Manuel Planelles
Las instituciones de la UE alcanzan un acuerdo para luchar contra la contaminación marina a partir de 2021.
Residuos de plástico localizados en el Támesis, en Londres. MATT DUNHAM (AP)
Es uno de los grandes retos medioambientales del siglo XXI: acabar con la plaga de plástico que inunda los mares. Y la Unión Europea pretende ponerse a la cabeza de esta lucha y no permitirá la venta de bastoncillos de los oídos, pajitas y cubiertos de plástico, entre otros productos de un solo uso. Estos objetos están entre los 10 residuos que con más frecuencia se encuentran en las playas europeas. Y las instituciones de la UE han cerrado en un tiempo récord un acuerdo para vetar su comercialización. Ahora los países disponen hasta 2021 para trasladar esta directiva a su legislación.
El del plástico es un problema medioambiental relativamente nuevo. En 1950 la producción de plástico en todo el mundo rondaba solo los 1,7 millones de toneladas, según los datos de la patronal PasticsEurope. En 2016, la producción había llegado ya hasta los 335 millones. Y el problema es la baja reutilización de los plásticos. Según los datos de la propia Comisión, solo un 30% de los residuos de plástico de la UE se recogen para ser reciclados. Y, lo que no se recoge, en muchas ocasiones acaba en el mar y las playas.
Bruselas lanzó su propuesta de futura directiva en mayo. Y este miércoles por la mañana, tras más de 12 horas de negociación, la Comisión ha logrado un acuerdo con el Parlamento y los representantes de los Veintiocho. Los ministros de los Estados miembros aprobarán este jueves en el Consejo Europeo el preacuerdo político cerrado este miércoles. Y está previsto que la Eurocámara haga lo mismo en el primer trimestre de 2019.
La nueva directiva, que se encuadra en la estrategia de plásticos, utiliza como base un estudio que realizó en 2016 el Centro Común de Investigación de la Comisión, conocido por las siglas JRC, sobre las basuras que se acumulan en las playas europeas. Aquel informe concluía que el 84% de los residuos encontrados eran plásticos. Y ofrecía un listado de los desperdicios más presentes en las playas con medidas para reducir su uso, que es lo que se usa ahora para la futura prohibición.
"Somos pioneros en la aplicación de esta estrategia. El resto del mundo nos está mirando", ha valorado el director general de Medio Ambiente de la Comisión Europea, Daniel Calleja. "Europa tiene ahora un modelo legislativo que defender y promover a nivel internacional", ha añadido a través de un comunicado la eurodiputada Frédérique Ries.
Los productos que se eliminarán de los supermercados son, según destaca la Comisión, los de usar y tirar que cuentan con "alternativas fácilmente disponibles y asequibles". El acuerdo también incluye otras medidas, como que las botellas de plástico contengan un 25% de material reciclado en 2025 y un 30% en 2030. También, que el 90% de esas botellas entren en el sistema de reciclaje para 2029.
La directiva acordada por las instituciones europeas también obligará a que determinados productos reseñen en sus etiquetas el impacto negativo medioambiental que generan. Se les exigirá, por ejemplo, a los cigarrillos con filtro y a las toallitas húmedas y sanitarias.
Greenpeace aplaude estas medidas, "pioneras", para "eliminar y reducir los plásticos de un solo uso". La responsable de la campaña de plásticos de la ONG, Alba García, ha valorado lo acordado aunque ha sostenido que la UE podría haber sido más ambiciosa y haber exigido más a los productores.
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