Beatriz Miranda
Adolfo Domínguez, durante una entrevista. DIEGO SINOVA
. Quieren deshacerse del 70% de la firma y hay varios fondos de capital riesgo en la puja, entre ellos el dueño de Cortefiel.
Bimba y Lola están dispuestas a vender su marca en plena cima del éxito. Por lo visto, ya se han reunido para deshacerse del 70% de su marca, controlada casi en su totalidad hasta el momento por ellas mismas, que en realidad se llaman María y Uxía Domínguez y son sobrinas de Adolfo Domínguez.
Según publicó Expansión hace unos días, el director general de Bimba y Lola, Nicolás Corral, ha contratado como asesor de la operación, prevista para el próximo año, al banco de inversión Morgan Stanley y están tanteando varios fondos de capital riesgo.
Las todavía propietarias, que dejarían de ser las que más mandan en su firma, valoran la compañía en 450 millones de euros, aunque expertos del sector consideran que vale 100 millones menos.
Bimba y Lola acabó el ejercicio 2016 con una facturación de 152,4 millones, un 32% más que el año anterior. Si hubiese un socio mayoritario ampliarían el beneficio del mercado internacional, que ya representa el 29% de las ventas y prevé aperturas en Reino Unido, Portugal, Corea del Sur, Kuwait, México, Chile, Colombia y Francia.
Se rumorea con la posible participación en la puja de PAI Partners y CVC, dueños de Cortefiel y también de otros fondos de capital riesgo.
Bimba y Lola culminarían así un año de éxitos rotundos, a diferencia de su tío Adolfo, que cerró 2016 con pérdidas de 22,89 millones y se encuentra inmerso en la reestructuración de su cúpula directiva. Parece, de todas formas, que van encauzando el rumbo. Todo se verá.
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