EFE
El cantante Joan Manuel Serrat ha opinado que quienes hayan calificado de "fascistas" sus declaraciones de la pasada semana en Chile, cuando dijo que el suspendido referéndum ilegal convocado por la Generalitar catalana para el 1 de octubre "no es transparente", "o desconocen lo que es el fascismo o realmente buscan un insulto a una persona como el que se puede buscar a un árbitro cuando pita algo que no nos gusta y nos acordamos de su madre sin que aquella señora haya tenido nada que ver".
Serrat ha considerado que el Gobierno del Partido Popular tiene gran parte de la responsabilidad en la situación actual en Cataluña porque ha estado "ninguneando" el conflicto independentista y ha dejado que las cosas "se fueran pudriendo" sin buscar una salida.
"Espero que el tiempo nos ayude a superar estas circunstancias y sobre todo la actitud de los dirigentes colaboren a ella", dijo en una rueda de prensa en Buenos Aires, donde llega con la gira "El Gusto es Nuestro 20 años" junto a Ana Belén, Víctor Manuel y Miguel Ríos.
Serrat señaló que la situación en España es "muy tensa" y "muy propicia a las exageraciones y las barbaridades".
"Las opiniones es bueno que sean claras, transparentes y que cada quien ponga las suyas encima de la mesa para saber dónde estamos y de qué estamos hablando. No solamente las de uno son válidas, las del que piensa distinto también lo son, pero tienen el valor mesurado en su momento", apuntó.
El cantante admitió que ve con "gran preocupación" lo que ocurre en su Cataluña natal pero "lamentablemente" no cree que las tensiones vayan a aflojarse, a no ser que "el camino del diálogo, que no se ha producido hasta ahora, pueda tener cabida", algo que vio "muy deseable" pero, al mismo tiempo, "muy difícil".
"El Gobierno del Partido Popular podía, en estos últimos cinco años, haber ayudado más a la causa de la estabilidad en lugar de dejar que las cosas se fueran pudriendo, sin dar salida, ninguneando constantemente el problema. Las cosas llegan a donde se han dejado a llegar", subrayó.
"EXTREMOS"
Por su parte, Ana Belén opinó que la situación actual en España está entre los "extremos" de "la locura y la obcecación" y señaló que una vez haya pasado el 1 de octubre, el problema real va a ser el que se genere "entre catalanes y catalanes". "Recomponer eso va a ser muy jodido", señaló.
A ambos se sumó Miguel Ríos, quien afirmó que "lo deseable" es que los pueblos se manifiesten pero siempre desde el punto de vista de la racionalidad "y no desde la imposición".
"Ha habido una llamada de unos pocos a la subversión, a decir: no acatemos el orden establecido, pero por partidos no realmente rupturistas o de extrema izquierda, sino simplemente por gente que lo que ha visto es una oportunidad para seguir haciendo una política que les viene bien a los que la detentan", aseguró antes de agregar que Cataluña necesita una respuesta, "pero no ésta".
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