lunes, 27 de marzo de 2017

Una empresaria marroquí, condenada a dos años de cárcel por adulterio. 4º ESO

EL PAÍS INTERNACIONAL
Francisco Perejil

La presidente de una compañía privada de vuelos fue denunciada por su esposo, el embajador de Kuwait en Viena.

Hind El Achchabi llega a la inauguración de una boutique de Roberto Cavali en Casablanca, en marzo de 2012 GETTY

Hind Achabi, la empresaria marroquí de 38 años, presidenta de la compañía especializada en vuelos de negocios Dalia Air, estaba acostumbrada a codearse con parte de la élite económica internacional. Su vida transcurría entre Viena -donde ejerce como embajador de Kuwait su marido, Sadiq Marafi- Milán, Rabat y Nueva York. Desde agosto, sin embargo, se encuentra presa en la ciudad de Salé, próxima a Rabat, donde cumple condena por adulterio y falsificación de documentos.
Su abogado, Mohamed Faziou, recurrió la sentencia pero este martes un tribunal de apelaciones en Rabat ha condenado a la empresaria a dos años de prisión firme. Su pareja, el empresario marroquí Mohcine Karim Bennabi, ha sido puesto en libertad tras siete meses de cárcel preventiva. La hermana de Hind Achabi también ha sido condenada a seis meses de cárcel por complicidad en el uso de falsos documentos. La sentencia contempla para el marido de Achabi una indemnización por valor de 18.000 euros.
El código penal marroquí prevé prisión de uno a dos años para los adúlteros denunciados por su pareja. Saida Drissi, vicepresidenta de la Asociación Democrática de Mujeres de Marruecos, explica que el procesamiento concluye cuando uno de los cónyuges retira la denuncia. “En general, son las mujeres quienes suelen retirarlas”, señala Drissi.
Mohamed Faziou, abogado de la empresaria marroquí, planteó su defensa sobre el argumento de que Achabi ya se había divorciado de Sadiq Marafi en septiembre de 2014. “El problema es que ella no pudo obtener en Kuwait los papeles del divorcio. Y la acusan de falsificación de documentos, cuando en realidad no puede haber falsificación sobre una fotocopia”, indicó.
El diplomático kuwaití solicitó a la justicia marroquí que le hicieran dos pruebas de ADN para cotejar la paternidad de los dos bebés que tuvo Hind Achabi, nacidos en 2015 y en 2016. Ambas pruebas revelaron que el marido de Achabi no era el padre de ninguno. “Cuando nacieron los niños ya no estaban casados”, señala el letrado de la empresaria, Mohamed Faziou. “Estaban divorciados, aunque continuaban haciendo negocios juntos. La relación con él era solo en el plano de los negocios”.
La empresaria ha podido ver a sus hijos en la cárcel una vez por semana. Este diario ha intentado, desde hace varios meses, entrevistar a Hind Achabi pero la dirección del centro penitenciario no la autorizó a responder al cuestionario que se le hizo llegar, según nos informó su abogado, Mohamed Faziou.
Las asociaciones de derechos humanos suelen reclamar la reforma del código penal marroquí, pero casi ningún partido contempla esa idea en sus programas electorales. No solo las relaciones adúlteras están castigadas por ley, sino las que se mantiene entre personas del mismo sexo. Estas últimas pueden acarrear penas de seis meses a tres años y multas de entre 20 y 100 euros.
En noviembre, dos adolescentes fueron detenidas y apresadas durante una semana por besarse. Aquel caso tuvo una gran resonancia internacional y las jóvenes fueron puestas en libertad sin cargos. Sin embargo, el juicio de Hind Achabi apenas ha despertado la atención ni siquiera de los medios locales. Ningún político se ha pronunciado tampoco contra la privación de libertad de Achabi y su pareja.


No hay comentarios:

Publicar un comentario