jueves, 23 de marzo de 2017

ASTROFÍSICA. Elaborado a partir de los datos recogidos por 'Curiosity' en el cráter Gale. El primer parte del tiempo de Marte.

EL MUNDO CIENCIA
Teresa Guerrero

Un equipo de científicos españoles publicará cada dos meses un detallado informe meteorológico accesible al público.
El verano acaba de comenzar en el hemisferio sur de Marte pero, si hubiera algún ser humano viviendo allí, el tiempo no invitaría precisamente a dar un paseo. Una tormenta local de arena, 40 grados bajo cero de temperatura media con un pico máximo de -14ºC, 60 grados de diferencia entre el día y la noche, los vientos más fuertes del año... Son algunos de los datos meteorológicos recogidos en el parte del tiempo que acaba de publicar un equipo de científicos españoles del Centro de Astrobiología (CAB/CSIC-INTA) a partir de la información recopilada por Curiosity, el vehículo robótico de la NASA que aterrizó en el planeta rojo en agosto de 2012. De momento, el rover es el único que tiene hacer frente a las inclemencias del tiempo marciano.
Se trata del primero de una serie de detallados informes meteorológicos dirigidos al público general que, a partir de ahora, serán publicados "cada mes marciano, es decir, cada dos meses terrestres", según explica uno de sus autores, el investigador del CAB Jorge Pla García.
La estación meteorológica que Curiosity lleva a bordo, denominada REMS (Rover Environmental Monitoring Station), ha sido diseñada por los científicos españoles del CAB y lleva sensores para medir la temperatura del aire, del suelo, la radiación ultravioleta, la presión, la humedad y el viento. El rover se encuentra en el cráter Gale, una zona que según, explica Pla, no es muy representativa del resto del planeta: "Está en el ecuador de Marte y al igual que ocurre en la Tierra, los fenómenos meteorológicos en el ecuador son muy diferentes a los de las latitudes medias y altas. Suelen ser fenómenos muy repetitivos, mientras que en las zonas más cercanas a los polos o en latitudes altas, el tiempo es más cambiante", señala en conversación telefónica.
Hasta ahora, los datos recopilados por REMS se cargaban en una aplicación para dispositivos móviles destinada a la comunidad científica. "Son, sobre todo, datos numéricos que no cuentan lo que está pasando en Marte. Cuáles son los frentes, las temperaturas, las oscilaciones entre el día y la noche y, sobre todo, qué tipo de circulación atmosférica hay en cada parte del año", enumera Pla. La NASA difunde la evolución anual de los datos recabados por su rover, pero no de forma continuada.
"Normalmente se publican artículos científicos sobre los análisis de los resultados, pero queremos que el gran público conozca lo que estamos haciendo y cómo va evolucionando la atmósfera de Marte cada dos meses", apunta Javier Gómez-Elvira, investigador principal del instrumento REMS y coautor del informe, junto con Jorge Pla y Antonio Molina.

Fenómenos parecidos en la Tierra

Para que el parte pueda ser entendido más fácilmente, añade Pla, están incluyendo ejemplos de lo que ocurre en nuestro planeta: "Por ejemplo, este mes hemos visto un fenómeno meteorológico prácticamente igual que el que se da en algunos lugares de la Tierra, comparable a los vientos Foehn de Los Alpes o los vientos Chinook en las Montañas Rocosas. Es la primera vez que se incluyen en un parte meteorológico marciano", señala Pla. Las denominan ondas de montaña y tienen tanta fuerza que son capaces de hundir masas de aire que son más calientes que las del cráter hacia su interior. "Las masas de aire caliente deberían ascender en lugar de descender, pero estos vientos lo que hacen es hundirlas. Las temperaturas del interior del cráter suben por tanto muy rápidamente", explica.

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