Pablo M. Díaz
- Seúl se incauta de un barco hongkonés contratado por una empresa taiwanesa que suministró crudo a Pyongyang.
Lighthouse Navigation
Años y años de sanciones contra su programa nuclear han aguzado el ingenio del régimen estalinista de Corea del Norte, que sigue resistiendo pese a la presión internacional. Esquivando las últimas resoluciones de la ONU, que pretenden asfixiar su economía limitando sus suministros de energía y capital, Corea del Norte está comprando petróleo a barcos chinos y taiwaneses en alta mar.
Por estas operaciones, que están prohibidas por la Resolución 2375, Corea del Sur se ha incautado de un navío con bandera de Hong Kong contratado por una empresa de Taiwán. Según informa la agencia de noticias Yonhap, el barco, llamado «Lighthouse Winmore», fue confiscado el pasado 24 de noviembre tras, presuntamente, haber vendido en alta mar 600 toneladas de petróleo refinado a navíos norcoreanos, uno de ellos identificado como el «Sam Jong 2», el 19 de octubre. La embarcación, al servicio de la compañía Billions Bunker Group, había atracado días antes en el puerto surcoreano de Yeosu para cargar 14.000 toneladas de petróleo refinado japonés y llevarlo a Taiwán. Pero, en su lugar, traspasó parte de la mercancía a barcos norcoreanos en aguas internacionales del Mar Amarillo. A tenor de Yonhap, las autoridades surcoreanas han confirmado a través del cuaderno de bitácora y de los testimonios de la tripulación que la transacción fue ordenada por la firma taiwanesa. Mientras dura la investigación, Seúl retendrá el petrolero durante seis meses, hasta que Hong Kong lo reclame.
En la lista negra
Aunque esta es la primera incautación de un barco por dichos motivos, no es la primera vez que ocurre algo así. De hecho, el «Lighthouse Winmore» está en una «lista negra» de EE.UU. junto a otros nueve navíos por violar las sanciones de Naciones Unidas suministrando petróleo a Corea del Norte. Con las habituales reticencias de China y Rusia, la Casa Blanca ya ha pedido su suspensión al Consejo de Seguridad.
Además, y según informa el diario surcoreano «Chosun Ilbo» citando fuentes del Gobierno de ese país, los satélites espía de Estados Unidos han detectado a barcos chinos transfiriendo crudo a navíos de Corea del Norte hasta en treinta ocasiones desde octubre. En las imágenes aportadas por el Departamento del Tesoro, se pueden ver estas embarcaciones amarradas en alta mar, con el nombre coreano de una de ellas bien visible: «Rye Song Gang 1».
Estas pruebas vuelven a poner en duda el compromiso de China con las sanciones internacionales. Aunque el autoritario régimen de Pekín las ha apoyado en la ONU, EE.UU. sospecha que hay «vacíos legales» porque es el único aliado que le queda a Kim Jong-un. En una entrevista con «The New York Times», así lo ha dejado entrever el presidente Donald Trump, quien ha ligado la mediación china con Pyongyang a las disputas comerciales entre ambos países. «Si me ayudan con Corea del Norte, puedo mirar al comercio de forma diferente, al menos durante un tiempo. Y eso es lo que he estado haciendo. Pero, cuando el petróleo sigue entrando, no estoy contento», reconoció Trump.
Ante su presión para asfixiar al régimen norcoreano, Kim Jong-un vuelve a demostrar su astucia para sobrevivir.
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