El precio del crudo Brent vive una jornada de gran volatilidad y llega a caer más de un 5%.
Suhail Mohammed Al Mazrouei (izq), ministro de Energía de Emiratos Árabes Unidos y presidente de la Conferencia de la OPEP, conversa con el secretario general de la OPEP, Mohammed Barkidoprior. CHRISTIAN BRUNA EFE
Los países productores de petróleo de la OPEP, la organización que produce cerca de un tercio del crudo mundial, se ha reunido este jueves en Viena para discutir una reducción de la producción que estimule los precios del crudo ante las rebajas de las últimas semanas. Desde octubre, el crudo se ha abaratado algo más de un 30%.
La organización ha decidido posponer su decisión sobre el recorte del bombeo de petróleo a la espera de la decisión de Rusia, que se muestra remisa a reducir ahora la producción para que los precios no impacten en la población a las puertas del invierno siberiano.
Los miembros de esta organización, liderada por Arabia Saudí, habrían acordado una ligera reducción de la producción pero las dudas sobre el tamaño del recorte han agitado a los mercados. Queda saber la decisión final de Rusia, que se conocerá este viernes durante la tercera jornada de la reunión de la OPEP. De hecho, el comité de la OPEP+, en el que también participa Rusia, recomendó a sus miembros un recorte de la producción pero sin precisar las cifras en un acuerdo formal.
Pero las cosas no están realmente claras. El ministro de petróleo de Arabia Saudi, Khalid Al-Falih, reconoció ante la prensa que no confiaba en que la OPEP y los otros productores de petróleo (por Rusia) alcanzaran un acuerdo. "La incertidumbre se mantiene respecto a la decisión final de la OPEP", afirmó Brian Kessens, un analista, según Bloomberg. "En este momento, es un mercado que está asumiendo lo peor". La venta masiva de petróleo también se disparó a medida que los mercados de acciones se hundían. El petróleo Brent, de referencia en Europa, llegó a dejarse un 5%, la mayor caída en dos semanas.
La decisión pone contra las cuerdas a Arabia Saudi, que camina sobre el precipio. Puesto que el reinado Saudí neceista aumentar los precios para equilibrar sus cuentas mientras que su principal socio histórico ha advertido de que no quiere aumentos de precios. Donald Trump advirtió el pasado miércoles a los saudíes de que "nadie quiere, ni nadie necesita un petróleo más caro". A través de su cuenta de Twitter, el republicano aseguró "con suerte la OPEP mantendrá el flujo de petróleo como está, sin restricciones".
Washington "no está en posición de decirnos lo que debemos hacer", señaló el ministro saudí. "No necesito el permiso de nadie para disminuir" la producción, agregó. Arabai Saudí había propuesto al inicio de la cita en Viena una rebaja del bombeo de entre 900.000 barriles al día y un millón de barriles diarios. "Buscamos una reducción suficiente para equilibrar el mercado", dijo el ministro de Energía saudí, Jaled al Faleh, un peso pesado de la organización, antes del inicio de esta importante reunión, según recoge Reuters.
Al Faleh defendió el jueves una reducción de producción de "un millón de barriles por día". Pero este nivel, inferior a las expectativas de los mercados, provocó una nueva caída de los precios. El barril de Brent, de referencia en Europa, vivió una jornada de alta volatilidad y llegó a caer más de un 5% cayendo por debajo de los 59 dólares.
"Arabia Saudí sugirió una reducción de la producción más baja de lo que el consenso estimaba", explicó David Madden, analista para CMC Markets.
El alcance real de la reducción de la producción es la principal incógnita del encuentro, así como la que se podría acordar el viernes en una reunión entre la OPEP y sus socios, con Rusia a la cabeza. Estos dos grupos, que representan más de la mitad de la oferta mundial, van de la mano desde finales de 2016 por un acuerdo de limitación de la producción.
El ministro de la Energía ruso, Alexander Novak, quien debe asistir a la reunión de este viernes en Viena, señaló el jueves desde San Petersburgo que su país seguía "la situación real y la evaluación real del mercado". Pero recordó que en pleno invierno, las "condiciones climáticas" rusas hacían "mucho más difícil reducir (la producción) que para otros países", dando a entender que un posible esfuerzo de Moscú se efectuaría más tarde. Para los analistas de Commerzbank, "Rusia tendrá un papel clave en este contexto".
El miércoles, la firma de corretaje londinense PVM estimó que una ausencia de reducción de la producción desencadenaría "un frenesí de ventas de proporciones bíblicas y garantizaría la vuelta a una sobreabundancia mundial de petróleo".
El margen de maniobra de la OPEP es reducido, con una Arabia Saudí con pocas posibilidades de desafiar abiertamente al presidente estadounidense después de la indignación internacional que generó el asesinato del periodista crítico con el poder del reino Jamal Khashoggi en el consulado de su país en Estambul. El príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, necesita tanto la protección de su aliado en la Casa Blanca como un barril de crudo más caro para llevar a cabo sus reformas económicas.
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