave, comandados por un español de Getaria (Guipúzcoa), Juan Sebastián Elcano (1476-1526). La conmemoración de la primera circunnavegación de la Tierra había levantado algunas suspicacias entre España y Portugal, en especial, a raíz de que los portugueses hubiesen presentado, en 2017, una candidatura a la Unesco para que aquella gesta fuera declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad y en la que participación española apenas se citaba. Este lunes, los Gobiernos de ambos países, en un acto sin posibilidad de hacer preguntas, han querido poner fin a cualquier recelo con una declaración común que incluye un programa de acciones y la presentación de una candidatura conjunta a la Unesco.
El acto, en una sala del Cuartel general de la Armada, en Madrid, ha contado con la presencia de la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo; el ministro de Negocios Extranjeros de Portugal, Augusto Santos Silva, y el historiador José Álvarez Junco, flanqueados por los retratos de ambos navegantes. "En esta celebración hay lugar para todo menos para glorias nacionalistas actuales", ha señalado Álvarez Junco, catedrático emérito de Historia del Pensamiento y de los Movimientos Políticos y Sociales en la Universidad Complutense de Madrid. El historiador ha recordado que en aquel entonces "no existía España, era la Corona de Castilla la que lo financió, y su rival era Portugal. En aquella época, la palabra España servía para designar a la península Ibérica".
Álvarez Junco abundó en esta cuestión al decir que aquellos marinos "iban en busca de poder y gloria, tenían lealtad a un señor, pero no a una comunidad política" como se entiende hoy. "Lo que conmemoramos es una empresa sobre todo europea y en particular ibérica que cambió el mundo". El comunicado conjunto resalta que entre la tripulación había también italianos, franceses, griegos, alemanes, ingleses y holandeses, que la expedición atravesó tres océanos y surcó las costas de 11 Estados actuales. El objetivo inicial era llegar a las islas Molucas (hoy Indonesia) por Occidente para abrir una ruta comercial propia, el resultado fue sorprendente e histórico.
"Ya la travesía por la costa africana fue tremenda, luego llegan a Brasil, río de la Plata, atraviesan el estrecho al que dará nombre Magallanes, que muere en Filipinas, y retornan por África pero sin tocar puertos portugueses". La razón de esto es que ambas coronas habían firmado el Tratado de Tordesillas (1494) por el que se repartían zonas de navegación para no interferir en sus rutas comerciales.
Además de la candidatura conjunta a la Unesco, Carmen Calvo cifró en 193 los eventos contemplados, entre los que destacó "un viaje de circunnavegación por la ruta de Magallanes-Elcano que harán entre 2020 y 2021 los buques escuela de ambas naciones, el Sagres portugués y el Juan Sebastián Elcano, con etapas en las que viajarán juntos". También, una exposición itinerante que organizarán los ministerios de Cultura de España y Portugal, la conferencia internacional Océanos, conocimiento y globalización (en ambos territorios, en 2021), una serie televisiva y un estudio sobre la proyección mundial del idioma español y el portugués, promovido por el Instituto Cervantes y su homólogo de Portugal, el Camoens. El presupuesto por parte española rondará los 180 millones de euros, aportados por iniciativa privada, administraciones locales, autonómicas y varios ministerios.
Calvo insistió, para no reavivar polémicas, en que "no se interpreten con los ojos del presente hechos del pasado" y aprovechó la memoria de aquellos hechos para lanzar un mensaje conservacionista "por la sostenibilidad del planeta, en especial los océanos, para las generaciones futuras". Mientras que Augusto Santos habló del viaje como "hito de la primera globalización, de gran relevancia geográfica, científica, económica y cartográfica, que tiene sentido conmemorar conjuntamente”. No obstante, precisó que cada país "lo valora y celebra a su manera, según sus contribuciones específicas".

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