El organismo cree que su hipotética política proteccionista podría tener el efecto contrario y apunta que la economía mundial crecerá un 2,7% este año, frente al 2,3% de 2016 por la mejora de las exportaciones de materias primas.
El presidente del Banco Mundial Jim Yong Kim - AFP
El Banco Mundial considera que los estímulos fiscales prometidos por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, podrían acelerar el crecimiento económico en 2017, aunque también advierte de que la implantación de políticas proteccionistas podría provocar el efecto contrario.
En su informe «Perspectivas económicas mundiales», la institución internacional estima que el crecimiento mundial se expandirá un 2,7% en 2017, frente al 2,3% del año pasado, gracias a una mejora en las exportaciones de materias primas en las economías emergentes y en desarrollo, al tiempo que las importaciones de productos básicos se mantendrán en niveles sólidos en estos países.
No obstante, el Banco Mundial ha recortado una décima respecto a junio sus previsiones de expansión global de la economía en 2017 y 2018, hasta el 2,7% y el 2,9%, respectivamente, mientras ha establecido el crecimiento para 2019 en el 2,9%.
La institución con sede en Washington sostiene que «el estímulo fiscal en las principales economías --y, en particular, en Estados Unidos-- podría generar un crecimiento interno y mundial más rápido del previsto, aunque una creciente protección comercial podría tener efectos adversos».
«A corto plazo, unas políticas fiscales más expansivas en Estados Unidos podrían suponer un crecimiento mayor en ese y otros países, pero los cambios en materia comercial y en otras políticas podrían neutralizar esos beneficios», ha comentado al respecto el director de Perspectivas de Desarrollo económico del Banco Mundial, Ayhan Kose.
Incertidumbre política
Asimismo, el Banco Mundial ha alertado de que un extenso periodo de incertidumbre política en las economías desarrolladas, cuyo crecimiento está previsto que repunte al 1,8% en 2017, podría dilatar el lento crecimiento de la inversión, ralentizando la expansión global de la economía.
Por su parte, la previsión de crecimiento del Banco Mundial para el conjunto de economías emergentes y en desarrollo se sitúa en el 4,2% en 2017, frente al 3,4% del año anterior, gracias al repunte de los precios de las materias primas.
«Tras años de niveles desalentadores de crecimiento mundial, observamos esperanzados mejores perspectivas económicas para el futuro», ha comentado al respecto el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, que ha añadido que «es el momento» de aprovechar el impulso y fomentar la inversión en infraestructuras y personas.«Se trata de un paso esencial para acelerar el crecimiento económico sostenido e inclusivo necesario para poner fin a la pobreza extrema», ha apostillado el máximo responsable del organismo.
La organización internacional ha estimado que Estados Unidos crecerá un 2,2% este año y un 2,1% en 2018, aunque no incluye en sus pronósticos las propuestas de la Administración Trump, mientras que recorta una décima las proyecciones de la eurozona durante los dos próximos años, hasta el 1,5% y el 1,4%.
Asimismo, ha revisado cuatro décimas al alza el crecimiento de Japón hasta el 0,9% este año, mientras que espera que la economía nipona crezca un 0,8% en 2018, una décima por encima de lo previsto anteriormente.
México
Entre las economías emergentes, ha destacado la revisión a la baja de un punto porcentual en el crecimiento de México en 2017, hasta el 1,8%, como consecuencia de la victoria electoral del Donald Trump. Por el contrario, revisa 7 décimas al alza el crecimiento de Brasil, hasta el 0,5%, lo que implicaría que la principal economía sudamericana saldrá en 2017 de la recesión económica en la que se encuentra inmersa desde hace dos años.
En relación con China, el Banco Mundial ha mantenido intactas sus previsiones en el 6,5% para 2017 y en el 6,3% para 2018, mientras que la economía de Rusia se expandirá un 1,5% y un 1,7% en los dos próximos años.
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