Ángeles Gonzalo Alconada
Las entidades ampliarán capital en 400 millones si se fusionan.
Tras varios intentos tanto por parte de Unicaja como de Liberbank, ambas entidades reconocieron ayer a la CNMVque mantienen contactos para llevar a cabo una fusión, como publicó Expansión. “En el marco del estudio habitual de posibles operaciones estratégicas”, existen dichos contactos con Unicaja, “con conocimiento del consejo de administración, para analizar eventuales oportunidades entre ambas entidades”. No obstante, Liberbank (formada por Cajastur, Caja de Extremadura, Caja Castilla La Mancha y Caja Cantabria) puntualiza que “dado su carácter preliminar, no se ha sometido ninguna propuesta concreta a los órganos de gobierno”.
Pese a todas estas matizaciones, lo cierto es que varias fuentes financieras reconocen que ambas excajas de ahorros llevan varios meses analizando nuevamente esta operación, de la que tanto el Banco de España como el Banco Central Europeo (BCE) tienen conocimiento, aunque todavía no se ha llegado a la fase de perdir las autorizaciones pertinentes.
Si finalmente esta operación se lleva a buen puerto (tanto Liberbank como Unicaja han roto en varias ocasiones negociaciones muy avanzadas para sus respefctivas fusiones), se crearía la sexta entidad financiera del país, por detrás de Bankia y por delante de Bankinter, al sumar casi 96.000 millones de euros en activos. Su cuota de mercado sería del 4% aproximadamente.
Ambos bancos ya han elaborado unos números preliminares, aunque todavía sin afinar. Así esta unión supondría unas sinergías de ahorro de costes anuales de unos 150 millones de euros. La fusión se produciría jurídicamente por una absorción de Liberbank por parte de Unicaja, ya que prefieren esta fórmula a la de crear una nueva sociedad. El canje que, de momento, está sobre la mesa, pasa por dar un valor del 60% a la entidad de origen malagueña, frente a un 40% a la firma cuyo primer ejecutivo es Manuel Ménendez.
Unicaja cuenta con una capitalización de 1.910 millones de euros, mientras que la de Liberbank es de 1.348 millones, después de que sus acciones subieran ayer un 15,93% y un 13,95%, respectivamente. Pese a esta subia coyuntural, la Bolsa lleva tiempo castigando a estos títulos. A ello se suma la baja rentabilidad de ambos, en torno al 5% de sus recursos propios.
Esta integración, la segunda que se produce este año (la primera fue la de Bankia con BMN) llevaría consigo, previsiblemente, una ampliación de capital entre 300 a 400 millones de euros, señalan fuentes financieras. Aunque los expertos coinciden en que es complicado ahora que un banco mediano realice una ampliación de capital, ya que tendría que llevar aparejada un elevado descuento. Aunque la clave está en el núcleo de accionistas estables de las dos instituciones, y que controlan más del 50% del capital tanto de Unicaja como de Liberbank.
En el caso de la entidad cuyo primer ejecutivo es Enrique Sánchez del Villar su principal accionista sigue siendo la fundación bancaria Unicaja, con algo menos del 50% del capital. En el caso de Liberbank sus principales accionistas son el fondo Oceanwood, con el casi 17% del capital (aunque solo con el 10% del cerecho de voto), la familia Masaveu, con el 5,5%, el empresario mexicano Tinajero, que controla el 7,4% y las tres fundaciones de la excaja de ahorros (la de Santander y Cantabria, la de Extremadura y la de Asturias), que suman el 24,3%. En total, el 54,2%.
La posible ampliación de capital se llevaría a cabo con derecho de suscripción preferente, con lo que estos accionistas parece que acudirían aunque fuese para mantener sus actuales participaciones, explican expertos del sector. Aunque otros expertos explican que la operación de fusión podría llevarse a cabo sin una ampliación, ya que esta se efectuaría para costear la previsible reestructuración de la entidad resultante, pero también es cierto que sin una nueva inyección de capital sería muy complicado sacar adelante el ajuste de plantilla.
La entidad resultante de esta fusión sumaría ahora una plantilla de algo menos de 10.900 empleados, y 1.866 oficinas. Aunque a esta cifra habría que restar los empleados que saldrían ahora de Unicaja y Liberbank antes de abordar esta operación.
De momento, Unicaja negocia un ERE para que salgan unos 760 empleados y se produzcan unos 300 traslados. En total, se espera la salida de unos 1.000 empleados entre ambas firmas. El proceso de fusión supondría, según fuentes financieras consultadas, la salida de otros algo menos de 2.000 empleados, lo que presenta la salida de alrededor de 3.000 empleados, el 27% entre las dos fases de ajustes repartidas en al menos dos ejercicios o tres.
Para llevar a cabo esta fusión, Liberbank ha contratado, como siempre, a Deutsche Bank, y Unicaja a Mediobanca. Y como abogados trabajan con los despachos de Garrigues y Ramón y Cajal.
La operación permitiría a ambos bancos complementar su presencia geográfica. Unicaja es fuerte en Andalucía, su comunidad de origen, y Castilla y León, fruto de la absorción de Caja España-Duero. Liberbank concentra su fortaleza en la cornisa cantábrica, Extremadura y Castilla-La Mancha, donde absorbió Caja Castilla-La Mancha.
La operación permitiría a ambos bancos complementar su presencia geográfica. Unicaja es fuerte en Andalucía, su comunidad de origen, y Castilla y León, fruto de la absorción de Caja España-Duero. Liberbank concentra su fortaleza en la cornisa cantábrica, Extremadura y Castilla-La Mancha, donde absorbió Caja Castilla-La Mancha.
LOS CÁLCULOS DE CREDIT SUISSE
Beneficio de 411 millones. Credit Suisse cree que hay una “alta probabilidad” de que Liberbank y Unicaja decidan fusionarse y, además, considera que la transacción “tendría sentido” y aumentaría la rentabilidad de la entidad resultante, según ha puesto de manifiesto en un informe emitido después de que ambas entidades hayan confirmado que han mantenido contactos prelimianres para una potencial operación corporativa. “Creemos que la transacción tendría sentido, ya que la entidad resultante sería el sexto banco más grande de España, con una sólida posición competitiva debido a la complementariedad de los perfiles geográficos de los bancos”, ha señalado. Asimismo, Credit Suisse ha confirmado que, debido a que los dos bancos cuentan con modelos de negocio “similares, una fusión sería beneficiosa en términos de rentabilidad. La entidad ya analizó esta posible operación hace unos meses. Con los cálculos actualizados, estima que el negocio combinado generaría un beneficio neto de 411 millones de euros en el ejercicio 2019 y de 544 millones en 2020, así como una rentabilidad sobre su valor en libros (RoTBV) del 8,5% y el 9%, respectivamente. La entidad resultante tendría un ratio de capital CET 1 superior al 12% en el próximo año.
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