lunes, 22 de octubre de 2018

El 60% de los españoles rehúsan cambiar la hora y adoptarían la jornada de verano. 1º-2º-3º y 4º ESO

ABC SOCIEDAD
Érika Montañés

- La opinión es mayoritaria entre los varones y las personas de entre 30 y 64 años.

- Los ciudadanos demandan flexibilidad en sus empleos y recortar a 60 minutos el tiempo para comer.



Los españoles son partidarios de no seguir moviendo las manecillas del reloj dos veces cada año, una operación que se realiza ya casi por inercia el último domingo de octubre y el último de marzo. Esta es la opinión mayoritaria que recoge el trabajo demoscópico realizado por GAD3 para ABC. Más de seis de cada diez ciudadanos secundan el resultado de la votación que entre junio y agosto pasados auspició la Comisión Europea entre más de 4,6 millones de personas y piden que se acabe con el cambio estacional de horario.
Sea por pereza, desconocimiento o porque dicen sufrir los trastornos que genera (alteración del ritmo de sueño, en el horario de comidas y alimentación), lo cierto es que el 60,1% de los españoles está «cansado» de la maniobra que se anuncia con el latiguillo del «a las 3 serán las 2», o al revés.
La opinión es más predominante entre los hombres (un 62,9% de los encuestados) que entre las mujeres (un 57,5% de las entrevistadas por GAD3). La muestra para este sondeo de opinión es nacional y recabó las respuestas de 400 personas, tanteadas los pasados 3 y 4 de septiembre. Fue solo unos días después de que el presidente de la Comisión EuropeaJean-Claude Juncker, diese a conocer la propuesta para que se suprima el cambio de hora impuesto en el entorno comunitario. Si sale adelante el trámite en el Parlamento Europeo, entonces cada país decidirá.

No será antes de 2020-2021

La decisión no será viable antes de 2020-2021, según comentó Juncker, pero unos minutos después de anunciarlo en una entrevista al canal de televisión alemán ZDF el debate ya estaba en la calle.
El saldo de ese debate en España es romper con lo sobrevenido. Por edades, son las personas en edad laboral activa (sobre todo entre 30 y 44 años) las más partidarias de no seguir cambiando la hora. Le siguen los encuestados de 45 a 64 años, mientras que es más indiferente para los ancianos. Un 49,6% de los españoles con 65 o más años son conservadores y votan a favor de mantener el cambio estacional de hora. Entre los más jóvenes, de 18 a 29 años, ganan los partidarios de finiquitar el cambio de reloj, con un 52% de las respuestas recopiladas.
Para un 26% de los ciudadanos entrevistados de cualquier edad, este no es asunto que les robe el sueño y se muestran totalmente escépticos respecto a la resolución de la controversia. No saben, no contestan o les da igual.

Horario de verano

Si España vota mantener siempre el mismo horario, entonces se dará alas a un segundo debate que suscita muchas más discrepancias. ¿Por qué hora se apuesta? Levantarse y acostarse más tarde, como sucede en verano, es la opción escogida por el 56,8% de los españoles consultados. El horario de verano es el predilecto, mientras que la preferencia por ser más matutino y que amanezca y anochezca más temprano solo la apoyaría un 19,4% de los ciudadanos. Por el tercer escenario, el de mantener los cambios estacionales de hora, solo optan el 14,3% de los encuestados y un 9,5% no se decanta.
Para los expertos consultados por este periódico, los ciudadanos en el país somos «búhos» (vespertinos) más que «alondras» (matutinos), como diserta el profesor de Psicología de la Universidad de Valencia, José Gil Martínez. La diferencia es el termómetro corporal que marca el organismo, dependiendo si el pico máximo de temperatura corporal se produce a primera o última hora de la tarde. «Hay personas más sensibles al cambio de hora –asegura Gil– a las que sí les afecta con problemas de insomnio, aquellas que tienen trastornos de estados de ánimo, las personas más rígidas y con pensamientos exigentes respecto a su salud, hipocondriacos, etc».
La empresa demoscópica lanza a los ciudadanos una última pregunta y les interroga sobre los horarios de trabajo. La respuesta es abrumadora: un 93,6% de los ciudadanos demandan medidas de flexibilidad en los horarios de sus puestos de trrabajo. Le siguen, con un 77,6% de los votos, los proclives a adoptar un horario laboral que nos europeíce, con el que se entre antes y se salga antes del trabajo, a cambio de reducir a una hora el ínterin para comer.
Que se adelanten los programas de televisión de mayor audiencia –el prime-time catódico– es la tercera exigencia de un 60,4% de los españoles para que tomen nota las cadenas responsables.

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